Un estudio realizado en Japón indica que el zumo del mini kiwi (Actinidia arguta), así como uno de sus componentes, la isoquercetina, reducen el crecimiento del cáncer de pulmón inducido por un producto químico. Casi la mitad de los animales tratados con el zumo no llegaron a desarrollar nódulos en la superficie pulmonar, aunque en los que sí los desarrollaron aquéllos fueron de tamaño similar al de los animales control. La reducción del número de nódulos con el tratamiento fue del 25% de mediana, con una disminución de los signos histológicos de hiperplasia, lo que es indicativo de menor grado de malignidad del tumor, según los investigadores. Resultados similares fueron obtenidos en animales tratados con una solución de isoquercetina. En el examen del mecanismo de acción los científicos hallaron que el zumo reduce el efecto mutagénico del compuesto inductor del cáncer, potenciando la actividad de un enzima de reparación del ADN. Estudios previos del mismo laboratorio ya habían demostrado la capacidad antitumoral del zumo en un modelo de carcinogénesis cutánea, así como la del zumo de la uva silvestre Vitis coignetiae, conocida en Japón como "yamabudo". El zumo de Actinidia arguta es conocido por su actividad antiinflamatoria, habiendo mostrado en al menos un estudio capacidad neuroprotectora, retrasando o previniendo la enfermedad de Parkinson en un modelo animal.

Sakae Arimoto-Kobayashi, científico de la Universidad de Yokohama y director del actual estudio, afirma que tanto el zumo de Actinidia arguta como la isoquercetina reducen la fosforilación de la quinasa AKT en células tumorales, independientemente de que éstas se encuentren estimuladas por la vía del EGFR. Esta observación sería consistente con la noción de que la terapia actúa tanto a nivel profiláctico como durante la progresión.