La Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH) celebra los días 2 y 3 de marzo en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, el 6º Curso sobre trasplante de órganos sólidos abdominales, con los objetivos de dar a conocer los fundamentos del trasplante hepático, tanto quirúrgicos como clínicos, y de exponer las innovaciones de este procedimiento. El curso, dirigido a Médicos Residentes de 4º y 5º año de las especialidades de Aparato Digestivo y de Cirugía General que participan en Unidades de Trasplante Hepático del país, pretende integrar a los médicos residentes en las unidades y garantizar su formación adecuada como profesionales expertos en esta área.

En España, se realizan cada año aproximadamente 1.200 trasplantes de hígado y los expertos inciden en la importancia de prevenir las enfermedades hepáticas para evitar la necesidad de un trasplante. Como explica el doctor Javier Briceño, presidente de la Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH), "las enfermedades más frecuentes que afectan al hígado y que pueden desembocar en la necesidad de un trasplante son las cirrosis de origen vírico, provocada por los virus de la hepatitis C y B, la cirrosis de origen etílico, el hepatocarcinoma sobre hígado cirrótico y la cirrosis por hígado graso".

Los docentes del curso ponen de manifiesto la importancia de que toda la sociedad conozca y aplique las medidas de prevención frente a las enfermedades hepáticas, para poder evitar el desarrollo de cirrosis. "En el caso de las cirrosis de origen vírico, el contagio se produce por sangre y otros fluidos corporales, por lo que es importante evitar las prácticas de riesgo. La cirrosis alcohólica se previene disminuyendo el consumo crónico de alcohol en cantidades abusivas. Finalmente, el incremento de la obesidad y del síndrome metabólico en la población general, condiciona el desarrollo de esteatosis hepática, esteatohepatitis y cirrosis", asegura. Por eso, el doctor insiste en que "seguir los hábitos de una vida saludable, como dieta, hidratación y ejercicio, previenen el desarrollo de estas enfermedades".

Avances en las técnicas de trasplante

En los últimos años se han producido avances significativos en las técnicas de trasplante, lo que ha reducido considerablemente la mortalidad peritrasplante. Como explica el doctor Briceño, "la técnica quirúrgica se ha ido estandarizando a lo largo de los años, pasando de medias de duración de las intervenciones de 12 horas a 4 o 5 horas. Además, se han ido modificando aspectos técnicos que han mejorado la hemodinámica del receptor y se han desarrollado numerosas técnicas de trasplante con hígado reducido (donante vivo y bipartición hepática o Split). Por último, se han desarrollado técnicas de reconstrucción arterial complejas para casos especiales, así como para tratar a pacientes con trombosis portal y esplácnica completa".

Por otro lado, también ha habido progresos desde el punto de vista del donante hepático. "El incremento del pool de donantes, la donación en asistolia con técnicas de extracción superrápida y empleo de máquinas de perfusión normotérmica regional (PRN-NECMO), son algunos de los más destacados. Además, ahora es posible optimizar injertos hepáticos de donantes muy extendidos y potencialmente recuperables mediante preservación dinámica con máquinas de perfusión ex vivo", asegura.

Por todo esto, actualmente la mortalidad se ha reducido considerablemente gracias a los avances quirúrgicos, anestésicos, cuidados intensivos e inmunosupresión adecuada. "Gracias a todo esto, los pacientes trasplantados consiguen convertirse en largos supervivientes. Sin embargo, uno de los grandes retos de los clínicos dedicados al trasplante hepático consiste en mejorar todos los aspectos que pueden perjudicar la calidad y cantidad de vida postrasplante" asegura el experto.

El futuro del trasplante hepático

Los expertos explican que actualmente hay cuatro áreas de innovación que conviene destacar. Por una parte, la necesidad de implementar inteligencia artificial y herramientas de machine-learning para estudiar las complicaciones a largo plazo de los trasplantados y realizar un emparejamiento adecuado de donante-receptor, inmunosupresión de precisión, diagnóstico anatomopatológico de precisión y analítica inteligente.

En segundo lugar, los profesionales han incidido en la importancia de la introducción de máquinas de perfusión para preservación dinámica, que va a permitir recuperar injertos hasta ahora descartados, manipularlos farmacológica y genéticamente, así como, adaptarlos a los receptores concretos.

La tercera de las áreas de innovación es la extensión de las indicaciones de trasplante a otros tumores hepáticos y de la vía biliar diferentes del hepatocarcinoma. En este contexto, el doctor cuenta que "se están desarrollando estudios clínicos para trasplante de casos seleccionados de metástasis hepáticas de origen colorrectal, colangiocarcinoma hiliar extrahepático y colangiocarcinoma intrahepático".

Por último, en el curso se va a hablar de la bioingeniería, que permitirá la regeneración de órganos, así como la disponibilidad de una "fábrica de órganos" específicos para cada receptor. "En este sentido, los avances con matrices celulares y bioimpresoras están alcanzado resultados a pasos de gigante", asegura.

Finalmente, el doctor destaca la importancia de que las nuevas generaciones de profesionales sanitarios reciban la formación adecuada en torno al trasplante. "Conscientes de la necesidad imperiosa de despertar la ilusión y garantizar el relevo generacional en los equipos de trasplante, se ha elaborado un programa completo que abarca la práctica totalidad de aspectos técnicos y del estudio de las enfermedades hepáticas que conducen a la necesidad de trasplante, del manejo de estos enfermos, el tratamiento inmunosupresor y la mejora de la calidad de vida del paciente", concluye el doctor Briceño.