El último informe del IQVIA Institute for Human Data Science explora las tendencias en 2025 a efectos de aumento de la productividad en la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos por parte de la industria biofarmacéutica. A la vista de que, en 2024, se estabilizó el inicio de los ...
El último informe del IQVIA Institute for Human Data Science explora las tendencias en 2025 a efectos de aumento de la productividad en la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos por parte de la industria biofarmacéutica. A la vista de que, en 2024, se estabilizó el inicio de los ensayos clínicos, con mayores tasas de éxito y mediante una financiación que siguió en aumento. De lo que se llega ahora a pensar en mejores diseños de ensayos y herramientas organizativas que conduzcan a una mayor eficiencia con incrementos de productividad. Aunque estas tendencias analizadas a corto plazo, podrían verse modificadas más adelante, si se dieran cambios regulatorios importantes especialmente desde la Administración de EEUU.
Murray Aitken
El director ejecutivo del instituto, Murray Aitken, destacó la importancia del último informe generado por la entidad porque surge de los datos del año anterior con una perspectiva que supera la situación analizada durante la pandemia. Para poder disponer de métricas más perfeccionadas y endpoints más afinados en los ensayos para llegar a esa mayor productividad. Dentro de una realidad que se comprende mejor con las aportaciones de expertos como los reunidos por el instituto con los que identificar los factores facilitadores de esa innovación a incrementar.
Alexander Roland
El director de investigación del instituto, Alexander Roland, dio un repaso general al trabajo presentado desde la premisa de que 2024 fue un año en el que la financiación se vio incrementada, a pesar de que fue bajo el número de Ofertas Públicas Iniciales, OPIs, con las que dar entrada a nuevos inversores previa cotización en bolsa por primera vez, a veces como única vía para poder financiar ensayos clínicos y poder así acometer la comercialización de nuevos medicamentos. En una dinámica que permitió alcanzar los 5.318 ensayos clínicos en 2024, dos más que en 2019, aunque menos que en 2021 y 2022. Un año 2024 en el que los ensayos de fase III fueron 1.105. En paralelo a una tasa de inicio de las investigaciones que bajó en los años centrales de la pandemia.
Se confirmó además que, el 71% de los ensayos iniciados en 2024, en cifra que rondó los 4.000, se ciñeron a cuatro grandes bloques terapéuticos como son la oncología, la inmunología, la neurología y el área cardiovascular. Un esquema equivalente también al total de principios activos nuevos lanzados en 2024, novel active substances (NAS), que fueron 65, lejos, por tanto de los 93 de 2021 y los 80 de 2023. Con gran protagonismo de las compañías biofarmacéuticas el año pasado, dado que generaron el 85% de los nuevos fármacos y estuvieron directamente implicadas en el lanzamiento del 63% de ellos.
Se apreció también un incremento de la productividad de los programas clínicos con una mayor tasa de éxito, aunque también con la servidumbre de una mayor extensión en el tiempo. Una tasa de éxito de mayor repunte en los trabajos de fase III, que supusieron el 59%.
Se confirmó además que la dinamización en el reclutamiento de pacientes para los ensayos clínicos también se ratificó como factor esencial para acelerar las investigaciones con una ganancia de tiempo calculada en tres meses respecto al año 2021. A la vez que los intervalos entre ensayos, que habían aumentado con la pandemia con un pico en 2022, se moderaron en 2024. En similar evolución para la duración de los programas de I+D, que se habían incrementado desde 2015 para estabilizarse desde 2022.
Concluyó Roland con la enumeración de los factores que facilitan o conducen a una mayor eficiencia a nivel organizativo, multinivel y a efectos de programa y ensayo, según tres parámetros como son la velocidad, la referida tasa de éxito y los costes. Esquema en el que se muestran más completos los entornos para la toma de decisiones, el diseño de los programas clínicos, incluyendo los nuevos (novel), pero también con relieve para la participación de los pacientes, la IA, los biomarcadores y la simplificación de los protocolos, entre otros elementos clave.
Ken Getz
El director ejecutivo y profesor de investigación del Tufts Center for the Study of Drug Development, Ken Getz, agradeció la exposición ordenada del informe, aunque pudo detectar cierto optimismo excesivo en relación con la continuidad en 2025 de las tasas de éxito registradas el año anterior. Porque los efectos observados a corto plazo podrían dejar fuera, a su juicio, aspectos disruptivos como podría ser la propia financiación federal en Estados Unidos y por ende con efecto al resto del mundo.
Dr Randy Krauss
El doctor Randy Krauss, Head, Metrics, Analysis & Performance, Global Clinical Operations de Merck, por su parte sí se alineó con la valoración más positiva recogida en el trabajo presentado, sin negar que sí podría haber cierto enlentecimiento en la productividad de la industria.
Así mismo, el doctor Aris Oraiopoulos, profesor de operaciones y dirección tecnológica de la Judge Business School de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), compartió la misma fe de la que hace gala la industria en general. Dentro de una evolución porcentual distinta según el tamaño de las compañías, y en un momento en que se puede hablar de nuevos modelos en los que caben tanto el benchmarking como el enfoque comunitario con foco en programas concretos que buscan despertar el interés del mercado de capitales, como matizó cordialmente Ken Getz.