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Un polimorfismo genético retrasa hasta 10 años el envejecimiento del corazón

Su aplicación en un modelo experimental restaura la perfusión y la función cardíacas a través de cambios favorables en la microvasculatura.

27/01/2023

Un estudio publicado en la revista Cardiovascular Research revela que una variante homocigótica del gen asociado a la longevidad BPIFB4 ofrece protección frente al envejecimiento natural del corazón. En la comparación de explantes de pacientes de avanzada edad con insuficiencia cardíaca isquémica, los investigadores hallaron que los homocigotos presentan una ...

Un estudio publicado en la revista Cardiovascular Research revela que una variante homocigótica del gen asociado a la longevidad BPIFB4 ofrece protección frente al envejecimiento natural del corazón. En la comparación de explantes de pacientes de avanzada edad con insuficiencia cardíaca isquémica, los investigadores hallaron que los homocigotos presentan una mayor cobertura de pericitos en la vasculatura del miocardio, en marcado contraste con los heterocigotos o los portadores de la forma común de BPIFB4. Estos dos últimos grupos de pacientes presentaron una baja expresión de BPIFB4 en los pericitos, lo que se asoció a una disminución de la angiogénesis y de la producción de ribosomas, componentes esenciales en la síntesis de proteínas. En experimentos in vitro los científicos demostraron que la transferencia de la variante favorable reduce en los pericitos la expresión de dos marcadores relacionados con el arresto celular y el daño al ADN, en un efecto que pudo ser revertido por la adición de un ARN de interferencia que bloquea la transcripción de BPIFB4.

En ratones de edad mediana la terapia génica vehiculizada a través de un vector adenoasociado preservó la fracción de eyección y mejoró diversos parámetros relativos, tanto a la función ventricular izquierda como a la disfunción diastólica. En consonancia con las observaciones en tejido de pacientes, estos animales también presentaron una mayor densidad de capilares y arteriolas y menos células senescentes en el corazón. Los investigadores obtuvieron resultados similares en otro modelo con ratones con cardiomiopatía asociada a la edad avanzada. Tanto en estos animales como en los de edad mediana la terapia génica mejoró la perfusión del miocardio, restaurando el flujo coronario en respuesta a la estimulación adrenérgica. Los científicos planean ahora determinar si los efectos terapéuticos observados pueden ser reproducidos con la proteína codificada por esta variante de BPIFB4, con el objetivo de desarrollar un tratamiento más seguro que la terapia génica.

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