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La cladribina vence la resistencia a la radioterapia en un modelo de glioblastoma

Un estudio identifica dos enzimas del metabolismo lipídico tumoral accionables mediante el fármaco.

23/01/2023

Científicos de diversos centros coreanos han descubierto que la radioresistencia del glioblastoma es secundaria a la acumulación de diacilglicerol y a la reducción de la oxidación de ácidos grasos en las células tumorales. Ambos factores serían consecuencia de la pérdida de actividad de la diacilglicerol quinasa B (DAGKB), enzima que ...

Científicos de diversos centros coreanos han descubierto que la radioresistencia del glioblastoma es secundaria a la acumulación de diacilglicerol y a la reducción de la oxidación de ácidos grasos en las células tumorales. Ambos factores serían consecuencia de la pérdida de actividad de la diacilglicerol quinasa B (DAGKB), enzima que en condiciones fisiológicas reduce los niveles de diacilglicerol. La regulación negativa de la DAGKB pudo ser constatada en células madre tumorales derivadas de pacientes, así como en líneas celulares de glioblastoma, en las que la reducida actividad de este enzima también se correlacionó con una mayor capacidad proliferativa. Los investigadores también hallaron que los niveles del enzima diacilglicerol aciltransferase 1 (DGAT1) aumentan en respuesta a la radiación. En el cribado de compuestos que activan la DAGKB e inhiben la DGAT1 los científicos identificaron a la cladribina como potencial terapia frente a la resistencia. Además de estar ya autorizado para su uso en humanos, el fármaco cruza la barrera hematoencefálica, propiedad esencial para el tratamiento de tumores del sistema nervioso central. En ratones portadores de glioblastomas humanos la adición de cladribina a la radioterapia prolongó la supervivencia global en mayor medida que la radioterapia sola. La combinación fue más efectiva que la formada por radioterapia y temozolomida, aunque sólo en tumores con metilación en el gen MGMT.

BuHyun Youn, investigador de la Universidad Nacional Pusan y director del estudio, afirma que la experiencia clínica con la cladribina pone de manifiesto su buena tolerabilidad, lo que sumado a la posibilidad de administración oral podría representar una sustancial ventaja como adición a la terapia del glioblastoma.

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