Reflexionar sobre aspectos concernientes a la dermatología extrahospitalaria también ha sido objetivo en este 52º Congreso Nacional de la AEDV, celebrado en Valencia, en el que se ha dado la oportunidad de abordar, por primera vez, sobre el impacto de la polimedicación sobre la piel de los pacientes expuestos a ...
Reflexionar sobre aspectos concernientes a la dermatología extrahospitalaria también ha sido objetivo en este 52º Congreso Nacional de la AEDV, celebrado en Valencia, en el que se ha dado la oportunidad de abordar, por primera vez, sobre el impacto de la polimedicación sobre la piel de los pacientes expuestos a ella, sobre lo que disertó el Dr. Nicolás Iglesias, del Hospital San Rafael de A Coruña, en el contexto de un seminario dedicado a la 'Dermatología cotidiana y a pie de calle'.
La polimedicación, definida como el uso simultáneo de cinco o más medicamentos por un paciente, se ha convertido en un problema sanitario de primer orden en España. No en vano hasta el 1% de la población toma 10 o más medicamentos, según datos aportados por el Dr. Iglesias "lo cual resulta preocupante por los efectos secundarios derivados de dicho consumo". "Sobre todo, los casos se dan en personas mayores. En concreto, a partir de los 65 uno de cada tres pacientes toma cinco o más medicamentos a diario, cifra que casi llega al 50 % de los mayores de 85 años". "No hay que olvidar que casi 200.000 personas se mueren en Europa anualmente por reacciones adversas a medicamentos", subrayó este experto.
"Los efectos adversos de esta ingesta medicamentosa, a veces, pueden incluso confundirse con la aparición de patologías, tratándose con más fármacos y eso lleva a un 'circulo vicioso' que deriva en múltiples problemas para el afectado", según expuso el Dr. Iglesias.
Su impacto en dermatología
La dermatología, lejos de quedar al margen de esta problemática, se enfrenta a un impacto directo, como indicó el Dr. Iglesias. "Hay muchos medicamentos, incluyendo diuréticos y antihipertensivos, que pueden producir prurito". "Un paciente polimedicado puede llegar a la consulta dermatológica tras meses de molestias sin que nadie haya identificado que el origen del problema está en los propios medicamentos que toma", agregó.
"Muchas veces, con motivos muy justificados tenemos que recetar medicación y eso puede generar interacciones con otros medicamentos que tome el paciente o, incluso, conflictos con otros especialistas debido a los tratamientos de unos y otros", tal como explicó.
"Hay medicamentos incluyendo diuréticos, antihipertensivos, entre otros, que pueden producir prurito. Al paciente le empieza a picar el cuerpo sin verse lesiones cutáneas, manteniendo ese picor a lo largo de meses y, cuando lo valoramos en consulta, resulta que toma 15 fármacos, de los cuales tres o cuatro producen prurito", indicó.
A su juicio, más que añadir otros fármacos como antihistamínicos o similares para disminuir ese prurito, "la clave está, probablemente, en ir suprimiéndo fármacos que el paciente sigue tomando y que, tal vez no necesita".
Responsabilidad compartida
La solución, en opinión del Dr. Iglesias, "está, en cierto modo, en manos de todos". Algunas recomendaciones al respecto pasan por fomentar la educación del paciente y tratar de reducir al mínimo el consumo de medicamentos. Además, "es clave educar al paciente y, si está muy polimedicado, animarle a acudir a su médico para valorar la retirada de fármacos no imprescindibles".
Asimismo, este dermatólogo considera que "los médicos deben conocer a fondo los efectos adversos, tanto cutáneos como sistémicos, de los medicamentos que se recetan".
Lo ideal también sería que "hubiese una comunicación muy fluida con la atención primaria, que es la responsable de la mayoría de las recetas que se le prescriben al paciente". "En mi caso, cuando receto fármacos, lo trato de justificar muy bien por escrito y suelo darle una copia al paciente para que su médico de cabecera lo sepa". "Sería ideal -como subrayó- que esa información fluyese siempre en ambas direcciones, cosa que no siempre sucede".
En definitiva, "la polimedicación no es solo un problema de salud pública, sino un desafío transversal que afecta a todas las especialidades médicas, incluida la dermatología", como concluyó el Dr. Iglesias.