La polio, conocida también como poliomielitis, causada por la infección del poliovirus, es una enfermedad viral que puede afectar los nervios hasta provocar una parálisis total o parcial. Sobre esta patología se ha pronunciado el 34º Comité de Emergencia bajo el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), advirtiendo que "el riesgo de propagación internacional del poliovirus de origen vacunal cVDPV2 sigue siendo alto".

La propagación internacional a larga distancia de dicho poliovirus entre Jerusalén, Londres, Nueva York y Montreal ha revelado un nuevo fenómeno de riesgo, es decir, la evolución de poliovirus derivados de la vacuna en grupos de poblaciones insuficientemente inmunizadas que carecen de inmunidad de la mucosa intestinal en países que utilizan la vacuna con el virus inactivado de la polio (IPV). Mientras, en países como Canadá, parece que la importación sin transmisión local ocurrió en agosto de 2022 y se detectó solo en aguas residuales, y las pruebas posteriores dieron negativo.

Durante el encuentro del RSI se revisaron los datos concernientes al poliovirus salvaje (WPV1) y los poliovirus circulantes derivados de la vacuna (cVDPV) en el contexto de la meta mundial de erradicación de la poliomielitis y el cese de los brotes de cVDPV2 para finales de este año.

El Comité de Emergencia señaló, al respecto, que gran parte del riesgo de brotes de cVDPV puede vincularse a una combinación de inaccesibilidad, inseguridad, una alta concentración de niños de dosis cero y desplazamientos de la población.

Sistemas de inmunización débiles

En su valoración, consideró, además, que muchos países tienen sistemas de inmunización débiles que se vieron más afectados por la pandemia de COVID-19. Estos servicios pueden verse más afectados por las emergencias humanitarias, incluidos los conflictos y las emergencias complejas prolongadas, lo que representa un riesgo continuo, dejando a las poblaciones en estas áreas frágiles vulnerables a los brotes de poliomielitis.

Por otra parte, se identificó la inaccesibilidad a las vacunas como un riesgo preocupante, particularmente en zonas como el norte de Yemen y el centro sur de Somalia, que tienen poblaciones considerables a las que no se ha llegado con la vacuna contra la poliomielitis durante períodos prolongados de más de un año.

Asimismo, expresó su preocupación ante los testimonios de varios países que alertan de que los desastres relacionados con el clima, incluidas las inundaciones y las sequías, estaban causando una mayor vulnerabilidad a varios brotes de enfermedades, incluida la poliomielitis.

En definitiva, el Comité acordó dictaminar que el riesgo de propagación internacional del poliovirus sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional.

Además, resaltó la importancia de intensificar la vigilancia de la poliomielitis, incluida la vigilancia ambiental, en áreas donde hay subpoblaciones de alto riesgo, instando a todos los países a prestar atención a la experiencia adquirida y tomar medidas para mejorar la vigilancia de la poliomielitis en todos los lugares donde existan riesgos.