La tercera jornada que impulsan la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), organizada con apoyo de las compañías Biogen y Lundbeck bajo el lema de "Juntos en la Gestión del Cambio" en la sede de la Fundación ONCE, abundó en aspectos nucleares y de detalle sobre la revolución que supone la expansión sin freno de la información clínica y de salud.

José Soto Bonel

Inauguró la jornada José Soto Bonel. presidente de SEDISA, aludiendo a la reunión como a un foro cordial de análisis en profundidad. Para hablar de aspectos como los hospitales sin papeles, o líquidos, la estrategia ministerial del no hacer cuando no se añaden beneficios o incluso cuando se corren riesgos con las intervenciones, la profesionalización con un mapa de competencias para los farmacéuticos hospitalarios y las herramientas para dar el mayor valor al paciente sin descuido de la minimización de costes.

Dra Olga Delgado Sánchez

La doctora Olga Delgado Sánchez, presidenta de la SEFH, invitó a avanzar hacia lo que piensa el paciente y no hacia lo que presupone de ello el sistema sanitario. Al trazar alianzas profesionales en contacto continuo con las gerencias y mediante el trabajo estrecho de colaboración al ser los servicios de farmacia un aliado leal para el cuidado de la salud de los ciudadanos.

Francisco Marí

Dio entrada a la charla introductoria Francisco Marí Marí. director gerente del Hospital Universitario Son Llàtzer de Palma de Mallorca, para quien los avances en medicina se basan cada vez más en datos como un tesoro todavía oculto más allá de que se puede usar como depósito para consultas ocasionales.

Ante fenómenos como la creación de un Data Lake, subsiste todavía sin respuesta la pregunta clave de quién es el dueño del dato clínico. Y al existir riesgo de errores, si no se planifica bien y ante el corsé que supone el reglamento europeo de protección de datos.

Dr Joan Guanyabens

El doctor Joan Guanyabens Calvet, consultor de Health IT & Innovation, dictó la conferencia sobre el tema de los datos personales como instrumento vital para la conservación y generación de salud. Dado que, para conocer, es imprescindible disponer de dichos datos. En un sistema sanitario muy meritorio en el mundo a un coste caritativo muy bajo y a costa también de bajos salarios para los profesionales sanitarios.

Gracias a avances tan imparables en generación de información debida a la secuenciación del genoma humano y un salto tecnológico que empezó en las empresas, siguió en los domicilios y crece hoy con las máquinas que a su vez también son capaces de generar datos.

Confirmó que la información clínica de cada paciente le pertenece a él, al margen de que las instituciones ofrezcan esta a los profesionales sanitarios cuando realizan sus funciones.

Guanyabens describió los actuales flujos de información en una revolución digital en sus inicios que ahora afecta a los datos y no la propiedad o al suelo o la energía como ocurría en las anteriores conmociones vividas en la Historia.

Pasó lista a Alphabet, Apple, Amazon, Facebook y Microsoft son las cinco grandes corporaciones que poseen la mayoría de los datos de los ciudadanos de los países desarrollados, seguida de China, para la generación de algoritmos en el primer caso y de control social en el segundo.

En el camino a una medicina de muchas letras "p", al ser progresivamente proactiva, preventiva, predictiva, participativa, precisión y poblacional, con las cortapisas que suponen los condicionantes de salud y un conocimiento genético aún en sus albores. Sin que sea factible para los ciudadanos tener "mi cuenta de salud" (PHR).

Como ejemplo de cruce de datos citó el caso de Cataluña donde se sabe la mortalidad por infarto según la temperatura ambiental.

A efectos de capacitación profesional el caudal actual de información impide a los profesionales asistenciales.

Con datos se puede curar, aseguró. Razón por la que Europa, aunque tarde y mal pero pionera en el mundo, optó por preservar los derechos de los ciudadanos a salvaguardar su información como seres vivos sanos o enfermos.

Razonó que todo producto sometido a presión digital se convierte en un servicio. Como pasó con la música que, ya digitalizada, dio la vuelta totalmente a su sector. Un camino que todavía no ha iniciado, apenas, el sector sanitario, aún tan dependiente del papel.

En el ciclo de vida de la información, dijo que se debe ir de la recogida de los datos a su plasmación en valor para el paciente cuyo itinerario se puede seguir con precisión, por ejemplo, en quirófano.

En términos de ubicuidad, expuso el caso de Uber en el que publican su geolocalización tanto los conductores como los usuarios, con toda normalidad.

Desde su punto de vista, la tecnología humaniza porque personaliza y la falta de recursos ya no debería ser una excusa para no digitalizar la sanidad dada la gran afluencia de fondos europeos Next Generation.

Al tener presente que la innovación es el conocimiento puesto a trabajar. Aunque aún falte resolver la ecuación entre privacidad y salud digital personalizada. No obstante, el ponente se mostró convencido de que ese es un reto que la tecnología también sabrá resolver con la seguridad que provee la tecnología blockchain, que permite un uso centralizado de la información descentralizada. Al superar con Data los pretéritos esquemas de Backoffice y Frontoffice.

Celebró este experto que la Unión Europea haya aceptado el reto de la salud digital de sus ciudadanos a través de su planteamiento de un European Health Data Space para cada país, con control ciudadano de sus datos y uso de la información en abierto, a través de un masivo aporte financiero.

Dedicó unos minutos además a Salus.Coop, cooperativa de datos de salud impulsada por el ponente, entre otros. Para pasar a continuación a describir lo que es la plataforma La Meva Salut, dentro del portal del sistema catalán de salud, desde el que es posible descargar la propia información clínica, estructurada y de forma exportable, en la estela de los botones azules, Bluebottom que impulsó el ex presidente Barack Obama en el hospital de veteranos de Estados Unidos.

En defensa de médicos y enfermeras aseguró que recogida de datos debería ser labor de otros profesionales ya que aquellos se han visto esclavizados con las tareas burocráticas. En un contexto como el actual, en el que ya hay sistemas para convertir el texto libre en información estructurada.

Francisco Marí, Carlos Bibiano Guillén, Oriol Estrada Cuxart y Alberto Morell Baladrón

Xisco Marí también moderó la primera mesa de analistas, con el deseo de que las tecnologías actuales ayuden a hacer más transversales las estructuras asistenciales y, por supuesto, lograr que estén más centradas en los pacientes.

Dr Carlos B Guillén

En primer lugar, el doctor Carlos Bibiano Guillén, coordinador de urgencias del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, explicó que su centro asistencial, situado en el modesto barrio de Vallecas, no encuentra dificultades para usar las tecnologías en la asistencia domiciliaria. Al ser él mismo defensor de los ingresos domésticos como alternativa a la hospitalización convencional. Para lo que se requiere seguridad, escalabilidad a complejidad creciente y monitorización según las necesidades de cada paciente.

Dr Alberto Morell

Seguidamente, el doctor Alberto Morell Baladrón, jefe del servicio de Farmacia del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, auguró que las paredes físicas de los hospitales van a caer antes que tarde. Al pensar que especialidades como la suya hasta hace poco eran grandes desconocidas de los pacientes. Situación que ha cambiado notablemente como quedó constatado con la pandemia de Covid-19 y el incremento constante de la dispensación externa y ambulatoria para las que se hacen todas las interconsultas necesarias.

También intervino en esta mesa Oriol Estrada Cuxart, director clínico del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).