Científicos de diversos centros chinos han establecido que las alteraciones de la microbiota intestinal que cursan con el avance de la edad se asocian a pérdida de sinapsis neuronales en el hipocampo, región cerebral clave en la preservación de la memoria. Ese efecto deletéreo sería atribuible, principalmente, a la disminución de la abundancia de la bacteria Bifidobacterium (B.) pseudolongum y de ácido indolacético, un derivado del triptófano, producido por este microorganismo y que se encuentra tanto en circulación como en el cerebro. El vínculo entre microbiota y cognición fue constatado en ratones jóvenes que recibieron trasplante fecal procedente de ratones viejos o de pacientes con deterior cognitivo y baja abundancia de B. pseudolongum.

En ambos casos los ratones receptores exhibieron una reducción de la capacidad cognitiva, según afirma Houguang Zhou, investigador de la Universidad de Fudán y codirector del estudio. El científico prosigue indicando que esta reducción fue significativamente mayor que la observada con trasplante fecal procedente de pacientes con elevada abundancia de la bacteria. Notablemente, en un modelo murino de Alzheimer, la suplementación con B. pseudolongum restableció la biodisponibilidad de ácido indolacético en el cerebro, reduciendo la degradación de las sinapsis hipocampales y mejorando la cognición. En experimentos adicionales los científicos determinaron que el ácido indolacético generado por la bacteria previene la fagocitosis de las sinapsis por la microglía. Zhou concluye señalando que los actuales resultados no descartan la participación de otros factores protectores frente a la neurodegeneración, siendo además necesaria una evaluación de la abundancia de B. pseudolongum en una cohorte mayor, antes aplicar los hallazgos en clínica.