El Instituto de Oncología Experimental del Hospital Universitario de Bonn (UKB), en Alemania, investiga qué pacientes con cáncer de vejiga metastásico se benefician de una nueva forma de terapia oncológica, los conjugados anticuerpo-fármaco, para poder utilizar con eficacia estos prometedores medicamentos.

Las quimioterapias empleadas para tratar el carcinoma urotelial agresivo avanzado y metastásico suelen ir asociadas a numerosos efectos secundarios. Recientemente se ha aprobado un nuevo tipo de fármacos, los conjugados anticuerpo-fármaco, para pacientes con carcinoma urotelial metastásico. Los principales resultados se publican este diciembre en la revista de oncología ´Clinical Cancer Research´.

Estos fármacos consisten en un anticuerpo dirigido contra la superficie de la célula tumoral conjugado con un agente quimioterapéutico altamente tóxico. Así, se combina la selectividad de la terapia con anticuerpos dirigidos con el potencial citotóxico de la quimioterapia convencional, lo que representa un enfoque terapéutico oncológico nuevo e innovador.

USO DE CONJUGADOS ANTICUERPO-FÁRMACO

"Enfortumab vedotin es el primer conjugado anticuerpo-fármaco aprobado, muy prometedor para el tratamiento de pacientes con carcinoma urotelial metastásico. Sin embargo, aún sabemos poco sobre quién se beneficia realmente de esta terapia, que también puede causar efectos secundarios graves, como irritación cutánea o trastornos nerviosos", afirma Niklas Klümper, médico adjunto de la Clínica de Urología de la UKB.

Así las cosas, estos investigadores han podido demostrar por primera vez que la molécula de superficie para la administración dirigida del agente quimioterapéutico en el carcinoma urotelial metastásico suele estar disminuida o ausente. La falta de esta estructura de superficie, que puede detectarse mediante inmunohistoquímica convencional, se asocia a resistencia a enfortumab vedotin, por lo que estos pacientes podrían tratarse mejor con terapias alternativas.

"Nuestro trabajo es, por tanto, un paso hacia la oncología de precisión para pacientes con carcinoma urotelial metastásico", afirma Klümper. Su objetivo es garantizar que estos fármacos potencialmente tóxicos solo se utilicen en pacientes que también puedan beneficiarse de la terapia.

Las experiencias de Klümper con el nuevo fármaco, que podrían ser muy relevantes para el tratamiento, se comparten con una red de otros hospitales universitarios y clínicas en el marco de los estudios, para que lleguen al mayor número posible de pacientes como optimización de la terapia.