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La empresa biofarmacéutica global Jazz Pharmaceuticals realiza gran parte de sus investigaciones en Kent Science Park (KSP), ubicado en el Reino Unido, que se ha consolidado como uno de los centros más avanzados a nivel mundial en la investigación, cultivo y procesamiento de medicamentos basados en cannabinoides. Este centro de ...
La empresa biofarmacéutica global Jazz Pharmaceuticals realiza gran parte de sus investigaciones en Kent Science Park (KSP), ubicado en el Reino Unido, que se ha consolidado como uno de los centros más avanzados a nivel mundial en la investigación, cultivo y procesamiento de medicamentos basados en cannabinoides. Este centro de investigación y producción farmacéutica, que dispone de la licencia de cultivo de cannabis desde su fundación en 1998, es un referente en el desarrollo de estas terapias. En sus instalaciones, se llevan a cabo múltiples actividades, que incluyen el cultivo controlado, la preservación genética, la autentificación de cepas y la distribución de productos farmacéuticos derivados del cannabis.
En KSP, el cultivo del cannabis se realiza en condiciones controladas que favorecen el desarrollo de plantas saludables y con un alto contenido de cannabinoides. En sus instalaciones, cuentan con dos invernaderos de última tecnología, equipados con sistemas avanzados para garantizar un ambiente óptimo para el crecimiento de las plantas. En estos invernaderos, se cultivan diversas cepas de Cannabis sativa, una variedad conocida por su capacidad para producir cannabinoides como el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC), los cuales tienen diversas aplicaciones terapéuticas.
Una de las estrategias más importantes que emplea Jazz Pharmaceuticals es la clonación de las plantas, que permite reproducir ejemplares genéticamente idénticos a la planta madre para asegurar que los productos derivados mantengan la misma calidad. La clonación se realiza utilizando tanto tallos como semillas, aunque estas últimas generan una mayor variabilidad genética. A través de la clonación, se pueden mantener y reproducir las cepas más efectivas, asegurando la homogeneidad en los cultivos y facilitando la creación de productos farmacéuticos consistentes y de alta calidad.
Fase de floración y producción de cannabinoides
El ciclo de vida de las plantas de cannabis está dividido en varias fases, siendo la de floración una de las más cruciales para la producción de cannabinoides. Esta etapa, que se produce en otoño, se caracteriza por la maduración de las flores. Las plantas femeninas desarrollan tricomas, estructuras glandulares microscópicas que se encuentran en la superficie de las flores y que contienen la mayor concentración de cannabinoides.
Los compuestos activos, como el CBD y el THC, son responsables de los efectos terapéuticos del cannabis, como el alivio del dolor, la reducción de la ansiedad o la mejora del sueño. Tan solo las plantas femeninas producen estos tricomas de forma significativa, lo que hace que la distinción entre plantas masculinas y femeninas sea esencial en el cultivo de cannabis. Jazz Pharmaceuticals utiliza este conocimiento para seleccionar y cultivar únicamente las plantas femeninas más productivas, optimizando el rendimiento en términos de calidad y cantidad de cannabinoides.
El cultivo de cannabis se efectúa en invernaderos de cristal, lo que permite un control preciso y eficiente de las condiciones ambientales. Este tipo de invernaderos favorece la regulación de factores clave como la temperatura, la humedad y la intensidad de la luz, asegurando un ambiente ideal para el crecimiento de las plantas durante todo el ciclo de cultivo. La luz juega un papel fundamental en la floración de las plantas, por lo que el control de la iluminación es vital para garantizar la correcta maduración de las flores. Las plantas de cannabis cultivadas pueden alcanzar hasta dos metros de altura, y el ciclo de crecimiento dura entre 16 y 20 semanas, permitiendo hasta tres cosechas al año.
Creando medicamentos personalizados
Jazz Pharmaceuticals se distingue por su enfoque en la diversificación genética del cannabis. La capacidad de cultivar diferentes tipos de plantas y clones permite a la empresa adaptar sus productos a las necesidades terapéuticas específicas de los pacientes. Las cepas de cannabis cultivadas en el centro están orientadas a obtener distintos perfiles del cannabinoide CBD. Esta diversidad permite la creación de productos farmacéuticos con propiedades diferenciadas, lo que es fundamental para tratar una amplia gama de enfermedades y condiciones médicas.
El proceso de clonación es esencial para garantizar la estabilidad y consistencia de las cepas. Si bien las plantas se clonan para preservar sus características, no se realizan modificaciones genéticas en las plantas. Este enfoque asegura que los dos medicamentos de Jazz Pharmaceuticals elaborados a partir del cannabis sean seguros, efectivos y cumplan con las normativas reguladoras de calidad y seguridad.
Cultivo de cannabis CBD de alto rendimiento
El proceso de cultivo de plantas de cannabis CBD de alto rendimiento se inicia en una unidad de propagación donde las plantas madre se fortalecen antes de cada cosecha. En este entorno controlado, las plantas madre, que han sido seleccionadas específicamente por sus características, se dividen cuidadosamente en esquejes. Cada esqueje es colocado en un contenedor específico dentro de bandejas para su propagación. Estas bandejas son puestas en un ambiente con alta humedad para fomentar el enraizamiento, proceso que dura entre dos y cuatro semanas.
