Los estragos de la pandemia de la Covid-19 ha generado cambios en los hábitos de consumo de los ciudadanos, y también en el consumo de alimentos y complementos alimenticios. Al menos así lo asegura un informe elaborado por la empresa de Big Data IRI, el sector de la producción de vitaminas y complementos alimenticios crecerá a un ritmo del 8,2% hasta 2027.

El auge en el consumo de suplementos vitamínicos se debe, principalmente, al autoconsumo. Según datos de la Global Consumer Survey de Statista, cerca de la mitad de la población de los principales países del mundo toman de forma períodica suplementos vitamínicos.

Según los datos del informe, Polonia y Suráfrica son los países donde más se consumen este tipo de productos, y tres de cada cuatro ciudadanos asegura haber tomado algún tipo de vitamina en los últimos doce meses. El consumo de complementos alimenticios también es muy popular en países de América, como México, Brasil o Estados Unidos.

En el caso de Europa, el Reino Unido es el país donde más vitaminas se consumen: un 65% de los británicos asegura tomar complementos alimentarios de forma recurrente. Otros países europeos como Alemania (58%) y Francia (50%) también cuentan con un elevado consumo de complementos vitamínicos. En el caso de España, el porcentaje de personas que consumen vitaminas de forma recurrente se sitúa en el 49%, una cifra ligeramente por debajo de la media europea.

El 25% de los españoles que consume complementos alimenticios lo hace sin prescripción médica

El auge del consumo de vitaminas y otros complementos alimenticios en España denota un incremento en la preocupación por el estado de salud de la persona. Sin embargo, este consumo de vitaminas no siempre se realiza con criterios médicos. Una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizada en 2021 asegura que una cuarta parte de los españoles que han empezado a tomar complementos alimenticios lo han hecho sin prescripción médica. Por otro lado, la encuesta también puso de relieve el poco conocimiento de los ciudadanos ante los efectos de las vitaminas. Un 74% de los consumidores de este tipo de complementos admite tener un conocimiento bajo o muy bajo sobre la función de las vitaminas en el cuerpo de las personas.

En la misma encuesta la OCU también recoge los principales motivos por los que se decide consumir complementos alimentarios: mejorar el sistema inmunitario, sentir más vitalidad, reducir la ansiedad y el estrés y restablecer los niveles de vitaminas son los motivos más comunes.