En el diagnóstico a personas con autismo, se observa mayor retraso en la detección en niñas, en parte porque pueden presentar características diferentes a las que se relacionan clásicamente con dicho trastorno. Al respecto, investigadores de la Universidad de Flinders (Australia) han detectado que la falta de detección del autismo ...
En el diagnóstico a personas con autismo, se observa mayor retraso en la detección en niñas, en parte porque pueden presentar características diferentes a las que se relacionan clásicamente con dicho trastorno. Al respecto, investigadores de la Universidad de Flinders (Australia) han detectado que la falta de detección del autismo en las niñas puede deberse en parte a las diferencias en la forma en que normalmente se presentan en comparación con los niños.
"Necesitamos comprender mejor los desafíos únicos de las niñas para poder mejorar nuestros procesos de evaluación de diagnóstico, asegurando que sean apropiados para ellas", señaló al respecto la investigadora principal, la Dra. Joanna Tsirgiotis, de la Facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social en la Universidad de Flinders.
Según los resultados de la investigación realizada por dicha experta, las mujeres autistas pueden mostrar, entre otros factores, menos comportamientos repetitivos, y a menudo están altamente motivadas socialmente y ansiosas por hacer amistades, a diferencia de lo que a menudo se supone sobre los niños con autismo.
Por otra parte, destaca que "las herramientas que se utilizan actualmente para medir los rasgos del TEA (trastorno del espectro autista) se basan en investigaciones basadas en participantes masculinos, lo que significa que no son sensibles a cómo se presentan las niñas".
Para investigar comportamientos específicos en los que se encuentran las diferencias, los investigadores de Flinders analizaron los perfiles de 777 niños utilizando dos herramientas de diagnóstico de uso común que miden los rasgos del TEA. Esto proporcionó información sobre cómo las presentaciones de TEA pueden diferir entre los niños diagnosticados de sexo masculino y femenino.
Descubrieron que las diferencias entre niños y niñas identificadas en este estudio, tanto en el tipo de síntoma como en la gravedad, pueden hacer que la presentación femenina de TEA sea menos reconocible para los acompañantes, como padres y maestros, así como para los médicos encargados de la evaluación.
"Las niñas tienden a involucrarse en comportamientos neurodivergentes menos obvios y esto puede agregar confusión a la imagen de diagnóstico. Si no tenemos una idea clara de los TEA en las niñas, sus características pueden malinterpretarse como ansiedad, rarezas o incluso como un comportamiento ´normal´", según la Dra. Tsirgiotis. Además, "las mujeres a menudo muestran mejores habilidades imaginativas y de mímica social que pueden permitirles copiar los comportamientos de los demás y, por lo tanto, camuflar sus dificultades, lo que hace que se pase por alto el diagnóstico".
Los investigadores sugieren que el diagnóstico oportuno de TEA requiere una mayor comprensión de los desafíos únicos que enfrentan las niñas autistas, y que los profesionales evaluadores sean conscientes de las expresiones más sutiles o alternativas de la neurodiversidad, adaptando su evaluación a lo que estamos aprendiendo sobre el autismo en las niñas. "Si la presentación femenina es menos reconocible, el diagnóstico de TEA puede retrasarse o pasarse por alto por completo", concluyó dicha experta. "Si la presentación femenina es menos reconocible, el diagnóstico de TEA puede retrasarse o pasarse por alto por completo", concluyó la Dra. Tsirgiotis.