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El consumo de alcohol aumenta la mortalidad y morbilidad en España

Es la segunda causa prevenible de mortalidad en España, con cerca de 15.000 fallecimientos anuales, afectando a más de 200 enfermedades y problemas de salud. Desde trastornos hepáticos hasta accidentes de tráfico, su impacto se extiende a todas las edades, especialmente entre los más jóvenes.
12/05/2025

El consumo de alcohol es la segunda causa prevenible de mortalidad en nuestro país con cerca de 15.000 fallecidos/año. También supone una enorme carga de morbilidad para más de 200 enfermedades y problemas de salud: entre los que destacamos la hepatopatía crónica por alcohol, que es la primera causa de trasplante hepático ...

El consumo de alcohol es la segunda causa prevenible de mortalidad en nuestro país con cerca de 15.000 fallecidos/año. También supone una enorme carga de morbilidad para más de 200 enfermedades y problemas de salud: entre los que destacamos la hepatopatía crónica por alcohol, que es la primera causa de trasplante hepático en nuestro país; las enfermedades cardiacas, vasculares, (hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, ictus, cirrosis, fibrilación auricular y hasta 7 tipos de cánceres diferentes), así como adicción, psicopatologías, lesiones (personales y a terceras personas) y problemas sociales (familiares, laborales, peleas, siniestros viales, trastornos del espectro alcohólico fetal, etc).

En España en el 28% de los accidentes de tráfico con víctimas, el conductor da positivo en alcohol. Tanto el consumo habitual de riesgo como el consumo intensivo ocasional (binge drinking) se asocian con problemas de salud. El consumo en personas menores de edad altera el desarrollo cerebral y predice problemas futuros de comportamiento y rendimiento académico.

No existe ningún nivel de consumo beneficioso para la salud por lo que no son aceptables los términos "consumo moderado" ni "consumo responsable". Ningún profesional sanitario debe recomendar el consumo de alcohol.

Según datos de la encuesta ESTUDES1, el 53,6% de los menores entres 14-18 años han consumido alcohol en el último mes, y se han emborrachado el 20,8% de estos jóvenes. Los datos de la encuesta EDADES2 informan que, entre las personas de 18 a 64 años, en el último mes han consumido bebidas alcohólicas el 63,5%, y un 16% de este grupo de población han tenido un episodio de "binge drinking" (atracón de alcohol). También señalan que el 10,5% consumen a diario y el 6% tienen un evidente consumo de riesgo, lo que representa el 7,1% de los varones y 4,8% de las mujeres de 15 a 64 años (Test AUDIT3).

 

A continuación, exponen las líneas de acción prioritarias para reducir el impacto en la salud de las bebidas alcohólicas, reflejadas en los siguientes puntos:

  1. Reducir la demanda de alcohol: Alinear los impuestos del alcohol con la media europea (actualmente más bajos) para reducir el consumo, especialmente en menores y población vulnerable. El impuesto debe tener dos componentes: uno lineal para todas las bebidas alcohólicas (precio mínimo unitario) y otro proporcional al grado alcohólico.

  2. Regular estrictamente la publicidad, promoción y patrocinio de bebidas alcohólicas en medios convencionales y digitales, especialmente en recintos educativos y deportivos, o cualquier espacio con presencia de menores. Las bebidas 0,0 también deben estar incluidas en esta regulación por evocar el consumo de alcohol y servir de puerta de entrada a personas que no deben consumirlo.

  3. Desarrollar un etiquetado de las bebidas alcohólicas con información sobre contenido energético, perfil nutricional, riesgos para menores y embarazadas, riesgos al conducir y los riesgos genéricos para la salud, incluidos algunos tipos de cáncer. Este etiquetado está basado en evidencia científica para reducir el consumo de alcohol y proteger a la ciudadanía de la manipulación de colectivos con intereses económicos. Las personas consumidoras tienen derecho a esta información para tomar decisiones informadas.

  4. Vigilar la prohibición del consumo de alcohol en la vía pública: Asegurar que los ayuntamientos cumplan sus normativas y permitir que las multas se sustituyan por acceso a programas educativos sobre alcohol. Reforzar la vigilancia del alcohol al volante con el objetivo 0,0.

  5. Reducir la oferta: Regular estrictamente los puntos de venta, horarios y accesibilidad, especialmente para menores. Es importante regular la exposición de las bebidas alcohólicas en locales de venta y supermercados. En hostelería, prohibir ofertas y promociones 2x1, happy hours, etc., y evitar premios y sorteos dirigidos a jóvenes en internet. Prohibir la venta de bebidas para niños que emulen bebidas alcohólicas.

  6. Implementar programas educativos de prevención del consumo de alcohol en la población escolar, con la participación de las familias. Estos programas deben basarse en experiencias exitosas, estar bien evaluados y contar con la implicación de la comunidad educativa, sin la participación de la industria del alcohol.

  7. Mejorar la asistencia sanitaria y social: Impulsar el cribado y la formación en Intervención Breve en consumo de alcohol mediante programas específicos de formación en pregrado y postgrado, así como en la formación continuada de los servicios de salud. Promover embarazos y crianza libres de alcohol, apoyando el consumo cero, especialmente en la pareja y el entorno. Mejorar la asistencia a pacientes con problemas de alcohol evitando el estigma.

  8. Promover ocio libre de alcohol: Crear y promover espacios de ocio y alternativas saludables para jóvenes y familias, con el fin de normalizar conductas de no consumo y actitudes positivas hacia un estilo de vida libre de alcohol.

  9. Priorizar la investigación en prevención: Financiar programas de investigación dirigidos a la prevención de problemas relacionados con el alcohol, a la traducción de sus hallazgos en medidas políticas basadas en la evidencia y a la evaluación del impacto en salud de su implementación.

Alcohol, cuanto menos mejor

El objetivo es promover la filosofía de que, respecto al alcohol, 'cuanto menor sea el consumo, mayores serán los beneficios para la salud', ya que no existe un umbral seguro de consumo. Aunque el consumo cero puede no ser alcanzable para toda la población, es esencial en ciertos grupos y circunstancias: menores de edad, jóvenes, durante la gestación y crianza, y al conducir. En estos casos, la abstención total debe ser un objetivo innegociable para la salud pública.

Autor: IM Médico
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