Científicos de la Universidad de Oklahoma han demostrado que la administración oral de dasatinib y quercetina durante tres días consecutivos cada dos semanas mejora la memoria de trabajo espacial, la flexibilidad cognitiva y la capacidad máxima de aprendizaje, en ratones de edad avanzada. Estas mejoras se manifestaron en la reducción de la heterogeneidad cognitiva que de otro modo se observa en este rango de edad, resultando en que todos los machos ejecutaran los correspondientes tests con eficiencia comparable a la de los resistentes al deterioro cognitivo. En el examen del hipocampo los investigadores constataron que la terapia reduce algunos, aunque no todos los marcadores de senescencia evaluados, con diferencias entre machos y hembras. Adicionalmente, el tratamiento indujo una disminución de la expresión de múltiples citoquinas inflamatorias, especialmente la interleucina (IL)-6, lo que adjudica a su vía de señalización un papel clave como impulsor de la trayectoria cognitiva y como potencial diana de las terapias senolíticas. 

Así lo afirma Sreemathi Logan, directora del estudio, quien prosigue indicando que los animales tratados también se distinguieron por su perfil inmunológico, caracterizado por la supresión de las vías de señalización asociadas a los linfocitos Th1 y una concomitante potenciación de las asociadas a los Th2 y a la interleucina antiinflamatoria IL-10. 

Notablemente, los senolíticos tuvieron un positivo impacto sobre la reactividad de los astrocitos y la proporción de la microglía del hipocampo, aunque sólo en los machos. El actual estudio establece que la gliosis reactiva y la senescencia celular influyen en la heterogeneidad cognitiva, concluye la investigadora.