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Johnson & Johnson celebra 40 años de investigación e innovación en Toledo

Para poder conmemorar la celebración de este aniversario, figuras como el presidente de Castilla-La Mancha, el consejo de Sanidad de la comunidad o el alcalde de Toledo han asistido al evento institucional. En este marco, el director del Centro de Investigación Básica de Johnson & Johnson ha puesto en valor que "nuestro trabajo en Toledo empieza con la identificación de una diana terapéutica y termina con la declaración de un candidato a investigación clínica"
10/06/2025

Johnson & Johnson conmemora 40 años apostando por la investigación, la innovación y el desarrollo en Toledo. Por tal motivo, su Centro de Investigación Básica en Química Médica de Alto Rendimiento, situado a las afueras de la ciudad, ha recibido la visita del presidente de la Junta de Comunidades de ...

Johnson & Johnson conmemora 40 años apostando por la investigación, la innovación y el desarrollo en Toledo. Por tal motivo, su Centro de Investigación Básica en Química Médica de Alto Rendimiento, situado a las afueras de la ciudad, ha recibido la visita del presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el consejero de Sanidad de esta comunidad, Jesús Fernández; el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, y representantes de los ministerios de Sanidad, Ciencia e Industria, en el evento institucional de celebración del aniversario.

El centro es uno de los cuatro con que cuenta Johnson & Johnson a nivel mundial -junto a otros dos en Nueva Jersey y California (Estados Unidos) y un tercero en Beerse (Bélgica)- para una fase inicial imprescindible en la búsqueda de nuevos fármacos: la identificación y la síntesis de nuevas moléculas con potencial para su posterior investigación clínica en humanos. Esta actividad es la que comenzaron en 1985 dos investigadores de la compañía en un laboratorio de la planta de producción que ésta tenía entonces en Toledo.

Tras unos años de construcción, en 1989, se inauguró el Centro de Investigación Básica que, tras sucesivas ampliaciones y renovaciones, forma hoy un recinto de 1.000 metros cuadrados en el que trabajan más de 40 investigadores. En estas cuatro décadas, el equipo del centro ha sintetizado más de 135.000 moléculas, de las que 25 han sido propuestas para desarrollo clínico, lo que pone de manifiesto la complejidad del proceso.

A este respecto, José Manuel Bartolomé, director del centro, ha explicado que: "nuestro trabajo en Toledo empieza con la identificación de una diana terapéutica y termina con la declaración de un candidato a investigación clínica. Se trata de un proceso de gran complejidad, ya que por cada 100 proyectos que se empiezan en la investigación farmacéutica, solo uno de ellos llegará a ser un fármaco en el mercado". Y detalla: "Desde que empezamos a trabajar en un proyecto hasta que encontramos un candidato para investigación clínica, pueden pasar entre 3 y 5 años, centrados, entre otras cosas, en confirmar la seguridad del producto en humanos y en desarrollar los métodos para prepararlo a una escala lo suficientemente grande para que las fases clínicas dispongan del suministro adecuado. A partir de ahí, el desarrollo clínico es muy largo y complicado, con una media de entre 12 y 15 años hasta que, si tiene éxito, queda a disposición de los pacientes para los que esté indicado".

Para esas primeras fases de búsqueda de nuevas moléculas, el Centro de Investigación Básica ha apostado siempre por la innovación más puntera, de forma que, en lo posible, el proceso se agilice al máximo. Para ello, a día de hoy utiliza, por ejemplo, herramientas de inteligencia artificial, redes neuronales, tecnologías automatizadas y purificación de alto rendimiento.

Dentro de las diversas áreas terapéuticas para las que investiga y desarrolla medicamentos Johnson & Johnson, el centro de Toledo ha contribuido especialmente en el ámbito de las neurociencias -con la búsqueda de nuevas moléculas con potencial para el tratamiento de la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, trastornos relacionados con el estrés o la enfermedad de Alzheimer- y en el desarrollo de marcadores PET (Tomografía por Emisión de Positrones) para la imagen de la neurodegeneración y la neuroinflamación, además de haber estado implicado en la investigación de enfermedades infecciosas como la tuberculosis o el virus SARS-CoV-2.

La actividad del centro se ha traducido en la participación de sus investigadores en más de 220 publicaciones científicas -algunas de ellas en revistas como Science y Nature- y más de 150 patentes. En estas cuatro décadas han contribuido, además, a la formación de más de 130 científicos españoles y extranjeros, entre estudiantes de máster, doctorandos y post-doctorales.

"En Johnson & Johnson creemos firmemente en la innovación como base para construir la medicina del futuro y como motor de progreso social y económico. Por eso, en este Centro de Investigación Básica, no solo impulsamos la ciencia y la creatividad, sino que contribuimos a formar a las nuevas generaciones de científicos y les ayudamos a desarrollar todo su potencial. Es además una gran satisfacción que, desde nuestro centro en España, se haga investigación de primer nivel para todo el mundo, con el firme objetivo de seguir mejorando la vida de las personas", ha declarado Maria Fernanda Prado, directora general de Johnson & Johnson Innovative Medicine en España y Portugal.

La compañía tiene un profundo compromiso por la investigación y los pacientes que se refleja en el total de inversión de I+D, una cifra con tendencia ascendente en los últimos años y que, en 2023, fue de alrededor de 174 millones de euros. Además, dentro de las fases de desarrollo clínico, en la actualidad Johnson & Johnson Innovative Medicine España tiene en marcha 161 ensayos clínicos en más de 20 patologías en los que participan más de 3000 personas y en los que colaboran más de 100 hospitales españoles y cerca de 300 investigadores de nuestro país.

Autor: IM Médico
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