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Jornada de la Cátedra Áliad "Salud y Excelencia"

La higiene de manos es la medida preventiva más importante para evitar la transmisión de infecciones.

02/03/2015

La Facultad de Medicina de la Universidad Complutense ha celebrado, recientemente, una jornada sobre la observación del cumplimiento de higiene de manos organizada por la Cátedra Áliad “Salud y Excelencia”. El acto contó con la participación de la doctora Paloma Ortega, vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad ...

La Facultad de Medicina de la Universidad Complutense ha celebrado, recientemente, una jornada sobre la observación del cumplimiento de higiene de manos organizada por la Cátedra Áliad “Salud y Excelencia”. El acto contó con la participación de la doctora Paloma Ortega, vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, así como el doctor Julio González Bedia, director general de Áliad, el doctor David Martínez, director de la Cátedra Áliad, y la doctora Ana Robustillo, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Hospital Universitario La Paz de Madrid. Por otro lado, en el acto también participaron profesionales médicos y enfermeras del servicio de medicina preventiva del Hospital Universitario La Paz de Madrid que explicaron las mejores medidas preventivas y de control ante patógenos emergentes durante la atención sanitaria.

Una de las ponencias, a cargo de la doctora Verónica Pérez, médico adjunto de Medicina Preventiva del Hospital La Paz, puso de relieve los resultados de los últimos estudios sobre la importancia de la higiene de manos. Dichos datos señalaron que, en Europa, las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria alcanzan una prevalencia del 4,6 al 9,3%, que supone que cada año haya cinco millones de infecciones, que se traduce en unos costes de unos 24.000 millones de € al año. “En Europa la mortalidad bruta directamente atribuible a infecciones nosocomiales representan el 1%, unos 50.000 fallecimientos al año”. La mayor parte de las infecciones relacionadas con los centros hospitalarios se deben a las bacterias en catéteres intravenosos, 40%, y otro 40% en enfermos con ventilación mecánica.

Cabe destacar que, en el S XIX, el doctor Semmelweis fue el primer científico en probar la eficacia de la higiene de manos en un hospital de maternidad, donde consiguió bajar la mortalidad de madres y bebés, institucionalizando el lavado de manos con agua y jabón de los profesionales sanitarios que atendían los partos. Actualmente, se ha detectado una mayor efectividad con el uso de soluciones alcohólicas, que reduce el tiempo de eliminación de las bacterias de los 40 a 60 segundos que precisa  el lavado de agua y jabón a la mitad, de 20 a 30 segundos. De hecho, el hábito de la higiene de manos es un tema cultural y debe adoptarlo todo el personal sanitario. En 2007, un estudio reveló que el 12,4% de los profesionales se lavaban las manos antes de atender al paciente, mientras que el 47,1% lo hacía tras atender a ese paciente. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está promoviendo la necesidad de intervenciones educativas, la inversión en recursos y formación continuada, y que los pacientes exijan a su médico o enfermera que se laven las manos antes de atenderles. 

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