Un equipo científico internacional ha desarrollado un virus capaz de infectar células de cáncer pancreático y que expresa mesotelina, antígeno reconocido por linfocitos T portadores de receptores quiméricos (CAR-T). En ratones portadores de adenocarcinoma ductal pancreático, la terapia de combinación con ambos agentes ofreció resultados superiores a los de la monoterapia con el virus, prolongando significativamente la supervivencia. Hideki Kasuya, investigador de la Universidad de Nagoya y codirector del estudio, afirma que, en comparación con los animales tratados con monoterapia CAR-T, 7 de 8 ratones permanecieron vivos a los 25 días, con un caso de respuesta completa. En todos los grupos de tratamiento se constató ganancia de peso corporal, los que atestiguaría la seguridad de las terapias, señala el científico. 

Kasuya prosigue indicando que el virus reprograma el microambiente tumoral, potenciando la activación y proliferación de los CAR-T y reduciendo los marcadores de agotamiento inmunológico en los linfocitos T endógenos. Crucialmente, la terapia de combinación se asoció a un aumento en la proporción de células dendríticas tanto en el tumor como en los ganglios linfáticos que lo drenan. Estas células, añade Kasuya , son esenciales en la presentación de antígenos tumorales, proporcionando además las señales coestimuladoras necesarias para la activación de los linfocitos T. 

En consonancia con esta noción, la terapia de combinación se asoció a la expansión de linfocitos T con fenotipo efector de memoria inmunológica. El investigador subraya el valor de los hallazgos señalando que, a pesar de las ventajas ofrecidas por la expresión diferencial de la mesotelina en el cáncer pancreático, la terapia CAR-T dirigida a este