La Sanidad tiene que abordar una serie de retos. La innovación está creciendo a pasos agigantados. A pesar de ello, no es fácil alinear la oferta y la demanda. Un sector tan innovador como el de los productos sanitarios tiene un impacto extraordinario en la atención sanitaria. Sin embargo, los sistemas sanitarios públicos se encuentran ante los retos de incorporarlos de una manera eficiente cumpliendo un marco legal complejo. La pregunta es: ¿Cómo conseguirlo? El 23º Congreso AECOC de Salud abordó este martes la Contratación y Compra inteligentes de tecnología sanitaria: Un objetivo Común del sistema de salud.

Luis Miguel Carroquino, subdirector de Compras y Logística en Servicio Aragonés de Salud, sostuvo que una compra pública eficiente es la que consigue el objetivo de los pacientes con el mínimo uso de recursos posible. Pablo Crespo, Chief Operating Officer en Fenin, puso en el enumerador calidad por cantidad y en el denominador coste. Se puede ser más eficiente si se hace todo más barato. Su duda es si se puede mantener la calidad. A su juicio, hay que mantener la calidad y cambiar procesos. Para Juan Andrés Moreno Martín, subdirector de Gestión Económica y Contratación Administrativa en Servicio Extremeño de Salud, hay que tener claro que el foco esta en el paciente y no hay que restringir la competencia. Miguel Ángel Berros, coordinador Proyecto Central de Compras en Servicio de Salud Principado de Asturias, dijo que hay que hacerlo bien a la primera. Planteó si se puede hacer más con los mismos recursos.

Respecto a las barreras normativas, habrá que cambiar la normativa (Ley de Contratación Pública) porque resulta más fácil comprar una sala de protonterapia que una gasa, según Carroquino, y "la ley tiene que ser el instrumento para conseguir el objetivo final que es comprar". Pensó que hay mucha gente legislando que no ha comprado en su vida. Crespo opinó que no se está siendo eficaces en la compra de tecnología sanitaria. Hay un recorrido que hacer. "La parte positiva es que ya tenemos una hoja de ruta", puntualizó. Desde el sector, se está viendo con optimismo el que los líderes de opinión estén marcando lo que hay que hacer. Advirtió de que "no hay que confundir el fin con los medios". Hay que traer la mejor innovación al sistema y no hay que perder la perspectiva. En ese sentido, hay que valorar el rendimiento funcional.

Moreno Martín sostuvo que hay que incorporar la innovación y la tecnología a los procesos, para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes. Lo primero es que los técnicos sean conocedores de lo que existe en el mercado. En el ámbito de la gestión sanitario, "no todo tiene que estar sometido a la tensión competitiva". Berros dijo que hay saber muy bien lo que se quiere comprar en beneficio de los pacientes. Destacó que el objetivo es satisfacer las necesidades sanitarias de los pacientes. Hay productos al que se les puede dar un mayor peso al precio, como a una gasa, y a otras, como a la sala de protonterapia, no sería posible ponderarlo al precio. Hay que adaptar los criterios a lo que se está comprando. Se hizo un reconocimiento a los que compran, porque es una labor poco reconocida para todo lo que se hace.

La apuesta por la innovación en el sector farmacéutico es una de las palancas de crecimiento para nuestro país. El último bloque del Congreso, Innovación en Salud: Una puerta al Futuro, lo protagonizó Alicia Chavero, socia y Responsable área de Diseño Estratégico en Jakala Iberia. Compartió cuáles son los retos y las oportunidades que el sector tendrá que afrontar en un futuro muy cercano. ¿Cuál es el punto de partida de cómo es el mundo y cómo influye a la hora de generar innovación en el entorno de salud? ¿Cómo este entorno nos da oportunidades? ¿Cuáles son las grandes amenazas que existen si no se tienen en cuenta los peligros que hay alrededor del sistema sanitario? ¿Cuáles son los grandes temas en los que se puede trabajar? ¿Qué aspecto tiene hoy el mundo? "Ha llegado el fin de la economía de la abundancia. El crecimiento sostenible en el tiempo está en torno al 2%. Lo que esté por encima o por debajo será coyuntural", respondió. Esto nos viene a decir que los recursos son limitados y nos invita a cambiar las reglas del juego a la hora de estar en el mundo. Parece que en los últimos 30 años, estamos amenazados por una crisis que nunca llega. Como los recursos son limitados, hay inflación. "Quizá las cosas no van tan mal. Seguimos pudiendo crecer. Las generaciones que vienen por detrás de nosotros ven que sus hermanos mayores no están consiguiendo los objetivos y se prefiere tener menos capacidad de ahorro y más de disfrute. Esto nos afecta a todos como sociedad y a la hora de tener un comportamiento de consumo y sobre qué significa estar sano y saludable", expresó.

La economía del cuidado nos lleva a una población que envejece y se empobrece. Tenemos menos capacidad de ahorro y esto es un problema de salud. Con todo, asistimos a una fragmentación del sistema de salud. Estas complejidades del sistema hacen que la percepción del individuo sea que todo va regular. Se ha hecho innovación pensando en el individuo y no en el colectivo. En torno al concepto de cuidarse, no sólo afectan a la persona, sino que tocan directamente al sistema que pertenece. Ya no es una cuestión de ser paciente sino de estar sano, lo que alude a la salud líquida. Comienzan a desarrollarse servicios de diagnóstico y cuidado fuera del ámbito hospitalario. Lo que antes pasaba en un centro médico ahora sucede en cualquier parte. Desaparecen las barreras de información y nuestro rol pasa a ser de receptor a custodio del conocimiento de nuestro estado de salud.