María Mercedes Andeyro es jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario General de Villalba. "Mi trabajo diario tiene una parte asistencial tanto a nivel de consulta pre-quirúrgica como a nivel de quirófano, pero a ello se suman las labores de organización y coordinación del servicio, una intensa actividad investigadora y la participación en iniciativas formativas", detalla. Dentro de la Ginecología y la Obstetricia, la cirugía convencional ejerce un papel esencial. "Tanto la laparoscopia como la histeroscopia se han impuesto en el tratamiento quirúrgico de muchas patologías benignas y malignas", sostiene María Mercedes Andeyro, quien también es presidenta de la Sección de Endoscopia de la SEGO. Y es que los avances acontecidos en los últimos años son muy importantes: "Se ha avanzado mucho en el desarrollo de instrumental quirúrgico (con pinzas multifunción de energía avanzada, visión de alta definición o en 3D, ahora la Inteligencia Artificial, etc.), en la estandarización de los procedimientos quirúrgicos tanto benignos como oncológicos, y en la promoción de un programa de formación estructurado acorde a las necesidades de los nuevos ginecólogos". Ello sin contar con el impacto de la cirugía robótica en los centros hospitalarios de nuestro país.

La Sección de la SEGO que preside María Mercedes Andeyro está integrada por profesionales de la cirugía endoscópica que afrontan con gran responsabilidad su día a día. "Nuestra intención es aunar esfuerzos para mejorar la formación y la investigación en el campo de la cirugía laparoscópica e histeroscopia en nuestro país", declara, y añade: "Nuestro objetivo es que nuestras pacientes estén bien y que podamos ofrecerles procedimientos menos invasivos, tecnología actual y los mejores cirujanos". De hecho, la cirugía laparoscópica y robótica suscita gran atractivo para las nuevas generaciones de especialistas. "Es imprescindible tener un programa de formación teórico y práctico estructurado en esta disciplina, puesto que la curva de aprendizaje de la cirugía laparoscópica e histeroscopia conlleva realizar prácticas en pelvitrainer, en simuladores, etc., antes de poder operar en un quirófano".

El reto principal de los ginecólogos es la atención integral a la mujer con una medicina de calidad centrada en la paciente. "Esto precisa estar al día en los avances tecnológicos y, sobre todo, fomentar la educación de la población en temas tan importantes como la salud sexual, la relevancia de llevar una vida saludable para prevenir determinadas enfermedades, los síntomas y factores de riesgo relacionados con las patologías oncológicas para poder realizar una prevención adecuada, etc."

En el campo de la obstetricia, la clave está en la prevención de la patología con un control adecuado durante el embarazo, así como en la humanización del embarazo y del parto centrado en la experiencia del paciente. "A nivel quirúrgico está el reto de poner a disposición los procedimientos menos invasivos con mejor recuperación, el instrumental más avanzado, el desarrollo de la cirugía robótica y cirujanos perfectamente formados en los procedimientos y técnicas quirúrgicas".