Estado: Esperando
Philips presentó este jueves, durante la jornada informativa Tecnología sanitaria aplicada a la experiencia del cliente, organizada por Europa Press, un estudio elaborado por Omnicom Group que detalla cómo perciben la atención sanitaria los españoles y las áreas que tienen margen de mejora desde el punto de vista de la ...
Philips presentó este jueves, durante la jornada informativa Tecnología sanitaria aplicada a la experiencia del cliente, organizada por Europa Press, un estudio elaborado por Omnicom Group que detalla cómo perciben la atención sanitaria los españoles y las áreas que tienen margen de mejora desde el punto de vista de la tecnología sanitaria para mejorar la experiencia como paciente. Se ha identificado fortalezas y debilidades. Una de las principales conclusiones es que el 94 % de los españoles cree que la tecnología contribuye a mejorar la experiencia del paciente y que es fundamental para reducir los tiempos de hospitalizaciones.
Allí, diferentes profesionales sanitarios analizaron los resultados del estudio y se remarcó que, aunque la sanidad española recibe una valoración positiva, existen áreas de mejora significativas, especialmente en cuanto a tiempos de espera y entorno físico.
Manuel Arellano, vicepresidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), dijo que este informe refleja muy bien la realidad que ellos viven. Con datos de su Barómetro de EsCrónicos, la percepción del sistema sanitario es de un bien alto y que "la espera es algo que genera incertidumbre". Por tanto, "ansiedad". "Con unas listas de espera tan potentes, con la incertidumbre de qué va a pasar con mi enfermedad, con mi prueba, ¿quién se lo cuenta? ¿Qué es educar al paciente?", cuestionó. Argumentó que es más que darle un panfleto y advirtió de que, cuando uno ingresa, quiere tranquilidad y paz.
Destacó que hay que pactar con el paciente qué es lo que necesita. Argumentó que la inteligencia artificial (IA) es una herramienta fundamental para acelerar los procesos, para mirarle a la cara en vez de al ordenador. "Tenemos que ser más equitativos, y para eso el paciente tiene que formar parte en la toma de decisiones", manifestó. En el ámbito de las políticas sanitarias, ha de haber una inversión razonable y razonada. A su juicio, el paciente no está en el centro, sino sus necesidades.
En el estudio se muestra que la confianza en el sistema sanitaria es alta, pero que hay margen de mejora. El Dr. Miguel A. López Pino, jefe de Servicio de Diagnóstico por Imagen en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid), comentó que los médicos no están acostumbrados a datos que vengan de la opinión directa de los pacientes. "La mayoría de los pacientes está contenta con el sistema sanitario, por lo que lo estamos haciendo bien. Si bien, hay cuestiones en las que podemos mejorar y que no sería complicado hacerlo, como el tiempo de respuesta entre que se hace una prueba radiológica y la consulta", apuntó. Citó privacidad, confort, ruido, luminosidad como otras áreas a potenciar.
A la Dra. Paloma Dorao, jefa de Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Infantil La Paz (Madrid), le pareció un estudio útil. "Vengo de una UVI de los años 70, con ruido, pitos. Ahora, es otro mundo. Permites que los padres estén con sus hijos y no hay más gente. Mantienen su entorno familiar. Ya es bastante complicado manejar una enfermedad como para tener inputs y pitos de otros", expresó.
"Lo relevante es que la encuesta pone el foco en otras cosas. Nadie se queja de los recursos con los que contamos, ni con el tratamiento. Es la otra dimensión que rodea al paciente enfermo que a veces hemos descuidado", puntualizó el Dr. Guillermo M. Albaiceta, jefe de Servicio de UCI en Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo),
PhD. Joan Vinyets i Rejón, jefe de Experiencia de Paciente en el Hospital San Joan de Deu (Barcelona), sostuvo que hay que contar con la voz del paciente para mejorar el sistema, y hay que ponerlo en la mesa para trabajar conjuntamente en esta mejora. Le sorprendió "la percepción tan positiva de la tecnología". Una cosa es "lo tecnológicamente posible" y "lo culturalmente aceptable".
"Hablamos de calidad de vida", matizó Arellano. Contó que, en su primer trasplante de riñón con 17 años, tenía que hablar con sus padres a través de una ventanilla y un telefonillo y que los médicos entraban con escafandras. En la actualidad, eso no sucede. Insistió en que hay que contar con la percepción de los pacientes.
Juan Carmona, responsable de proyectos estratégicos de Philips lbérica, destacó que el 84 % de los consultados se muestra preocupado por los ruidos y hay que cuidar este tema.
