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Entre el 30 y el 40% de los pacientes desarrollarán anemia durante el proceso perioperatorio

La Asociación Española de Cirujanos, junto con BIAL, ha publicado una guía práctica para el manejo de este trastorno.

07/07/2015

La anemia perioperatoria representa una comorbilidad particularmente frecuente en pacientes quirúrgicos, con una tasa de prevalencia media de un 30-40%, con las graves consecuencias que esto conlleva. “Tanto la anemia pre- como postoperatoria se asocian directamente con un incremento de las complicaciones, infecciones, necesidad de estancia en UCI, incremento de ...

La anemia perioperatoria representa una comorbilidad particularmente frecuente en pacientes quirúrgicos, con una tasa de prevalencia media de un 30-40%, con las graves consecuencias que esto conlleva. “Tanto la anemia pre- como postoperatoria se asocian directamente con un incremento de las complicaciones, infecciones, necesidad de estancia en UCI, incremento de los días de hospitalización, recurrencia neoplásica y mortalidad en el paciente quirúrgico”, ha afirmado el doctor Zoilo Madrazo, del Departamento de Cirugía General-Urgencias Quirúrgicas del Hospital Universitario Bellvitge (Barcelona) y co-autor, junto al doctor José María Jover, de una “Guía Práctica Clínica para el Manejo de la Anemia en el Paciente Quirúrgico”.

La iniciativa de realizar esta guía parte de la Asociación Española de Cirujanos en colaboración con BIAL, y pretende destacar la frecuencia, consecuencias y posibilidades de prevención y tratamiento de la anemia en el entorno quirúrgico. Así, de forma sencilla e incorporando prácticos algoritmos diagnósticos y terapéuticos, la guía trata de convertirse en un recurso útil y accesible para todos los cirujanos. “Los facultativos precisamos herramientas sencillas que faciliten nuestra tarea diaria a la hora de unificar criterios diagnósticos y generar alternativas terapéuticas adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente, y creemos que esta Guía puede contribuir a ello”, destacó el doctor Madrazo. La prevalencia de anemia en población pendiente de una intervención quirúrgica programada (anemia preoperatoria) resulta muy variable y constituye un efecto adverso independiente y determinante del incremento de complicaciones y mortalidad postoperatorias (de 2 a 5 veces), especialmente en ancianos y/o en pacientes con enfermedad cardiorrespiratoria grave.

Por su parte, en el enfermo quirúrgico, aparte del estado carencial previo (frecuente en pacientes añosos, patología digestiva u oncológica), la propia intervención quirúrgica provocará pérdidas hemáticas durante y después de la cirugía, que pueden verse agravadas por la inhibición eritropoyética inducida por la inflamación asociada al estrés quirúrgico y a la enfermedad de base (AEC). Por ello, la anemia representa una de las patologías o comorbilidades más prevalentes en la población general, con un impacto directo en el pronóstico, función cognitiva, tasa de complicaciones y calidad de vida. “La anemia, aguda o crónica, constituye un factor pronóstico negativo de primer orden (provocando una alteración del aporte tisular de O2) e incrementa notablemente el gasto sanitario”, subraya el especialista.

De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia se define como un trastorno caracterizado por cifras de hemoglobina (Hb) inferiores a 13 g/dL en varones, 12 g/dL en mujeres no gestantes y < 11 g/dL durante el embarazo. El déficit de hierro es la causa más frecuente de anemia y la deficiencia nutricional más común en el mundo. Se estima que la anemia ferropénica afecta aproximadamente al 25-30% de la población mundial. A pesar de su frecuencia e impacto clínico y económico, la anemia perioperatoria puede prevenirse y tratarse. Una de las opciones más socorridas en el entorno quirúrgico es el empleo de transfusiones de sangre alogénica (TSA) en los casos más severos. 

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