La psoriasis es una enfermedad dermatológica y multifactorial en la que el conocimiento tanto de su patogenia, comorbilidades y problemas derivados del tratamiento requieren una actualización con el fin de que los dermatólogos puedan estar al día en las principales novedades y trasladarlas a la práctica clínica diaria. Bajo esta premisa ...
La psoriasis es una enfermedad dermatológica y multifactorial en la que el conocimiento tanto de su patogenia, comorbilidades y problemas derivados del tratamiento requieren una actualización con el fin de que los dermatólogos puedan estar al día en las principales novedades y trasladarlas a la práctica clínica diaria.
Bajo esta premisa se celebró un seminario en el marco del 52º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), promovido por el Grupo de Psoriasis de la AEDV, cuyo contenido incluyó diferentes temáticas como la abordada por la vicepresidenta de la Academia y dermatóloga del Hospital Universitario Dr. Balmis-ISABIALUMH, Dra. Isabel Belinchón, que se centró en un tema de especial relevancia como es el rol que puede desempeñar la microbiota en la patogenia de la psoriasis.
Como recordó esta dermatóloga, cada parte y órgano del cuerpo posee una microbiota específica incluida la piel. "Tanto las áreas sebáceas, centro de la cara y tronco, tiene una microbiota diferente, sobre todo bacteriana y, por supuesto, micótica. Al respecto se puede distinguir entre actinobacteria, la que más predomina (51%), firmicutes (24,4%), proteobacteria (16,5%) y bactoridetes (6,3%), sin olvidar microbios, levaduras, hongos y virus".
Hay una serie de factores, según indicó, que pueden alterar dicha microbiota, "entre ellos, la nutrición, el ph, la higiene, el estado de la barrera cutánea, los fármacos, el alcohol y tabaco, el estrés, la inmunidad del huésped, e incluso, la polución".
Respecto al vínculo entre la microbiota y la piel, la Dra. Belinchón señaló que son contados los estudios sobre su nexo con la psoriasis en comparación con los realizados sobre la dermatitis atópica. "Lo que sí se ha observado son diferencias entre microbiota de personas con o sin psoriasis. Hay evidencia de que interactúa con el sistema inmunológico aunque los mecanismos todavía no están claros", según indicó.
En base a investigaciones realizadas se ha comprobado que hay bacterias aumentadas y otras disminuidas en la piel con psoriasis. Al respecto, mencionó el Staphylococcus aureus al tener importancia no solo en la dermatitis atópica sino que también en la psoriasis.
Con respecto a la microbiota intestinal, la Dra. Belinchón indicó que la disbiosis intestinal modifica la microbiota habitual, con sus consecuencias. Esta alteración puede tener un importante impacto en la piel así como en otras comorbilidades. En definitiva, "cada vez hay más evidencia de una asociación entre la permeabilidad del intestino, la translocación bacteriana, ciertas comorbilidades como la obesidad, la diabetes, y otras cardiovasculares y también con la psoriasis", como destacó.
¿Hay posibilidad de modificar la enfermedad?
Por su parte, la Dra. Anna López Ferrer, coordinadora del Grupo de Psoriasis de la AEDV y dermatóloga del Hospital Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona, analizó las posibilidades de modificar el curso de la psoriasis hasta su curación definitiva, partiendo de lo que, actualmente, se entiende por 'modificación de la enfermedad', "para modificar la la enfermedad, tenemos que actuar induciendo una revisión libre de tratamiento y, además, tenemos que impactar sobre las comorbilidades, y saber si realmente somos capaces de lograr que el paciente quede libre de la enfermedad sin tratamiento", de acuerdo con expertos como el Dr. Thomas Weber.
La psoriasis, como recordó esta experta, está asociada a múltiples comorbilidades, siendo una de las más importantes la artritis psoriásica, por tanto, "modificar la enfermedad de un paciente también tiene que contemplar lo derivado de la de la enfermedad y sus comorbilidades".
Para lograr dicho objetivo se podrían emplear distintas estrategias, entre las que mencionó "la intervención precoz con tratamientos sistémicos, junto con cambios de los estilos de vida del paciente, sobre todo en caso de obesidad, o plantearse recurrir a las terapias avanzadas como CAR-T, cuya aplicación se está extendiendo a otras patologías más allá de las oncológicas".
En la frontera entre la psoriasis y la dermatitis atópica
Otra de la temática incluida en este seminario, sobre la que cada vez hay mayor interés, y en la que se centró el Dr. José Manuel Carrascosa, vicepresidente de la AEDV y jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, de Badalona, es la de la frontera de la psoriasis y la dermatitis atópica y el 'síndrome de overlap' o solapamiento entre ambas patologías, actualmente, muy prevalentes pero con diferencias desde el punto de vista histopatológico. La psoriasis está más relacionada con una respuesta inmune de tipo TH17, mientras que la dermatitis atópica se asocia a una respuesta del tipo T2. "A pesar del tiempo que llevamos manejando ambas patologías, se abren nuevas vías de actuación".
Y es que, como reconoció el Dr. Carrascosa, "tenemos pacientes en los que las diferencias no son tan claras, en los que hay que revisar exhaustivamente la historia clínica, o, incluso, realizar pruebas complementarias. A este fenómeno lo denominamos 'overlap' al observar un cierto grupo de pacientes con rasgos intermedios entre ambas enfermedades, y aunque no es nuevo, está ganando interés en los últimos años entre los dermatólogos", como ilustró a través de la exposición de diversos estudios.
Sin embargo, "existe un overlap directo entre psoriasis y dermatitis, es decir, aquellos casos en los que no podríamos teóricamente distinguir entre uno y otro sobre lo que hay menos literatura científica", afirmó. Y, probablemente, según planteó, "en este tipo de pacientes, lo que nos vaya mejor sean tratamientos menos específicos que inhiban todo de forma más transversal, como es el caso de los inhibidores de Jak".
En definitiva, estos casos de 'overlap' en el terreno de la dermatología representan un desafío, pero "abren también la puerta a nuevos enfoques terapéuticos y a una comprensión más profunda de la inflamación cutánea", como concluyó el vicepresidente de la AEDV.