Publicidad
Publicidad

El análisis del transcriptoma identifica biomarcadores de fragilidad

El perfilado en biopsias musculares revela que la expresión alterada de ciertos genes se asocia a senescencia celular.

13/01/2023

Un equipo científico internacional ha descubierto que los genes CDKN1A, PDK4 e IGFN1 presentan una expresión alterada en el músculo humano envejecido. El hallazgo ha tenido lugar al secuenciar tanto el ARN total de las células musculares maduras como núcleos individuales, en 72 biopsias de voluntarios de diferentes edades. En ...

Un equipo científico internacional ha descubierto que los genes CDKN1A, PDK4 e IGFN1 presentan una expresión alterada en el músculo humano envejecido. El hallazgo ha tenido lugar al secuenciar tanto el ARN total de las células musculares maduras como núcleos individuales, en 72 biopsias de voluntarios de diferentes edades. En la comparación entre individuos jóvenes y de edad avanzada, con o sin sarcopenia, se constató que la capacidad de ejercer presión con la pierna fue el rasgo que se asoció a mayores cambios en la expresión génica. El aumento en la expresión de PDK4 y la disminución de IGFN1 resultaron ser comunes a todos los tipos celulares musculares, sólo en el envejecimiento, mientras que la expresión de CDKN1A estuvo circunscrita a células envejecidas que además exhiben marcadores de senescencia.

El estudio también identificó otros 4 genes cuya expresión aumenta con la edad, tanto en humanos como en ratas, indicando que el envejecimiento podría tener mecanismos comunes en diferentes especies de mamíferos. A diferencia de las técnicas transcripómicas clásicas, la ahora utilizada permite establecer una asociación entre la expresión génica y la microarquitectura del tejido. La captura de datos en ambos campos posibilita un análisis más completo, que tiene en cuenta la heterogeneidad celular en tejidos procedentes de personas con diferentes capacidades funcionales, así como las diferentes proporciones de fibras musculares de contracción rápida o lenta. Simon Melov, científico del Buck Institute for Research on Aging y director del estudio, afirma que éste puede facilitar el desarrollo de nuevas terapias dirigidas a combatir la fragilidad relacionada con el avance de la edad.

Publicidad
Publicidad
Nuestros Podcasts