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BeiGene consigue que su Brukinsa venga a España para tres indicaciones a los nueve meses de ser aprobadas por la EMA

Esta empresa biotecnológica, con vocación global, asegura que su misión es priorizar al paciente y el acceso a la innovación. Brukinsa es un inhibidor de la tirosina cinasa de Bruton (BTK) con una inhibición potente, mantenida en el tiempo y selectiva. Está indicado para el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC), del linfoma de zona marginal (LZM) y de la macroglobulinemia de Waldenström (MW).

Estado: Esperando

04/07/2023

El cáncer no tiene fronteras. La innovación, tampoco. El objetivo de BeiGene es desarrollar tratamientos innovadores y accesibles que transformen la vida de los pacientes con cáncer en todo el mundo. Esta empresa biotecnológica organizó este martes en Madrid un encuentro con la prensa para explicar su actividad en España ...

El cáncer no tiene fronteras. La innovación, tampoco. El objetivo de BeiGene es desarrollar tratamientos innovadores y accesibles que transformen la vida de los pacientes con cáncer en todo el mundo. Esta empresa biotecnológica organizó este martes en Madrid un encuentro con la prensa para explicar su actividad en España y dar a conocer su última innovación, con la que han transformado el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC), del linfoma de zona marginal (LZM) y de la macroglobulinemia de Waldenström (MW).

Alberto Carballo, director de Asuntos Corporativos, dio la bienvenida y comentó que "el tiempo en la investigación es fundamental. En BeiGene, el tiempo es importante". Cristina García Medinilla, directora General, España y Portugal, recordó que el cáncer no entiende de fronteras. Contó cómo John V. Oyler y Xiaodong Wang se unieron para crear la compañía con la creencia de que se puede llegar más rápido y "retando a lo que era la industria tradicional". BeiGene se funda en 2010. "En el pequeño recorrido que tiene la compañía, ha conseguido tres moléculas de desarrollo propio y tenemos más de 35 ensayos en Fase III", dijo. Tienen un modelo propio de I+D que les aporta flexibilidad y el foco de que la innovación llegue a todos los pacientes del mundo. En 2022-2023 su compromiso era traer diez moléculas y ahora pretenden alcanzar esa cantidad por año.

Están en tumores sólidos, en oncohematología, en inmunología y en programas que van más allá dentro del ámbito de la inmunología y la inflamación. Tienen ensayos en más de 45 países. Algo que es peculiar en BeiGene es la colaboración con otras empresas y diferentes agentes del sector. Brukinsa es un fármaco aprobado en más de 60 mercados. "Nuestra misión es ofrecer medicamentos para los pacientes que más lo necesitan", insistió.

España es un país clave para BeiGene. Aquí, se trabaja para cerrar la brecha de acceso y en fases tempranas. En los últimos nueve meses han recibido el reembolso de tres indicaciones. Hay un departamento dedicado a colaboraciones más allá del fármaco. Los pacientes están en primer lugar dentro de los valores de la compañía.

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La Dra. Patricia Baltasar, hematóloga del Hospital Universitario La Paz, explicó que la leucemia linfocítica crónica tiene un curso lento y progresivo en la que los pacientes se mantendrán sin síntomas en la mayoría de su enfermedad, pero que, como son sobre todo mayores de 70 años, tendrán otras comorbilidades. Es una enfermedad que no se necesita un tratamiento, pero que en un momento dado el paciente se empieza a encontrar mal y tiene una correlación en los análisis. Se va viendo venir cuando hay problemas. La incidencia es de 30 casos por cada 100.000 habitantes de más de 60 años. "Cuando nuestros pacientes necesitan tratamiento, tendrán otras enfermedades que no podemos agravar y necesitamos a otros especialistas y a los del servicio de Atención Primaria y de Farmacia Hospitalaria. Es un modelo de manejo multidisciplinar", describió. Hay dos momentos críticos. Uno es el del diagnóstico, cuando el paciente sólo se queda con la palabra "leucemia". El otro punto de inflexión es cuando el paciente necesita tratamiento. La población con ella es vulnerable y el tratamiento era de inmunoquimioterapia. "Las terapias dirigidas han marcado un antes y un después y han cambiado el curso de la enfermedad, nos han ayudado a dar carpetazo a la inmunoquimioterapia", afirmó.

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El Dr. Antonio Salar, hematólogo del Hospital de la Arrixaca de Murcia, se encargó del linfoma de zona marginal, "la hermana pobre de los linfomas", por su baja prevalencia. Es un linfoma en el que puede aparecer en cualquier parte del organismo, por lo que es una enfermedad heterogénea, lo que dificulta el diagnóstico. El 7-8% del total de linfomas corresponde a la zona marginal. La incidencia sería de 2,5 personas por 100.000 habitantes. La edad media de los pacientes oscila entre los 60 y los 65 años, aunque pueden aparecer en gente muy joven, de 25-30 años. Incluso, hay una variante ganglionar en pediatría. El primer impacto es el de oír el diagnóstico. En esa primera visita, el paciente se suele bloquear. Otro punto clave es cuando hay que decidir el tratamiento. La palabra cáncer sigue teniendo una connotación negativa para las Administraciones y ahí hay margen para poderlo mejorar. El tema del olvido es dramático. Es relevante la incorporación multidisciplinar porque este tipo de linfomas puede afectar a cualquier órgano. Los equipos de oncocardiología y de Farmacia Hospitalaria son imprescindibles. Tradicionalmente, se han seguido las estrategias de un linfoma indolente. Actualmente, se habla de las alteraciones de los genes y se están haciendo estudios específicos en linfomas de la zona marginal, especialmente en los últimos cinco años. La terapia celular, para pacientes muy avanzados, pueden suponer hasta la curación de la enfermedad. Se están introduciendo combinaciones libres de quimioterapia, que no están exentas de efectos adversos, cada vez de forma más temprana, administrándolas de una forma más segura y eficaz.

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Cristina Bas, directora médico de BeiGene, presentó Brukinsa. Respecto al mecanismo de acción, es un inhibidor de la tirosina cinasa de Bruton (BTK). La vía de señalización de BTK es esencial para el desarrollo y función de los linfocitos B. Una activación no regulada puede llevar a la proliferación de linfocitos B tumorales. La inhibición debe ser selectiva. Este medicamento tiene una inhibición potente, mantenida en el tiempo y selectiva. Está aprobado para el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC), para linfoma de zona marginal (LZM) y para macroglobulinemia de Waldenström (MW). Expuso diferentes estudios pivotales en LLC como ALPINE y SEQUOIA y estudios pivitales en LZM y MW como MAGNOLIA y ASPEN. Concluyó que el perfil de seguridad era bastante favorable.

El Dr. Salar consideró que en pacientes con cáncer acortar el tiempo entre que se aprueba un medicamento por la Agencia Europea (EMA) y por las agencias nacionales, y más teniendo en cuenta que la FDA (la americana) suele aprobarlos antes. Nueve meses, como este caso, es "una excelente noticia". Bas puntualizó que esta aprobación tan temprana es un aval del carácter diferenciador de BeiGene. García subrayó hizo hincapié en que la misión de la compañía es priorizar al paciente, que "el precio en sí no dice nada" y que por eso es flexible. Es un fármaco que se puede poner en primera línea como en el tratamiento de rescate. Aproximadamente un tercio de los pacientes con LLC no se trata nunca. En todos los demás, tendría cabida. En LZM, el porcentaje de pacientes recaídos que pueden tratarse con este inhibidor es prácticamente para el 100%. García reiteró que la compañía se fundó con una vocación global.

Autor: IM Médico
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