Durante la presentación del documento Médicos y gobernanza de los servicios sanitarios, elaborado por el Observatorio de la Profesión e Identidad Médica de la Organización Médica Colegial (OMC), se alentó a leer y reflexionar sobre su texto para que la calidad y la seguridad en la práctica clínica sean de verdad la base del buen gobierno en las instituciones y entidades asistenciales y meta principal de la Administración central. Aunque para ello habrá que luchar todavía batallas como un estatuto marco bien concebido, una exclusividad bien entendida y algunas jornadas en las que, muy probablemente, habrá que cambiar el fonendo por la pancarta. 

Dr Tomás Cobo

En su calidad de presidente de la OMC y del Foro de la Profesión Médica de España (FPME), el doctor Tomás Cobo Castro destacó como objetivo principal del trabajo contribuir a que la gestión de los centros no merme la calidad de la atención médica por su más que probado plegamiento a posibles conflictos de interés como suelen ser los de causa económica y comercial en los centros privados o de orden político y financiero en los públicos.

Celebró en cualquier caso Cobo la llegada de la primera edición de este documento para seguir siendo  útiles como institución a la sociedad en su función de consejeros altruistas y gratuitos para un poder político que no siempre sabe apreciarlo.

Inmersos como están los médicos en la negociación del futuro estatuto marco que hasta ahora apunta a desvincular a los jefes de servicio de sus actividades en el sector privado, para lo cual será necesario ofrecer tiempo, más remuneración y no precariedad en los contratos. Apostando por dar tiempo al tiempo sin perder de vista que el talón de Aquiles son las guardias y su coste en estabilidad física y psíquica que supone para los médicos, según la presión asistencial de la urgencia que padece cada centro. 

Desde lo que debería ser un mayor esfuerzo por la profesionalidad de los gestores, en lo que ya está la Sociedad Española de Directivos de la salud (SEDISA) y a lo que se llegaría más rápido con la atomización de la asistencia hacia las jefaturas de servicio. Sin olvidar que en la actual crisis de implementación, la interinidad daña al sistema y que el personal sanitario está harto de ver desfilar gerentes, no siempre avalados por su trayectoria previa.

Dr Juan J Rodríguez Sendín

En su vuelta por unas horas a la casa madre de los médicos, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, miembro de OPIMED y ex presidente de la OMC en varias legislaturas, consideró manifiesta la oportunidad de abordar de una vez los muchos desafíos de la profesión en tiempos de mudanzas aceleradas y afecciones crónicas del sistema. Con el ansia de llegar a puertos seguros iluminados por el documento presentado y que llevará a nueva entrega sobre el binomio médicos-IA.

A la espera de que unas cosas y otras ayuden a reformar un SNS para el que consenso político mayoritario siempre se muestra esquivo. 

En un país en el que las listas de espera, aunque reales, son más bien falaces, afeitadas y cosa del maquillaje político, allí donde el gestor se olvidó del paciente y no de aquel al que le debió el puesto. 

Dr Víctor Pedrera

En su turno, el doctor Víctor Pedrera, secretario general de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y del propio foro profesional, argumentó que es la gestión no profesional y politizada la quiebra maestra de la organización sanitaria cuando falta el criterio técnico. Así como por la no uniformidad entre los niveles asistenciales y la AP se ve superada y muchas veces anulada por la hospitalaria. 

Con ignorancia de que la buena gobernanza nace de la ética y la deontología, y que ya urge extinguir los abusos en las guardias y los turnos. Al revalidar la verdadera definición de profesionalidad con la que llegar a un mejor profesionalismo gestor.

Dr José Ramón Repullo

Completó el cuadro expositivo el doctor José Ramón Repullo, también miembro de OPIMED, para cerciorarse de que llegaba nítido a la población el mensaje de que cualquier centro sanitario público o privado debe ligarse a un buen gobierno como recuerdo primigenio de aquello que fue la antigua ley de hospitales.

Dicho desde un documento que es deudor de los trabajos y los días del comité que la casa arbitró para comprender y ayudar a gestionar la última pandemia y que fue elevada al Congreso de los Diputados como contribución a la reconstrucción del país tras los estragos de la Covid-19.

Para reivindicar la gobernanza con los médicos en las instituciones y entidades y así llegar al mejor gobierno de las mismas. En la senda a una nueva cultura de gestión a la que no se podrá llegar en ausencia de la necesaria concurrencia competitiva que hoy excluye a muchos candidatos de mérito. 

Y pidió ayuda y sensibilidad a las regiones para remunerar lo justo y que los hospitales y los centros de salud se articulen en torno a la micro gestión validadas en sus unidades clínicas y facultadas para hacer sus propios contratos de gestión, con juntas técnico asistenciales y órganos colegiados de gestión inspirados en aquellos del instituto nacional de previsión. 

Una vez cruzó la Carrera de San Jerónimo, el portavoz de la comisión de sanidad del Congreso de los Diputados, Antonio Cavacasillas, acudió para alabar a la OMC en su celo ya secular para impulsar y lograr las certificaciones que garantizan el profesionalismo.

Finalmente quedaron las espadas en alto empuñadas todavía con guante de cabritilla para saber si, a la postre, y para evitar mayores males a los médicos, la profesión va a la huelga convocada para el próximo 23 de mayo, si las negociaciones en curso no lo impiden y porque los facultativos se sienten hoy claramente infrarrepresentados en la negociación del estatuto marco.