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Congreso SEMG: La obesidad es una fuente de comorbilidad de otras patologías

No es un mero problema estético, sino una compleja enfermedad crónica. El objetivo de la pérdida de peso es la mejora de la salud. Deberíamos no banalizar en la sociedad lo que supone un tratamiento farmacológico. Sólo los facultativos en medicina pueden hacer un diagnóstico certero de la obesidad, y prescribir o no los fármacos. Perder un 5 % de la masa grasa hace que se pueda controlar mejor la hipertensión arterial, que se controle el azúcar. Hay que diferenciar la obesidad de aquellas personas que adquieren fármacos con una finalidad meramente estética.

Estado: Esperando

13/06/2025

Con la tendencia en aumento, se prevé que la obesidad en adultos afecte al 37 % de los adultos en 2035 en España. La obesidad no es un problema estético, sino una enfermedad crónica y compleja que, en sus casos más graves, está relacionada con hasta 16 problemas de salud ...

Con la tendencia en aumento, se prevé que la obesidad en adultos afecte al 37 % de los adultos en 2035 en España. La obesidad no es un problema estético, sino una enfermedad crónica y compleja que, en sus casos más graves, está relacionada con hasta 16 problemas de salud del llamado síndrome cardiovascular, renal y metabólico. En el 31º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) se hizo hincapié en que el objetivo de la pérdida de peso es la mejora de la salud.

El tratamiento farmacológico para la obesidad y el sobrepeso se recomienda como parte de un enfoque integral, siempre que se cumplan estrictamente los requisitos médicos y que se incluyan cambios en el estilo de vida, con la adopción de una dieta saludable y el aumento de la actividad física.

José Manuel Cucalón, miembro del Grupo de Endocrinología y Nutrición de la SEMG, consideró que se trata de una "auténtica epidemia mundial", puesto que se habla de cifras del 25 %. Es una enfermedad enormemente prevalente y de futuro. Esa misma obesidad es una fuente de comorbilidad de otras patologías. Hasta el linfoma o meningioma. Está relacionada con hasta 16 problemas de salud del llamado síndrome cardiovascular, renal y metabólico. Entre ellos, se encuentran la hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, hiperlipidemia/dislipidemia, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, enfermedad cardiovascular aterosclerótica, enfermedad renal crónica, embolia pulmonar, trombosis venosa profunda, gota, enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica, cálculos biliares, apnea obstructiva del sueño, asma, enfermedad por reflujo gastroesofágico y osteoartritis.

Hay que hacer un abordaje multicisciplinar. Es multivariable, se tienen que dar muchas condiciones para que aparezca. Influyen factores genéricos y metabólicos. No sólo es el sedentarismo. El tratamiento es complejo, donde se unen medidas farmacológicas y no farmacológicas, y medidas de tipo psicológico. "Deberíamos no banalizar en la sociedad lo que supone un tratamiento farmacológico, largo y costoso. Necesitamos todavía muchas cosas por saber", apostilló. Recordó que estos tratamientos necesitan una prescripción médica. Sólo los facultativos en medicina pueden hacer un diagnóstico certero de la obesidad, y prescribir o no estos fármacos. Pidió tener cuidado con su destockage en las farmacias, lo que es el problema de suministro, si no se hace una adecuada prescripción médica.

Eva Sáez, enfermera educadora en diabetes y miembro del Grupo de Diabetes de la SEMG, opinó que la parte de Enfermería se encuentra en las intervenciones en los estilos de vida. "La intervención y prescripción de estilos de vida saludable n se trata de algo estético sino de salud", asintió. Casi todos conocemos lo que es la dieta mediterránea, peor no la ponemos en práctica. Hay que garantizar la adherencia de los medicamentos que hay que tomar. Cada vez más se apuesta más por el aprendizaje de los medicamentos más saludables, con la intención de evitar caer en la monotonía. Se consiguen mejores resultados cuando se varía. La OMS recomienda 300 minutos semanales de ejercicio. El mantenimiento aparece a partir del primer año. Transmitió que se trata de cambiar hábitos y eso no se hace en poco tiempo, sino a base de repetir.

Isabel Egocheaga, responsable del Grupo Cardiovascular de la SEMG, sostuvo que la obesidad no es algo solo de comer o no mucho. El hecho de que haya obesidad hace que se puedan tener problemas de todo tipo, como de desarrollar diabetes, por ejemplo. Perder un 5 % de la masa grasa hace que se pueda controlar mejor la hipertensión arterial, que se controle el azúcar. Un 15 % disminuye los problemas cardiovasculares de esa persona que vive con obesidad. La grasa que hace daño es la que se mete en el abdomen, no es la de la celulitis. Los fármacos actuales actúan sobre la obesidad, no son quemagrasas. Hay que separar la utilización de fármacos por motivos estéticos del uso por motivos de salud. Como cualquier fármaco, tienen efectos secundarios, por lo que ha de haber un seguimiento médico. Repitió que el tratamiento de la obesidad es complejo. Hay que enseñar a las personas a comer, a realizar ejercicio. Hay que adaptar la actividad física a nuestros condicionantes, que esta se adapte a nuestra vida. Remarcó que hay que diferenciar la obesidad de aquellas personas que adquieren fármacos con una finalidad meramente estética.

Falta aún educación sanitaria en la población. Hay una misma molécula, con dos nombres comerciales, uno que se usa para pacientes diabéticos. Es un tratamiento que requiere conocimiento y práctica, mucha investigación detrás. La sociedad no tiene conocimiento pleno de esto, es un problema clínico y los facultativos son los encargados de manejar estos fármacos. Y los médicos de familia son los encargados de educar a la población. La industria ha corregido la falta de abastecimiento. Hay que descartar, además, que haya un trastorno de la alimentación y huir de las dietas milagro. El efecto rebote es resultado de la unidireccionalidad del procedimiento y de no intervenir desde todos los puntos de vista.

Hoy por hoy, la medicina ha dado un paso gigantesco con la aparición de estos nuevos medicamentos. Eso sí, están indicados como complemento a una dieta baja en calorías y a un aumento de la actividad física para el control del peso, incluida la pérdida y el mantenimiento del peso, en adultos con un Índice de Masa Corporal (IMC) inicial de 30 kg/m2 (obesidad) o ≥ 27 kg/m2 a < 30 kg/m2 (sobrepeso) en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso (por ejemplo, hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño, enfermedad cardiovascular, prediabetes o diabetes mellitus tipo 2).

Autor: IM Médico
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