Durante la propagación, los esquejes se colocan en macetas grandes llenas de un medio de cultivo sin pesticidas. De la misma forma, se controla la temperatura mediante tuberías de agua calentada, que también sirven como rieles de acceso para los carros de recolección y plantación. El suministro de agua y nutrientes se realiza con precisión a través de un sistema de riego controlado, y el CO2 se introduce para complementar los niveles necesarios para la fotosíntesis.
El ciclo de cultivo está dividido en dos fases esenciales: la fase vegetativa y la fase de floración. Durante la fase vegetativa, las plantas requieren largos días para crecer grandes y fuertes, de modo que puedan soportar el peso de las flores que se desarrollarán en la siguiente fase. Los días cortos de la fase de floración inician el desarrollo de las flores, que contienen los cannabinoides como el CBD. A medida que las plantas maduran, sus flores cambian de color, señalando que están listas para la cosecha.
Una vez que las flores alcanzan su madurez, las plantas se cortan por la base y se trasladan al área de separación e inspección. En esta etapa, se asegura la consistencia de la materia prima botánica -Botanical Reference Materials (BRM)-, separando mecánicamente las flores y las hojas que contienen CBD del resto de la planta. La trituración de las flores y hojas asegura un tamaño de partícula uniforme, que es crucial para su posterior procesamiento. Después de la separación, el material triturado se seca en un secador rotativo a bajas temperaturas, reduciendo la humedad al nivel deseado. El BRM seco se comprime ligeramente en paquetes de 65 kg, garantizando que cada planta de cannabis CBD cultivada esté cuidadosamente monitoreada en cada etapa, desde la propagación hasta el embalaje.
Flujo general del proceso de fabricación
Para garantizar la calidad y eficacia del producto final, el proceso comienza con la siembra y cultivo de la BRM en condiciones controladas dentro de instalaciones especializadas de cultivo a escala comercial, conocidas como CMO (Contract Manufacturing Organization). Allí, las plantas son cultivadas bajo estrictos estándares de calidad, lo que garantiza que la materia prima tenga los ingredientes activos necesarios para su posterior procesamiento. Una vez cosechadas, son sometidas a un proceso de granulación para facilitar su manejo y transporte.
Cuando la BRM ha sido granulada, se lleva a cabo una descarboxilación que implica la eliminación de un grupo carboxilo de la materia vegetal, un paso esencial para activar los compuestos bioactivos de la planta, como el CBD. Posteriormente, la BRM pasa por un proceso de molienda, lo que asegura que los compuestos deseados sean accesibles para los siguientes pasos del proceso de extracción.
El BRM gastado, es decir, aquel material que ya ha sido utilizado en el proceso de descarboxilación, es destinado para compostaje, garantizando así que se minimice el desperdicio y se maximicen los beneficios ambientales. Por otro lado, el BRM descarboxilado es trasladado a la etapa de extracción, que permite la obtención de los compuestos activos presentes en la planta.
Refinado y cristalización del extracto
El extracto filtrado se somete a un proceso de evaporación que ayuda a concentrar y refinar el producto. El producto cristalizado se procesa nuevamente con etanol, aceite de sésamo, aromatizantes y otros ingredientes necesarios para mejorar la calidad del producto final. Esta etapa es crucial para asegurar la pureza y la consistencia del extracto que se utilizará en los medicamentos. Después de efectuar la cristalización final, el extracto es envasado en botellas de vidrio de 100 ml, empaquetado en cajas de cartón, sellado y trasladado al almacén para su envío a su destino final. El flujo de proceso asegura la calidad y la trazabilidad de cada lote de producto, lo que es esencial en la industria farmacéutica, especialmente en la producción de derivados botánicos como el CBD.
Todos los medicamentos basados en cannabinoides que se fabrican en Jazz Pharmaceuticals están sujetos a las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF), lo que garantiza que cumplan con los estándares más altos de calidad y seguridad en la industria farmacéutica. Estos productos están destinados a tratar diversas condiciones médicas, como la epilepsia o la espasticidad en esclerosis múltiple. La empresa también lleva a cabo investigaciones continuas para desarrollar nuevos tratamientos y mejorar los existentes.
Comprometidos con la sostenibilidad y la eficiencia energética
Jazz Pharmaceuticals no solo se destaca por su innovación en el cultivo y producción de medicamentos basados en cannabinoides, sino también por su compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética. En KSP, han implementado diversas medidas para reducir su impacto ambiental, como la conversión a iluminación LED de bajo consumo y la instalación de enfriadores más eficientes. Asimismo, han adoptado prácticas sostenibles en sus operaciones, como el uso de energía renovable en su centro de cultivo de Wissington (Norfolk, Reino Unido), donde una turbina eólica alimenta los invernaderos, y el aprovechamiento del agua de lluvia recogida de los techos para regar las plantas.
El compromiso de la empresa biofarmacéutica con la sostenibilidad también se refleja en el uso de CO2 residual para mejorar el crecimiento de las plantas, contribuyendo así a la reducción de emisiones y optimizando el proceso de cultivo. En línea con estos esfuerzos, se han plantado más de 3.000 árboles y arbustos autóctonos en varias ubicaciones de cultivo de Jazz Pharmaceuticals como parte de su iniciativa para mejorar la biodiversidad local.