A pesar de los esfuerzos para reducir su consumo, el tabaquismo sigue representando un grave problema de salud pública en España, entendido ya como una enfermedad crónica. En concreto, esta adicción está implicada en seis de las ocho principales causas de mortalidad, no en vano es responsable de casi 70.000 ...
A pesar de los esfuerzos para reducir su consumo, el tabaquismo sigue representando un grave problema de salud pública en España, entendido ya como una enfermedad crónica. En concreto, esta adicción está implicada en seis de las ocho principales causas de mortalidad, no en vano es responsable de casi 70.000 muertes prematuras evitables anualmente, el 40% en hombres de entre 35 y 70 años y del 15% en mujeres dentro del mismo rango de edad.
Actualmente, el problema se agrava con la proliferación de nuevas formas de consumo, tales como los cigarrillos electrónicos o vapeadores, así como el cada vez más temprano inicio del hábito entre el grupo poblacional de jóvenes. Sin duda, esta situación pone de manifiesto la necesidad de implementar intervenciones continuas y contundentes para abordar de manera eficaz el impacto del tabaquismo en la población española.
Así se entiende desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) que, con el apoyo de TEVA Farmacia, ha elaborado un documento clínico 'Enfoque Integral del Tabaquismo en Atención Primaria', bajo la coordinación del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de SEMERGEN del que son miembros los Dres. Raúl de Simón y Helia Madrona, quienes han dado a conocer esta innovadora estrategia a los medios de comunicación este jueves, 13 de febrero.
"Lo que se pretende es abordar de una forma holística, integral, también aglutinando todas las necesidades que pueda tener el fumador y también el profesional de Atención Primaria que asiste a los afectados por el hábito tabáquico", según señaló el Dr. De Simón.
De sus principales aportaciones destacadas cabe reseñar, según este especialista, "las indicaciones que se incluyen para cada variedad de pacientes: desde aquél que presenta cardiopatía, o también con enfermedad pulmonar crónica, embarazadas, aquellos con obesidad, además, muy importante es el abordaje en pacientes con enfermedad mental".
Para la Dra. Madrona, "las medidas de concienciación que se disponen actualmente no están siendo suficientes, a lo que se suma un inicio de consumo cada vez más temprano y nuevas formas de consumo que para los médicos AP suponen todo un reto".
El documento presentado por SEMERGEN incluye una novedosa herramienta de trabajo denominada REVERSE, con una metodología estructurada y dirigida a médicos del primer nivel asistencial. Consta de siete pasos fundamentales cada uno de ellos orientado a evaluar y apoyar al paciente en su proceso hacia la cesación tabáquica, asegurando una atención holística y personalizada, de acuerdo con lo expuesto los representantes del Grupo de Tabaquismo de SEMERGEN. "Sin duda, se trata de una herramienta práctica, sencilla, flexible y muy aplicable y que abarca más o menos abarca unos 15 minutos de la consulta de Atención Primaria", tal como destacó la Dra. Madrona.
El propósito de SEMERGEN es hacer llegar al mayor número posible de médicos de AP este protocolo. "Tenemos a partir de ahora un plan de difusión importante para lo cual se han establecido, en un principio, cerca de 100 reuniones por diferentes puntos del país. Pensamos que su implementación puede representar un gran avance en el manejo del tabaquismo, brindando a los pacientes mayores posibilidades de éxito en su camino hacia el abandono del hábito tabáquico", subrayó el Dr. De Simón.
Pasos del protocolo REVERSE en la consulta de AP
1. Recepción y evaluación inicial: Se da la bienvenida al paciente en un ambiente de confianza y receptividad. Se indaga sobre el motivo de consulta y se sientan las bases para una entrevista motivacional, elemento clave para generar el cambio de comportamiento necesario para la cesación tabáquica.
2. Evaluación de hábitos y dependencia: Se analiza el historial de tabaquismo del paciente, incluyendo la duración del hábito, la cantidad y tipo de productos de tabaco consumidos, así como intentos previos de abandono. Para determinar el nivel de dependencia a la nicotina, se recomienda la aplicación del test de Fagerström, una herramienta que permite adaptar el enfoque terapéutico, según la necesidad de cada paciente.
3. Valoración médica integral: Este paso consiste en un examen físico detallado y una revisión de los antecedentes médicos del paciente para identificar condiciones de salud que podrían estar relacionadas o agravadas por el tabaquismo, como enfermedades cardiovasculares, respiratorias o cáncer. Además, en este punto se realiza una revisión de los fármacos que podría estar tomando el paciente, con el fin de evaluar cualquier interacción con posibles tratamientos para la cesación del tabaco.
4. Establecimiento de la fase de cambio:En este paso se determina en qué etapa del cambio se encuentra el paciente usando modelos psicológicos, como el de Prochaska y DiClemente.
5. Recomendación del tratamiento: En el quinto paso del protocolo REVERSE, se enfatiza en la importancia de un enfoque personalizado para el paciente basado en la información recopilada previamente. Este plan puede incluir diversas estrategias, como tratamiento farmacológico, no farmacológico, así como medidas de prevención de recaídas. Según el protocolo, el abordaje no farmacológico, a través del apoyo cognitivo-conductual al paciente, debe ser una parte fundamental del tratamiento del fumador.
6. Suministro de educación y recursos: En este paso, se ofrece al paciente un conjunto de materiales informativos, como folletos, guías y referencias digitales, que ilustran tanto los peligros del tabaquismo como las ventajas de su cese, asegurando que tenga acceso continuo a apoyo educativo y práctico.
7. Evaluación y seguimiento: Este último paso se enfoca en mantener un contacto continuo con el paciente para monitorear su progreso y hacer ajustes necesarios al plan de tratamiento. Se recomienda hacer un seguimiento programado del paciente desde la primera semana después del último cigarrillo hasta llegar al año de abstinencia.