Científicos de diversos centros austríacos han descubierto que la baja frecuencia de una población linfocitaria en pacientes con linfoma difuso de células B grandes (LDCBG) es predictivo de respuesta favorable a la terapia CAR-T. El hallazgo es particularmente relevante porque esta terapia está confeccionada con linfocitos T circulantes de los propios pacientes, los cuales frecuentemente presentan linfopenia acompañada de agotamiento de los linfocitos T. En la comparación entre controles y pacientes, los investigadores hallaron que un nivel bajo de linfocitos T CD3+ CD27- CD28- circulantes es factor predictivo independiente de respuesta global. Esta asociación fue más acentuada en la comparación entre pacientes con o sin remisión completa. En el análisis estadístico se constató que una proporción igual o inferior al 18% en esta subpoblación linfocitaria predice con elevada fiabilidad una respuesta completa a los 12 meses. Los datos han sido sustanciados en experimentos in vitro, en los que la subpoblación de linfocitos identificada mostró menor capacidad de proliferación y de secreción de citoquinas en respuesta al CD19, antígeno tumoral al que van dirigidos, a pesar de mantener preservada su capacidad citolítica.

Winfried Pickl, investigador de la Universidad Médica de Viena y director del estudio, afirma que éste demuestra que la selección de células en el momento de la leucoféresis puede proporcionar una ventaja decisiva. Consecuentemente, el científico propone la remoción de esta subpoblación linfocitaria antes del inicio de la producción de los linfocitos CAR-T, en los pacientes con una situación de partida desfavorable.