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Congreso de Urología: "Si eres un buen cirujano laparoscópico, no lleva mucho tiempo convertirse en un muy buen cirujano robótico"

Andrea Minervini, en un desayuno con residentes, les comenta que, si pruebas la robótica, es realmente difícil volver a la laparoscopia. Explica sus inicios con la cirugía robótica. Les recomienda estudiar anatomía, hacer mucha anatomía.

25/05/2023

Algo muy específico del LXXXVI Congreso Nacional de Urología, de la Asociación Española de Urología (AEU), fue la celebración, este jueves, de los desayunos con los expertos. En el protagonizado por Andrea Minervini, con la moderación de Joan Palou y al que acudió un grupo de residentes, se les pudo ...

Algo muy específico del LXXXVI Congreso Nacional de Urología, de la Asociación Española de Urología (AEU), fue la celebración, este jueves, de los desayunos con los expertos. En el protagonizado por Andrea Minervini, con la moderación de Joan Palou y al que acudió un grupo de residentes, se les pudo preguntar por diferentes inquietudes.

Se habló de prostatectomía radical, de nefrectomía parcial y de otras intervenciones, pero sobre todo de cirugía robótica y de formación. Palou le preguntó cuándo hizo su primera cirugía robótica. "Cuando llegué a Florencia", comentó. Antes, en su residencia, en Pisa, a finales de los 90, ya se empleaba el robot para cirugía cardiotorácica, "pero el cirujano cardiotorácico no quería usar el robot". Así que éste estaba "allí disponible, justo debajo de las escaleras, sin que nadie que lo usara".

Después. Se mudó a Reino Unido, a Londres, y descubrió, haciendo laparoscopia, el robot estaba aumentando en evidencia, Cando fue a trabajar a Florencia, en 2005, pidieron en su hospital comprar el robot, con financiación. "Escribí el proyecto en 2005 y, básicamente, tomó cinco años tener este robot en Florencia. Llegó el robot en 2010", contó. Empezaron con la prostatectomía, "como todos". Si bien, "debido a nuestra gran experiencia con mi antiguo jefe, el profesor Carini, quien es mi mentor, mi padre en términos urológicos, comenzamos con la nefrectomía parcial inmediatamente después", puntualizó. En resumen, casi 18 años de experiencia con el robot. "Empezamos con volúmenes muy pequeños. En 2014, pasamos a la cistectomía, cuando llegó el segundo robot", señaló.

Afirmó que en su centro todos pueden aprender robótica, pertenece al grupo de centros que brindan esta capacitación dentro del plan de estudios. "Puedes quedarte con nosotros seis meses haciendo robótica. Estamos comprometidos con esta persona que viene a nosotros porque sabemos que, en seis meses, tendrá que saber cómo realizar una prostatectomía radical porque, cuando vuelva a su hospital, tendrá que hacer una cirugía por sí mismo", declaró.

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Un debate constante es si se asimila a la cirugía laparoscópica. "Si eres un buen cirujano laparoscópico, no lleva mucho tiempo convertirse en un muy buen cirujano robótico", alegó. Y, luego, "si pruebas la robótica, es realmente difícil volver a la laparoscopia porque ves mejor, porque no hay temblor de movimiento en los instrumentos, porque puedes trabajar básicamente con la cámara, las dos manos, el tercer brazo. El movimiento es bastante similar en términos de técnica. No tienes que cambiar tu técnica, pero ahora es más fácil en Florencia también por la organización de las salas, de los quirófanos. Básicamente trasladamos todo el procedimiento de la laparoscopia a la robótica, todos ellos incluso nefrectomías", aclaró. En su centro, tienen los dos robots, tanto el sistema RAS Hugo como el Da Vinci.

Comenzaron muy rápido a realizar prostatectomías porque en su unidad hacíamos prostatectomías abiertas. "Fue fácil para nosotros pasar de abierto a robótico porque la técnica era más o menos la misma. Y notamos un tema importante, que escribimos en un artículo, en 2006, más o menos, y es que la gran ventaja de la plataforma robótica en la prostatectomía era que no había sangrado. De ocho a un litro de sangrado a ningún sangrado. Y esto estaba relacionado con la robótica. Está el neumoperitoneo, está la precisión de la técnica, pero está impulsada principalmente por la tecnología", indicó, la técnica anterógrada. Consideró que es importante una "técnica correcta". Lo más importante es "conocer la anatomía, tienes que estudiar anatomía y hacer mucha anatomía y luego conocer los planos y ver si puedes controlar el complejo de la vena dorsal desde el principio". Recuerdas exactamente cómo hacerlo en abierto y controlas la sutura.

Para Palou, lo primordial es "ser preciso, saber los pasos, la anatomía, dónde ir, dónde no ir y tener un buen supervisor". Coincidieron ambos en que es realmente importante conocer la anatomía y en que la robótica puede enseñarte la anatomía mucho más que la cirugía abierta. Cuando vuelves a la cirugía abierta, debido a que el robot no está disponible o porque se precisa una cirugía abierta, es más fácil hacerla, por la anatomía que se aprende en la robótica.

Minervini lleva a cabo tres o cuatro cirugías al día, desde las 8:00 hasta las 19:00, por lo general. El robot puede funcionar todo el día. Él incluso ha operado por la noche. En 2022, 600 casos.

Subrayó que, si tienes una complicación en la laparoscopia, hay que resolverlo, tal y como le día un jefe suyo. Y este es un gran mensaje. "Es aún más cierto en robótica porque tienes más posibilidad de arreglarlo. Y luego, cada vez que tienes una complicación, tienes que pensarlo. Mantén la calma, piénsalo e intenta resolverlo en el centro de robótica. En el 99,9% de los casos, podrás hacerlo", sostuvo. Hay que trabajar rápido. La mejor manera de evitar complicaciones es conocer la anatomía. Según Palou, nunca hay que tener miedo de pedirle a alguien su apoyo. "Si tienes alguna duda, pregunta a los compañeros y todo irá mejor", aconsejó. Es esencial practicar y practicar, formarse.

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