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Más de 4,5 millones de muertes anuales, asociadas al embarazo y al parto

Según las tendencias actuales, más de 60 países no están preparados para cumplir los objetivos de reducción de la mortalidad materna, neonatal y mortinatal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.

09/05/2023

Más de 4,5 millones de mujeres y bebés mueren cada año durante el embarazo, el parto o las primeras semanas después del nacimiento, lo que equivale a 1 muerte cada 7 segundos, según datos difundidos en un reciente informe de Naciones Unidas (ONU). Bajo el título "Mejorando la salud y la ...

Más de 4,5 millones de mujeres y bebés mueren cada año durante el embarazo, el parto o las primeras semanas después del nacimiento, lo que equivale a 1 muerte cada 7 segundos, según datos difundidos en un reciente informe de Naciones Unidas (ONU).

Bajo el título "Mejorando la salud y la supervivencia materna y neonatal y reduciendo la mortinatalidad", el informe evalúa los datos más recientes sobre este tipo de muertes, que tienen factores de riesgo y causas similares, y realiza un seguimiento de la prestación de servicios de salud críticos.

El documento hace hincapié en que el progreso en la mejora de la supervivencia se ha estancado desde 2015, con alrededor de 290.000 muertes maternas cada año, 1,9 millones de mortinatos (bebés que mueren después de las 28 semanas de embarazo) y 2,3 millones de muertes de recién nacidos en el primer mes de vida.

Escasez de recursos

"Las mujeres embarazadas y los recién nacidos continúan muriendo a tasas inaceptablemente altas en todo el mundo, y la pandemia de COVID-19 ha creado más contratiempos para brindarles la atención médica que necesitan", señaló el director de Salud Materna, Neonatal, Infantil y Adolescente y Envejecimiento en la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dr. Anshu Banerjee. "Ahora se necesitan más inversiones y más recursos en atención primaria de la salud para que todas las mujeres y los bebés, sin importar dónde vivan, tengan las mejores posibilidades de salud y supervivencia".

La pandemia de COVID-19, el aumento de la pobreza y el empeoramiento de las crisis humanitarias han intensificado las presiones sobre los sistemas de salud sobrecargados. Desde 2018, más de las tres cuartas partes de todos los países del África subsahariana y afectados por conflictos informan una disminución de la financiación para la salud materna y neonatal. Solo 1 de cada 10 países (de más de 100 encuestados) informa tener fondos suficientes para implementar sus planes actuales.

Según la última encuesta de la OMS, sobre los impactos de la pandemia en los servicios de salud esenciales, alrededor de una cuarta parte de los países aún informan interrupciones continuas en el embarazo y la atención posnatal, y los servicios vitales para niños enfermos.

Necesidades urgentes

Los déficits de financiación y la inversión insuficiente en Atención Primaria de la salud pueden devastar las perspectivas de supervivencia. Por ejemplo, si bien la prematuridad es ahora la principal causa de todas las muertes de menores de cinco años en todo el mundo, menos de un tercio de los países informan que cuentan con suficientes unidades de atención neonatal para tratar a los bebés pequeños y enfermos. Mientras tanto, alrededor de dos tercios de las instalaciones de parto de emergencia en el África subsahariana no se consideran completamente funcionales, lo que significa que carecen de recursos esenciales como medicamentos y suministros, agua, electricidad o personal para atención las 24 horas.

Por otra parte, mejorar aún más la salud materna y neonatal requiere abordar las normas, los sesgos y las desigualdades de género perjudiciales. Datos recientes muestran que solo alrededor del 60% de las mujeres de 15 a 49 años toman sus propias decisiones con respecto a la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

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