Los pacientes infectados con la variante Omicron del SARS-CoV-2 tienen menos probabilidades de ingresar en la UCI y, cuando ingresan, lo hacen con menos frecuencia por neumonía, según la conclusión a la que han llegado investigadores del Instituto D´Or de Investigación y Educación (Brasil).

Los autores del estudio, publicado en la revista ´Intensive Care Medicine´, utilizaron técnicas de análisis de Big Data para comparar el perfil de los pacientes ingresados ​​en las UCI brasileñas durante el predominio de diferentes variantes del SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.

Se evaluó una cohorte multicéntrica de pacientes con COVID-19 confirmados por diagnóstico RT-PCR. Estos pacientes fueron admitidos en una de las 231 UCI brasileñas evaluadas en el estudio, totalizando 47.465 admisiones entre el 27 de febrero de 2020 y el 29 de marzo de 2022. Todos los datos de admisión fueron proporcionados por Rede D´Or, la red de hospitales privados más grande de América Latina. America.

Los científicos dividieron la información en tres períodos de tiempo: época 1 (cuando no había VOC dominante; total: 21.996 admisiones), época 2 (dominancia Gamma/Delta; total: 21.183 admisiones) y época 3 (dominancia Omicron; total: 4.286 admisiones). Posteriormente, estudiaron la mortalidad hospitalaria dentro de los 60 días posteriores al ingreso, considerando también la necesidad de ventilación mecánica (intubación) en los tres períodos. Estos complejos cálculos fueron ejecutados por un software de bioestadística, que empleó modelos matemáticos que consideraron las múltiples variables capaces de interferir en la probabilidad de mortalidad del paciente, como edad, sexo, comorbilidades, entre otras, dando como resultado lo que los autores describieron como la mortalidad ajustada. tasa.

Los investigadores observaron que durante la época 3 (dominancia de Omicron), los pacientes eran mayores, con un promedio de 68 años, mientras que el promedio era de 52 años en la época 2 y de 55 años en la época 1. Los pacientes con Omicron también tenían una mayor cantidad de accidentes cerebrovasculares disfuncionales causados por COVID-19 y precisaron menos ventilación mecánica. En el mismo grupo, la mortalidad ajustada fue menor en comparación con las dos épocas anteriores. Sin embargo, para los pacientes que requirieron ventilación mecánica, las tasas de mortalidad fueron muy similares entre todos los dominios de COV.

"Los pacientes que necesitan ventilación mecánica en Ômicron son los más frágiles, como los ancianos y los pacientes inmunodeprimidos, y tienen mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad. Una de las cosas que revela nuestro estudio es que, para estos pacientes, todavía existe la necesidad de ser cautos sobre el riesgo de hospitalización y muerte. Incluso en la época 3, la más reciente del estudio, cuando ya había cobertura vacunal, no se notó un descenso relevante en las tasas de mortalidad de los pacientes con Covid-19 que necesitaban ventilación mecánica", explicó el primer autor e investigador del IDOR , Dr. Pedro Kurtz.

Los autores constatan que, incluso, con la vacunación completa, la diseminación de variantes con alta infectividad pone en riesgo a los pacientes vulnerables, especialmente a los de mayor edad, con comorbilidades y que pueden necesitar hospitalización en casos más graves.