La gran mayoría de los bebés obtenidos mediante fecundación in vitro son saludables, sin embargo, algunos embarazos logrados mediante tecnología de reproducción asistida (TRA), definida como la manipulación in vitro de óvulos y espermatozoides o embriones, pueden ser objeto de defectos de nacimiento en comparación con los embarazos concebidos naturalmente. Así se desprende ...
La gran mayoría de los bebés obtenidos mediante fecundación in vitro son saludables, sin embargo, algunos embarazos logrados mediante tecnología de reproducción asistida (TRA), definida como la manipulación in vitro de óvulos y espermatozoides o embriones, pueden ser objeto de defectos de nacimiento en comparación con los embarazos concebidos naturalmente. Así se desprende de un reciente estudio colectivo entre las Universidades de Australia del Sur (UniSA), Australia Occidental (UWA) y el Instituto de Investigación Infantil del citado país, que partió del objetivo de averiguar si la prevalencia de exposición a medicamentos teratogénicos durante el embarazo podría variar en función del método de concepción empleado.
Para desentrañar los efectos del tratamiento y la subfertilidad, los autores del estudio compararon la exposición a medicamentos teratogénicos durante el embarazo, en función de cuatro grupos compuestos por mujeres que utilizaban técnicas de reproducción asistida (TRA) (2041); mujeres que tomaban medicamentos para inducir la ovulación (IO) (590); mujeres con subfertilidad no tratada (2063); y embarazos naturalmente fértiles (52.987).
Los investigadores descubrieron que los embarazos mediante fertilización in vitro (FIV) e inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) tenían la mayor exposición a medicamentos teratogénicos, que potencialmente pueden dañar al feto durante el primer trimestre del embarazo. Los embarazos TRA tuvieron la mayor exposición a medicamentos de categoría D tomados en el primer trimestre. La exposición a los medicamentos de la categoría X (que causan más daño durante el embarazo) fue baja en todos los grupos y trimestres, con menos del 0,5 % de los embarazos.
Los cinco medicamentos de categoría D/X utilizados con mayor frecuencia en todos los embarazos, independientemente del estado de concepción, fueron paroxetina, lamotrigina, ácido valproico, carbamazepina y tratamientos para la dependencia de la nicotina, tal como se detalla en el estudio publicado en la revista 'Australian and New Zealand Journal of Obstetrics and Gynaecology'.
"Estas diferencias en la exposición están relacionadas principalmente con los medicamentos utilizados como tratamiento adicional después de la terapia de reproducción asistida para prevenir abortos repetidos o implantaciones fallidas, en lugar de medicamentos para tratar enfermedades crónicas subyacentes", según explicó la investigadora de UniSA, Dra. Anna Kemp-Casey, directora del estudio.
La principal conclusión del estudio es que aunque los embarazos mediante técnicas de reproducción asistida se planifican rigurosamente los medicamentos que se toman durante los tratamientos de fertilidad pueden aumentar inadvertidamente la exposición a riesgos de defectos congénitos, en particular durante períodos críticos del desarrollo feto.
"La mayor exposición a medicamentos de las categorías D y X en los embarazos mediante técnicas de reproducción asistida durante el primer trimestre puede contribuir a la mayor tasa de defectos de nacimiento observados en los bebés mediante técnicas de reproducción asistida", afirmó el prof. Roger Hart, coinvestigador de la UWA , también médico clínico en ejercicio de FIV y director médico nacional de City Fertility.
Los autores consideran, no obstante, que se necesita más investigación para examinar la exposición a medicamentos de las categorías D y X durante el embarazo, así como las condiciones médicas maternas subyacentes y su contribución al riesgo de defectos de nacimiento en los bebés tratados con TRA.