En todo el mundo se realizan aproximadamente 300 millones de cirugías no cardíacas cada año. Es por ello que expertos consideran preciso un enfoque multidisciplinario basado en equipos, que incluya cirujanos, médicos de atención primaria, cardiólogos, médicos de medicina interna y otros especialistas médicos, para optimizar la atención de los ...
En todo el mundo se realizan aproximadamente 300 millones de cirugías no cardíacas cada año. Es por ello que expertos consideran preciso un enfoque multidisciplinario basado en equipos, que incluya cirujanos, médicos de atención primaria, cardiólogos, médicos de medicina interna y otros especialistas médicos, para optimizar la atención de los pacientes con enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo antes, durante y después de una intervención quirúrgica.
De ahí las directrices conjunas de 2024 de la Asociación Estadounidense del Corazón y el Colegio Estadounidense de Cardiología, tras una década sin una actualización de las ´Guías Para el manejo cardiovascular de adultos sometidos a cirugía no cardíaca´. Las recomendaciones han sido respaldadas, además, por otra siete entidades, tales como, el Colegio Americano de Cirujanos, la Sociedad Americana de Cardiología Nuclear, la Sociedad del Ritmo Cardíaco, la Sociedad de Anestesiólogos Cardiovasculares, la Sociedad de Tomografía Computarizada Cardiovascular, la Sociedad de Resonancia Magnética Cardiovascular y la Sociedad de Medicina Vascular.
Las nuevas directrices, publicadas en ´Circulation y en JACC, las revistas científicas de la Asociación Americana del Corazón y del Colegio Americano de Cardiología, respectivamente, están dirigidas a las diversas especialidades que se ocupan de personas que se someten a cirugía que requiere anestesia general o regional y que tienen un riesgo cardiovascular conocido o potencial.
Evidencia más reciente
La guía de 2024 presenta la evidencia más reciente para la evaluación adecuada del riesgo de enfermedades cardiovasculares en pacientes que tienen una cirugía no cardíaca programada y el manejo de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares antes, durante y después de una cirugía no cardíaca.
Engloba desde el manejo de la presión arterial antes, durante y después de la cirugía, hasta recomendaciones específicas para pacientes con enfermedad de la arteria coronaria, miocardiopatía hipertrófica, enfermedad cardíaca valvular, hipertensión pulmonar, apnea obstructiva del sueño y accidente cerebrovascular previo. Asimismo, incluye un algoritmo perioperatorio para orientar a los profesionales de la salud en las decisiones sobre el cuidado de los pacientes con enfermedades cardiovasculares que se someten a una cirugía no cardíaca.
"Esta guía se ha redactado teniendo en cuenta que estos y otros factores y afecciones de riesgo cardiovascular pueden contribuir a resultados quirúrgicos negativos si no se reconocen o no se optimizan antes de la cirugía", indicó la presidenta del grupo de redacción de las directrices, Dra. Annemarie Thompson, a su vez, profesora de anestesiología, medicina y ciencias de la salud poblacional en el Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.
Recomendaciones de detección actualizadas
Entre las principales recomendaciones se incluye también "prudencia y especificidad" al solicitar pruebas de detección, como pruebas de esfuerzo, para determinar el riesgo cardíaco antes de una cirugía.
Asimismo, incluye recomendaciones sobre el uso de la ecografía cardíaca focalizada de emergencia para pacientes sometidos a cirugía no cardíaca con inestabilidad hemodinámica inexplicable (presión arterial inestable) si hay médicos con experiencia en ecografía cardíaca disponibles. La ecografía cardíaca focalizada ha surgido como una opción de detección desde la última guía; se puede realizar en el quirófano durante la cirugía para ayudar a determinar si los problemas cardíacos están causando la presión arterial inestable.
Manejo de medicamentos
Los medicamentos más novedosos para la diabetes tipo 2, la insuficiencia cardíaca y el control de la obesidad tienen importantes implicaciones perioperatorias, según la guía de 2024.
En el caso de los pacientes que toman anticoagulantes, la nueva guía recomienda que, en la mayoría de los casos, es seguro dejar de tomarlos varios días antes de la cirugía, proceder a la cirugía y volver a tomarlos después de la cirugía, generalmente después del alta hospitalaria. Se recomienda a los médicos que consulten la guía para conocer las excepciones y modificaciones.