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Ante el nuevo giro de la pandemia, la OMS actualiza sus directrices sobre mascarillas, aislamiento y tratamientos para la COVID-19

Las nuevas directrices contemplan las mascarillas como una herramienta clave para la prevención de la COVID-19 y sugieren un período de 10 días de aislamiento a partir de la aparición de los síntomas en la persona afectada.

16/01/2023

En función de las últimas pruebas disponibles y de la evolución de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de una última actualización de sus directrices sobre el uso de mascarillas en entornos públicos, los períodos de aislamiento de los afectados por la COVID-19, y también ...

En función de las últimas pruebas disponibles y de la evolución de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de una última actualización de sus directrices sobre el uso de mascarillas en entornos públicos, los períodos de aislamiento de los afectados por la COVID-19, y también sobre tratamientos y manejo clínico.

Para la elaboración y actualización de estas directrices, la OMS cuenta con una serie de expertos internacionales independientes que basándose en la evidencia y en el transcurso de la epidemiología, proceden a la revisión de las mismas.

Mascarillas

Para la OMS, el uso de mascarillas sigue siendo una herramienta clave en la lucha contra la COVID-19 y dada la propagación actual de la enfermedad infecciosa, mantiene la recomendación de su uso en casos específicos, independientemente de la situación epidemiológica local, sobre todo para cualquier persona que se adentre en un espacio abarrotado, cerrado o mal ventilado.

Asimismo, recomienda esta forma de protección después de haber tenido conocimiento de una exposición reciente al COVID-19, cuando alguien tiene o sospecha haber contraído la patología o cuando se tiene un alto riesgo de sufrir la enfermedad en su forma grave.

Otros casos en los que se recomienda la mascarilla están en función de la evaluación de riesgos. Los factores a considerar incluyen tendencias epidemiológicas locales o el aumento de los niveles de hospitalización, teniéndose en cuenta, además, los niveles de cobertura de vacunación e inmunidad en la comunidad y el entorno en el que se encuentre cada persona.

Período de aislamiento

Por otra parte, la OMS considera que el aislamiento de las personas con COVID-19 representa una medida a tener en cuenta para evitar que otras personas se infecten. En función de las circunstancias puede realizarse en la casa del afectado o en un hospital o clínica.

Así, contempla que un paciente con COVID-19 pueda ser dado de alta anticipadamente del aislamiento si da negativo en una prueba rápida basada en antígenos.

Sin pruebas, para los pacientes con síntomas, las nuevas directrices sugieren 10 días de aislamiento a partir de la fecha de aparición de los síntomas. Anteriormente, lo que la OMS aconsejaba es que los pacientes fueran dados de alta 10 días después del inicio de los síntomas, más al menos tres días adicionales desde que se hubieran resuelto.

Para quienes den positivo en las pruebas de COVID-19 pero no presenten signos ni síntomas, la OMS sugiere ahora 5 días de aislamiento en ausencia de pruebas que demuestren lo contrario, frente a los 10 días establecidos tiempo atrás.

Asimismo, la OMS alude a la evidencia para recordar que las personas con síntomas dadas de alta el día 5 después del inicio de los síntomas corrían el riesgo de infectar tres veces más a personas que aquellas dadas de alta el día 10, mientras que las asintomáticas tienen menos probabilidades de transmitir el virus.

Revisión de los tratamientos

Actualmente, como se recuerda desde la Agencia de Salud de la ONU, existen seis opciones de tratamiento comprobadas para pacientes con COVID-19, tres que evitan la hospitalización en personas de alto riesgo y otras tres que pueden salvan vidas en aquellos con enfermedad grave o crítica. "A excepción de los corticosteroides, el acceso a otros fármacos sigue siendo insatisfactorio a nivel mundial", subraya la OMS.

En su última revisión, muestra su firme recomendación para el uso de nirmatrelvir-ritonavir (también conocido por su nombre comercial ´Paxlovid´). Como indica, al respecto, "las mujeres embarazadas o lactantes con COVID-19 no grave deben consultar con su médico para determinar si deben tomar este fármaco". Asimismo, recomienda su uso en pacientes con COVID-19 leve o moderada con alto riesgo de hospitalización.

Sin embargo, sostiene una firme recomendación en contra del uso de, sotrovimab y casirivimab-imdevimab para tratar la COVID-19. Según argumenta, al respecto, "estos anticuerpos monoclonales carecen de actividad o la tienen disminuida frente a las variantes actuales del virus en circulación".

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