Prosiguió la tercera jornada organizada conjuntamente por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) bajo el lema de "Juntos en la Gestión del Cambio", con acento en la gestión de competencias, con apoyo de las compañías Biogen y Lundbeck y la hospitalidad de la Fundación ONCE y la corporación Ilunion.

Dulce Ramírez Puerta

La mesa tres de la jornada se centró en el mapa de competencias para los jefes de servicio de Farmacia, en sesión moderada por Dulce Ramírez Puerta. La directora de continuidad asistencial del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid aseguró en su introducción que la gestión por competencias incorporada a estos perfiles es la vía a una mayor profesionalización en los servicios de farmacia para bien de los pacientes, tal como postula SEDISA.

Dr Santos Enrech Francés

El doctor Santos Enrech Francés, jefe de la sección de Oncología Médica del Hospital Universitario de Getafe de Madrid explicó que las competencias de los jefes de farmacia no están estandarizadas y, aunque son profesionales dignos de la mayor admiración, deben dotarse de dichas competencias gestoras y relacionales que incluso exceden las muchas que ya le son propias.

De estas competencias aseguró que deben ser vistas como una oportunidad de mejora a cuyo fin se precisa una hoja se ruta.

De su investigación ya aludida destacó haber encontrado la descripción de las competencias del farmacéutico hospitalario tipo en Andalucía, con misiones difíciles de evaluar como la competencia de resistencia al estrés, tan difícil de entrenar y evaluar.

Solicitó que el establecimiento de competencias sea orquestado a escala nacional para conseguir avances generalizados. Por lo que solicitó una mayor intervención en esta materia por parte del Ministerio de Sanidad.

Dr Rafael López Iglesias

El doctor Rafael López Iglesias, miembro de la junta directiva de SEDISA compartió su experiencia gestora en un hospital diminuto y otro dotado con un presupuesto de muchos millones de euros.

Tuvo palabras de afecto para sus antiguas compañeras jefas farmacéuticas de servicio con labores centrales para todas las áreas terapéuticas.

Sobre sus competencias, distinguió entre las técnicas o científicas y las transversales, más difíciles de normalizar.

Rompió una lanza en favor de los farmacéuticos de Atención Primaria, cuya responsabilidad atañe al 25% del presupuesto sanitario.

Postuló este ponente una unificación que debería empezar en el programa de formación FIR de especialización.

Evocó el tiempo en que sacó el servicio de farmacia de la órbita de la jefatura médica para su adscripción a la gerencia que el mismo guiaba entonces.

Entre las competencias transversales de un jefe de servicio de farmacia destacó el liderazgo, la capacidad de comunicación y el arrojo necesario para salir del despacho y que no sea un refugio contra las inclemencias de la gestión. Además de la transparencia y la ética que sepa resistir las naturales inclinaciones de la industria farmacéutica.

Apuntó habilidades en los jefes de farmacia imprescindibles ante los grandes recursos que gestionan, con el ejemplo de 3.110 millones de euros gastados cada año en concepto de fármacos para el cáncer, según cifras del Ministerio de Sanidad, institución que también informa que se gastan 24 millones de unidades de nolotil en el país cada 12 meses.

Dentro de los requisitos esperables citó los DPC y la necesaria certificación de competencias que no es tarea sencilla. Existiendo campos limítrofes como la evaluación de competencias y la propia competitividad. De lo que extrajo preguntas como, si es preciso que el jefe del servicio sea el de mayor antigüedad. Aspecto que rechazó aunque pudiera ser una ley no escrita.

Opinó este ponente que el Ministerio de Sanidad no quiere saber nada de competencias y cae ese espacio de los propios interesados desde el valor máximo que supone, o presupone, la profesionalidad.

López Iglesias asumió que las competencias deben ser validadas por el Consejo Interterritorial del SNS, junto a un papel clave jugado por las sociedades científicas. Desde la premisa de que el perfil del jefe de servicio de farmacia debería ser igual en todas partes.

Acreditó la longevidad de los jefes de servicio en sus puestos, a diferencia de los cargos gerenciales, que son más volubles y sensibles al devenir político.

Concluyó con la idea de que hay que ir más allá de los programas formativos de las especialidades porque los jefes de farmacia tienen múltiples funciones como los códigos de barras, las dosis o la firma de los ensayos clínicos. Hasta el punto, declaró, de que el mejor jefe de farmacia no tiene que ser el mejor farmacéutico sino el mayor líder.

Dra Olatz Ibarra

La doctora Olatz Ibarra Barrueta, jefa del servicio de Farmacia del Hospital de Galdakao de Bilbao confesó que llegó a este campo de interés desde sus primeras inquietudes por la gestión hace ya cerca de un lustro.

Dio la razón al anterior ponente al considerar esencial impulsar el reforzamiento de la asistencia desde la farmacia. Dentro de un aprendizaje realizado por acierto y error.

Señaló que debe haber un farmacéutico en todo proceso en el que intervenga un medicamento con el ejemplo máximo de la eutanasia, en el que este profesional debe tener una función superior a la consultiva, como ocurrió en su propio hospital.

Al asumir una jefatura de servicio opinó que se debe hablar el mismo idioma que la gerencia. Mientras que, hasta el mapa presentado por SEDISA, antes el único camino era imitar las buenas decisiones adoptadas por gestores de referencia.

Advirtió que, como descubrió en un curso de liderazgo, un mal jefe puede arruinar un buen equipo.

Desde el salón de actos se argumentó que el programa de cada especialidad es el contenido de las competencias de cada perfil.

Igualmente, entendió que se progresará en el terreno de las competencias por aliento y sustento de las sociedades científicas.

Ismael Escobar, Julio García, Pilar Tejedor y Juan A Martí

La última mesa previa a la de clausura, analizó los PROA como herramientas para la mejora asistencial, con distribución de los turnos por parte del jefe del servicio del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, Ismael Escobar Rodríguez, quien también es delegado regional de SEDISA por parte de la Comunidad de Madrid.

Intervinieron en esta sesión el jefe del servicio de Microbiología y Parasitología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Julio García Rodríguez; la farmacéutica especialista del servicio de Farmacia del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, la doctora Pilar Tejedor Prado,; y el subdirector general de calidad asistencial, seguridad y evaluación del Servicio Murciano de Salud, Juan Antonio Marqués Espí. Entre los cuatro explicaron formas comúnes y originales para la adopción de programas optimizadores en el uso de antimicrobianos ante los graves problemas que representan las resistencias bacterianas a los tratamientos de las infecciones, dentro y fuera de los hospitales.