La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitari i Politècnic La Fe ha obtenido la acreditación SEC-EXCELENTE, que otorga la Sociedad Española de Cardiología a aquellos hospitales que cumplen los estándares de calidad asistencial internacionalmente establecidos en el manejo de los pacientes que reciben rehabilitación cardiaca.

Los programas de rehabilitación cardiaca incluyen un conjunto de intervenciones coordinadas y multidisciplinares con el objetivo de reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes con cardiopatía. En total, en esta ocasión, han sido doce los hospitales españoles los que lo han alcanzado.

A través de un proceso que incluye la medición, comparación con estándares, auditoria, promoción de acciones de mejora y finalmente, la acreditación de diversos procesos y procedimientos en cardiología, se reduce la variabilidad de las actuaciones en la práctica clínica. Por ello, esta acreditación fomenta la mejora en la prevención, diagnóstico y seguimiento de las enfermedades cardiovasculares.

En el Hospital La Fe el pasado año se atendieron en esta Unidad a un total de 95 pacientes con síndrome coronario agudo reciente, a los que se les realizaron 270 pruebas, fundamentalmente test de lanzadera y ergonometrías.

"Los programas de rehabilitación cardiaca han demostrado importantes beneficios y se recomiendan en diferentes ámbitos de la cardiopatía", explica Alicia Serrano Romero, especialista en Cardiología y responsable de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca Hospital La Fe. "En nuestra Unidad, el programa se centra en la prevención de nuevos eventos cardiovasculares en pacientes que han sufrido un síndrome coronario agudo", concreta.

Antes de iniciar el programa, al paciente se le realiza una ergometría para valorar capacidad funcional, la inducción de arritmias, respuesta tensional anómala e isquemia, a fin de con esos datos optimizar el tratamiento y calcular las frecuencias de entrenamiento e indicar otros procedimientos o pruebas cuando se requiera.

Posteriormente, se realiza una comparativa entre test de la lanzadera previo y tras la finalización del programa para evaluar el efecto de éste en la capacidad funcional de cada paciente.

"De forma paralela se establece un control exhaustivo de los factores de riesgo del paciente realizando los ajustes tanto del tratamiento médico, como una búsqueda de cuáles son las barreras que le impiden modificar sus hábitos en cuanto a consumo de tóxicos, dieta, ejercicio o control de estrés, y buscar soluciones comprometiendo al paciente en su propio autocuidado mediante una intervención coordinada y multinivel por parte de la enfermera, fisioterapeuta, cardiología y sesiones de psicoeducación", explica la doctora Serrano Romero.

Programa multidisciplinar

La rehabilitación cardiaca es un programa multidisciplinar coordinado desde Cardiología y en colaboración estrecha con el servicio de Rehabilitación, indispensable para completar la prescripción del ejercicio físico de forma individualizada. "Además de los cardiólogos y médicos rehabilitadores, es fundamental el papel coordinado con los fisioterapeutas, personal de enfermería, psiquiatras, psicólogos e incluso el personal de informática que nos ayuda con el desarrollo de las aplicaciones y programa de medición", señala la especialista Alicia Serrano.

"No se trata solo de un programa de ejercicio físico, puesto que buscamos incidir en la modificación del estilo de vida de los pacientes y de sus familiares. Fomentar el autocuidado -enseñando al paciente a conocer y recuperar el control de su propia enfermedad-, la adherencia a los fármacos y tratamientos y el apoyo psicológico para disminuir la ansiedad y el estrés- a través de talleres y sesiones grupales-. En definitiva, favorecer su calidad de vida, además de lograr una reducción de la mortalidad de entorno al 30 % respecto a los pacientes que no realizan este tipo de rehabilitación", añade.

Por ello se está iniciando un programa de telerehabilitación, mediante una aplicación móvil, que permitirá la rehabilitación ambulatoria de pacientes catalogados como de bajo riesgo, a fin de incrementar el número de pacientes atendidos, al subsanar las limitaciones de espacio y evitar desplazamientos.