En los programas de cribado de diabetes tipo 2 en España "existe una inequidad entre comunidades autónomas, por lo que resulta necesario unificar el abordaje del cribado de la diabetes a nivel nacional con un programa común para hacerlo de forma más sistemática y organizada", ha denunciado el jefe de ...
En los programas de cribado de diabetes tipo 2 en España "existe una inequidad entre comunidades autónomas, por lo que resulta necesario unificar el abordaje del cribado de la diabetes a nivel nacional con un programa común para hacerlo de forma más sistemática y organizada", ha denunciado el jefe de Servicio y director de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez (Huelva), Francisco Javier Carrasco.
Durante la primera edición de ´Menarini Diabetes Review´, organizado por Área Científica Menarini, varios expertos se han reunido con el objetivo de reducir la incidencia de la diabetes tipo 2 y mejorar su prevención. Los especialistas han coincidido en la necesidad de fomentar desde todos los ámbitos la actividad física, los buenos hábitos alimentarios, además de la equidad en los cribados.
"Es muy importante identificar a las personas que viven con diabetes, además de la complejidad y el riesgo que la enfermedad conlleva en estas personas, y esto es un reto para la atención sanitaria en España", ha indicado, el Innovation and Research Officer en el Instituto Catalán de la Salud y médico de familia en el C.S. Sant Martí de Provençals (Barcelona), Xavier Cos.
El especialista ha propuesto que "el sistema sanitario debe estar organizado de mejor manera para poner a la persona en el centro, pero sin pecar de paternalismo o, dicho de otra manera, educar, fomentar la autonomía del paciente y que sea menos dependiente del sistema, que sea copropietario de su proceso y que los especialistas le acompañen en su condición de riesgo".
En este sentido, Cos considera que la diabetes tipo 2 se tiene que trabajar desde la política sanitaria o los medios de comunicación para que "todo el mundo se sienta interpelado", especialmente los jóvenes, en cuyo grupo de edad ha aumentado el diagnóstico de la enfermedad en los últimos años debido a las altas tasas de obesidad en España y Europa.
Más allá de este análisis de la situación de la enfermedad en España y los pacientes, los expertos reunidos en la jornada ´Menarini Diabetes Review´ han repasado también las principales novedades en cuanto al tratamiento de la diabetes tipo 2.
"Por una parte, han conseguido que se mejore el pronóstico cardiovascular y renal y, por otra, se asocian a un mejor control de la glucemia", ha manifestado el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, José Luis Górriz.
Esto se traduce, en palabras Górriz, "en una importante mejora de la calidad de vida de los pacientes, con el beneficio en la progresión de la enfermedad renal sin duda ninguna supone una reducción de costes para el sistema sanitario".
En este campo, los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT-2) se posicionan como una de las opciones terapéuticas más utilizadas. Estos fármacos de administración oral actúan fundamentalmente en el riñón inhibiendo parte de la glucosa absorbida por este órgano por lo que se aumenta la excreción urinaria de glucosa; y se asocian a beneficios en otras muchas acciones como en el sistema de ahorro de energía, para la realización de las funciones renales y otros mecanismos de progresión de la enfermedad renal crónica.
Además, "se pueden utilizar prácticamente en todas las fases evolutivas de la enfermedad y en combinación con el resto de los fármacos usados para la diabetes, con lo cual son muy versátiles", ha afirmado el jefe de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital General de Segovia, Fernando Gómez-Peralta.
Entre las principales ventajas de los iSLGLT-2, destaca que son más potentes que otros fármacos en términos de control glucémico. "Gracias a los beneficios concomitantes en control tensional, peso y otros efectos cardiovasculares, han demostrado reducir la morbimortalidad cardiovascular y renal", ha destacado Gómez-Peralta.