Científicos de la Universidad de Montreal han llevado a cabo un ensayo clínico en el que establecen que el tratamiento con quercetina, iniciado dos días antes de la cirugía de bypass y continuado hasta el alta hospitalaria, mejora la función endotelial en hombres. Las muestras de tejido obtenidas de estos ...
Científicos de la Universidad de Montreal han llevado a cabo un ensayo clínico en el que establecen que el tratamiento con quercetina, iniciado dos días antes de la cirugía de bypass y continuado hasta el alta hospitalaria, mejora la función endotelial en hombres. Las muestras de tejido obtenidas de estos pacientes y cultivadas in vitro respondieron significativamente mejor a la acetilcolina, exhibiendo mayor grado de relajación que las derivadas de pacientes de sexo femenino. En las células arteriales de los hombres la terapia también revirtió la sobreexpresión de genes relacionados con la senescencia celular y la inflamación asociada al avance de la edad. No obstante, el ensayo sí registró un beneficio común a ambos sexos, consistente en la disminución de riesgo de fibrilación atrial postoperativa de nuevo inicio durante el periodo de hospitalización.
Así lo afirma Pauline Mury, directora del estudio, quien prosigue indicando que este efecto protector fue de duración limitada, ya que la incidencia de fibrilación de nuevo diagnóstico a las cuatro semanas fue similar a la del grupo placebo. La investigadora señala que la actividad de la quercetina sobre el endotelio es consistente con la de estudios previos in vivo, en los que la terapia de combinación con dasatinib redujo la carga de células senescentes y mejoró la función endotelial en ratones de edad avanzada o con aterosclerosis. Adicionalmente, la quercetina en monoterapia ya había demostrado capacidad senolítica, sin afectar a las células endoteliales en estado de proliferación, asegura Mury.
A pesar del bien establecido perfil de seguridad de este compuesto natural, hasta ahora no existían datos acerca de su impacto en pacientes con enfermedad arterial coronaria, concluye la científica.