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La estimulación cerebral y nerviosa podría restablecer el movimiento tras lesiones medulares

Una terapia de estimulación nerviosa resulta prometedora en estudios con animales y podría permitir a las personas con lesiones medulares recuperar la función de sus brazos.

03/02/2023

Una terapia de estimulación nerviosa desarrollada en el Vagelos College of Physicians and Surgeons de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) resulta prometedora en estudios con animales y podría permitir a las personas con lesiones medulares recuperar la función de sus brazos. "La técnica de estimulación se dirige a las conexiones ...

Una terapia de estimulación nerviosa desarrollada en el Vagelos College of Physicians and Surgeons de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) resulta prometedora en estudios con animales y podría permitir a las personas con lesiones medulares recuperar la función de sus brazos.

"La técnica de estimulación se dirige a las conexiones del sistema nervioso que no han sufrido lesiones y les permite recuperar parte de la función perdida", ha explicado el doctor Jason Carmel, neurólogo de la Universidad de Columbia y del NewYork-Presbyterian que dirige la investigación, publicada en la revista científica ´Brain´.

En 1999, cuando Carmel cursaba el segundo año de Medicina en Columbia, su hermano gemelo sufrió una lesión medular que le paralizó el tórax y le impidió utilizar las manos.

La vida de Carmel también cambió ese día. La lesión de su hermano llevó a Carmel a convertirse en neurólogo y neurocientífico, con el objetivo de desarrollar nuevos tratamientos para devolver el movimiento a las personas con parálisis.

En los últimos años, algunos estudios de alto nivel sobre estimulación eléctrica de la médula espinal han permitido a algunas personas con parálisis incompleta volver a ponerse de pie y dar pasos.

El método de Carmel es diferente porque se dirige al brazo y la mano y porque combina la estimulación del cerebro y la médula espinal, con estimulación eléctrica del cerebro seguida de estimulación de la médula espinal.

"Cuando las dos señales convergen a nivel de la médula espinal, con unos 10 milisegundos de diferencia, obtenemos el efecto más potente, y la combinación parece permitir que las conexiones restantes de la médula espinal tomen el control", ha detallado.

En su último estudio, Carmel probó su técnica, denominada plasticidad asociativa de la médula espinal (SCAP), en ratas con lesiones moderadas de la médula espinal. Diez días después de la lesión, las ratas fueron aleatorizadas para recibir 30 minutos de SCAP durante 10 días o estimulación simulada.

Al final del periodo de estudio, las ratas que recibieron SCAP dirigida a sus brazos eran significativamente mejores manipulando alimentos, en comparación con las del grupo de control, y tenían reflejos casi normales. "Las mejoras tanto funcionales como fisiológicas persistieron durante el tiempo en que se midieron, hasta 50 días", ha asegurado Carmel.

Los resultados sugieren que el SCAP provoca cambios duraderos en las sinapsis (conexiones entre neuronas) o en las propias neuronas. "Las señales emparejadas imitan básicamente la integración sensoriomotora normal necesaria para realizar un movimiento hábil", ha afirmado el investigador.

DE LOS RATONES A LAS PERSONAS

Si la misma técnica funciona en personas con lesiones medulares, los pacientes podrían recuperar algo más que perdieron con la lesión: la independencia. Muchos estudios sobre estimulación de la médula espinal se centran en caminar, pero si se pregunta a las personas con lesión medular cervical, que son la mayoría, qué movimiento quieren recuperar, dicen que la función de manos y brazos. La función de manos y brazos permite a las personas ser más independientes, como pasar de la cama a la silla de ruedas o vestirse y alimentarse por sí mismas.

Carmel está probando ahora el SCAP en pacientes con lesiones medulares en un ensayo clínico. La estimulación se realizará durante una intervención quirúrgica indicada clínicamente o de forma no invasiva, mediante estimulación magnética del cerebro y estimulación de la piel de la parte anterior y posterior del cuello. Ambas técnicas se realizan de forma rutinaria en entornos clínicos y se sabe que son seguras.

En el ensayo, los investigadores esperan saber más sobre el funcionamiento del SCAP y cómo afectan el momento y la intensidad de las señales a las respuestas motoras de los dedos y las manos. Esto sentaría las bases para futuros ensayos que probaran la capacidad de la técnica para mejorar significativamente la función de la mano y el brazo.

De cara al futuro, los investigadores creen que este método podría utilizarse para mejorar el movimiento y la sensibilidad de pacientes con parálisis en la parte inferior del cuerpo.

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