Científicos de la Capital Medical University de Pekín han confirmado el valor de combinaciones terapéuticas ya examinadas en ensayos clínicos, en pacientes del mundo real con carcinoma hepatocelular irresecable que progresa tras la terapia de primera línea con lenvatinib. La combinación formada por un inhibidor de los puntos de control inmunológico (ICI) y sorafenib, regorafenib u otros inhibidores de las tirosín-quinasas (ITQs) fue más ventajosa que la monoterapia con ITQs, tanto en términos de supervivencia global como libre de progresión, alcanzando esta última 5 meses más de mediana. 

Aunque las tasas de respuesta fueron comparables entre ambos grupos de tratamiento, la de control de la enfermedad alcanzó el 85% con la combinación, frente al 62% con la monoterapia. Xiaoyan Ding, director del estudio, afirma que ambas terapias ocasionaron un aumento de los niveles circulantes de alfa-fetoproteína a las 8 semanas. Sn embargo, las reducciones en este biomarcador no tuvieron impacto alguno sobre la supervivencia, asegura el investigador. El estudio también estableció que valores elevados en la proporción entre albúmina y neutrófilos circulantes es un biomarcador predictivo de mayor supervivencia libre de progresión, en pacientes tratados con la combinación. 

Notablemente, la incidencia de efectos adversos, tanto los de cualquier grado como los de grado 3 o superior, fue inferior con la combinación, si bien ésta se asoció a efectos adversos de tipo inmunitario, tales como hepatitis, miocarditis y neumonía intersticial, así como a mayor tasa de discontinuación de la terapia. Los hallazgos, obtenidos en esta cohorte de pacientes de la práctica clínica habitual son consistentes con los del ensayo RESCUE, que reportó excelentes beneficios de la combinación de ICI e ITQs como tratamiento de segunda línea en este tipo de cáncer, concluye Ding.