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"Tenemos la posibilidad de cambiar la historia natural del Ictus"

En su primer año de funcionamiento, la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Vall d´Hebron ya ha atendido a casi 1.000 pacientes. Se trata de la primera del Estado en disponer de una cama con un sistema de monitorización y telemedicina que permite controlar las 24 horas del día el estado de los pacientes con ictus agudo.

03/03/2016

La Unidad de Ictus del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, inaugurada el pasado 22 de diciembre de 2014, dispone de nueve camas con sistemas de monitorización hemodinámica continua, mediante los cuales el equipo multidisciplinario que trabaja en ella (cerca de 35 personas) puede controlar minuto a minuto la evolución ...

La Unidad de Ictus del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, inaugurada el pasado 22 de diciembre de 2014, dispone de nueve camas con sistemas de monitorización hemodinámica continua, mediante los cuales el equipo multidisciplinario que trabaja en ella (cerca de 35 personas) puede controlar minuto a minuto la evolución de las personas ingresadas. Asimismo, dos de estas camas son de hemodinámica cerebral y clínica para accidentes isquémicos transitorios que permiten hacer la evaluación y el diagnóstico de los enfermos en menos de 24 horas.

El doctor Carlos Molina, director de esta unidad, hace un balance muy positivo de su primer año de funcionamiento. “Somos el hospital con más pacientes con ictus atendidos. Nuestro mayor logro ha sido conseguir que el 80% de los pacientes sean admitidos dentro de las primeras doce horas de su llegada a urgencias. Intentamos que estas personas se queden el mínimo tiempo posible en urgencias y lleguen directamente a la unidad de ictus, donde siempre hay un neurólogo de guardia las 24 horas del día”, explica. La nueva Unidad de Ictus ha conseguido una reducción del 23% de las complicaciones médicas, como la fiebre o la neumonía, respecto el año 2014. A la vez, la mortalidad por ictus ha pasado del 16% al 3,5%.

Esta reducción se debe también a que tenemos más camas y personal dedicado exclusivamente al paciente con ictus”, explica. El 16% de los pacientes ingresados en esta unidad había sufrido un ictus hemorrágico y el 84% un ictus isquémico. “Dentro de los isquémicos, el factor más importante es la fibrilación auricular por frecuencia. Asimismo, hay otros aspectos que influyen en el incremento del riesgo de ictus como la presión arterial, el tabaquismo, el alcohol, etcétera”, afirma el Doctor Carlos Molina. El tratamiento endovascular (trombectomía mecánica) es una técnica que permite acceder al cerebro a través de las arterias para extraer trombos de la circulación cerebral por medio de catéteres.

El Doctor Molina considera que la Unidad de Ictus ha tenido un gran impacto en el tratamiento endovascular, “que afecta a los ictus más graves y con una mayor carga económica y social. El año pasado tratamos a más de 150 pacientes con tratamiento endovascular, una cifra que dobla la de otros hospitales de referencia catalanes”, comenta. Esto se consigue “gracias a un equipo que está 24 horas alerta con el objetivo de reducir los tiempos de tratamiento lo máximo posible”. Así, este hospital ha alcanzado un tiempo de ‘puerta-aguja’ inferior a 20 minutos y en algunos pacientes a 12 minutos.

La Unidad de Ictus que dirige actualmente el Doctor Carlos Molina cuenta con un equipo formado por ocho neurólogos vasculares, tres neurointervencionistas, dos enfermeras/os de ictus por turno, rehabilitadores y auxiliares de enfermería. Todos ellos trabajan de forma cercana con profesionales de otras especialidades como neuroradiología, cardiología, neurocirugía y rehabilitación.

Gracias a su trabajo se ha conseguido que en un 80% de los casos solo pasen 12 horas entre la llegada y el ingreso de los pacientes, logrando el diagnóstico de los enfermos en 48 horas en el 80% de los casos y reduciendo la estancia media a menos de 2,9 días, a pesar de recibir casos de alta complejidad. Así, en este hospital se pueden seguir todas las fases del tratamiento, desde el diagnóstico hasta la rehabilitación, ahorrando traslados y optimizando la labor de los profesionales. Cerca del 40% de los pacientes ingresados el año pasado pudieron volver a casa al recibir el alta y un 62% tienen total independencia en su vida diaria tres meses después de dejar el hospital, un incremento del 17% respecto al año 2014.

Para el Doctor Molina es clave compartir y no competir con los demás hospitales para continuar avanzando en el tratamiento del paciente con ictus. (…)

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