En el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús han mejorado la arquitectura para que el ambiente sea agradable para los pacientes pediátricos. Hacen que estén con la familia. Y disponen de herramientas de IA para acelerar las exploraciones de resonancia magnética, lo que logra mayor colaboración del niño. La idea es ser lo menos hostil posible para el niño. En el Hospital Infantil La Paz, tienen un proyecto de humanización para la estancia en la UVI. Dan un apoyo psicológico a los padres. Se les explica lo que son los monitores, porque "tienen pánico a ciertos pitos, y eso genera ansia". Es para que entiendan que hay cosas por las que no necesitan correr. Y los padres participan en el cuidado, para que se sigan sintiendo como tal. Así, entienden mejor el motivo de pedir una prueba. El apoyo técnico de los psicólogos reduce la ansiedad. La tecnología puede minimizar la sensación de agobio de los padres.
Por otro lado, en el Hospital Universitario Central de Asturias intentan facilitar la estancia. Es importante que el enfermo y su familia sepa qué está pasando, lo que sucede con las alarmas. Es difícil entrenar a un paciente, pero en algunas cirugías se puede. Están poniendo en marcha un programa para que los pacientes conozcan las UCIs antes de ingresar. Con la tecnología, miran mucho los sonidos y filtrar las alarmas, para distinguir falsos positivos de lo que es una alarma real. Muchas personas que pasan por la UCI, y sus familias, tienen una especie de estrés postraumático después. Por eso, el objetivo es adaptar el entorno. Se ha disminuido la cantidad de alarmas, lo que conlleva menos fatiga. Sólo se escuchan las importantes.
En el caso del Hospital San Joan de Deu, hay un equipo de experiencia del paciente. Se trabaja con los profesionales para ver cómo se puede mejorar dicha experiencia. Por ejemplo, incorporar las terapias con perros para que los niños se concentren en ellos cuando les extraen sangra, o la arteterapia. Han copiado una figura de la persona que, a través del juego, explican a los niños las operaciones que le van a hacer. Es muy distinto decirle a alguien que camine a llevarle un perro que le anime a caminar. Por otro lado, la manera de dar una noticia no puede ser igual para todos.
"A veces se ha cruzado mal el papel de la tecnología con lo que es el concepto de humanización. Hay que aprovechar la tecnología que va a venir y se va a desarrollar", razonó López Pino. De acuerdo con sus palabras, la IA ayudará en este proceso. Dorao opinó que todo lo que dé seguridad técnica permite dedicarse a otras cosas y la tecnología ayuda a hacer cosas que con el aparataje antiguo no se podían realizar. Albaiceta reflexionó que la tecnología disruptiva es más difícil de predecir, pero que se pudo desarrollar vacunas para la Covid-19 rápidamente gracias a la tecnología. Vinyets i Rejón pensó que ayuda a los profesionales en la presión del diagnóstico y abre puertas a temas como la atención domiciliaria y la idea del hospital líquido. En diabetes, se ha pasado de pacientes que tenían que ir a casa todas las semanas a pacientes monitorizados que van menos al hospital. Otro aspecto positivo, en palabras de Arellano, la tecnología facilita la comunicación, entre profesionales y con los pacientes.
El I Estudio de la Tecnología Sanitaria Aplicada a la Experiencia del Paciente, realizado con una muestra de 600 encuestas a pacientes y familiares, también arroja que el 77 % de los pacientes afirma que una iluminación personalizada puede mejorar su experiencia durante pruebas como TAC, resonancias magnéticas y mamografías, y un 71 % cree que elementos audiovisuales en áreas de tratamiento pueden reducir su ansiedad en las pruebas de diagnóstico. El 96 % valora mucho un entorno hospitalario humano que, asimismo, integre la tecnología para mejorar la experiencia del paciente.
Los ponentes reflexionaron por las tecnologías que pondrían. "En diagnóstico por imagen necesitamos pruebas más rápidas, porque haremos más pruebas y el paciente se sentirá más cómodo. Necesitamos los resultados más rápidos. Y mejorar en obsolescencia tecnológica", consideró López Pino. Se mostró de acuerda en que sería muy útil la rapidez Dorao. Lamentó que pierden tiempo en hacer ciertas tareas burocráticas y que les vendría muy bien tener unos buscas que agilicen los tiempos, y que se reduzcan con ello las esperas, porque "para el paciente es básico dar una respuesta rápida". Albaiceta insistió en poder integrar la información en un data lake para aplicar algoritmos, porque hay que analizar grandes volúmenes de datos. Vinyets i Rejón pensó que tecnologías que capaciten más a los profesionales sanitarios y que empoderen a los pacientes.
Carmona recogió los deberes. En Philips están enfocados en la rapidez y en que el clínico se enfrente a un informe predefinido, que ayude a hacer más con menos. Vendrán tecnologías centradas en la gestión del dato, en los flujos. El clínico se enfrentará a un centro de datos, con información a un golpe de clic.