Un nuevo estudio revela que la inmersión de cuerpo entero en agua a 20 C durante 5 minutos mejora el estado de ánimo, estimulando la conectividad cerebral. El estudio ha sido realizado en personas de 20 a 45 años de edad, en buen estado de salud, que fueron examinadas mediante resonancia magnética funcional antes y después de la inmersión. Los científicos constaron que ésta promueve la interacción entre regiones cerebrales que forman parte de diferentes grandes redes, incluyendo la red de modo por defecto y la red de prominencia. La actividad de estas y otras redes evaluadas por los investigadores es importante en el procesamiento de las emociones, lo que se reflejó en la valoración de los participantes, que experimentaron más emociones positivas y menos negativas.

Ala Yankouskaya, investigadora de la Universidad de Bournemouth y directora del estudio, afirma que los resultados son consistentes con los de dos estudios similares previos, que reportaron una mejora del estado de ánimo tras una única inmersión. Los aspectos que mejoraron positivamente fueron los mismos que habitualmente se encuentran reducidos en la depresión, tales como los niveles subjetivos de energía, la motivación y el grado de alerta. Esta observación también se alinea con los resultados de otro estudio en un voluminoso grupo de la población general, en el que la exposición al agua fría redujo significativamente los síntomas depresivos en casi el 60% de los participantes. Yankouskaya señala que, a pesar de la creciente popularidad de la natación en aguas abiertas, la mayoría de los estudios en este ámbito han estado relacionados con la fisiología del organismo, sin evaluar de manera específica el impacto a nivel cerebral.