Un nuevo estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología pone de manifiesto el beneficio metabólico ofrecido por el ejercicio a intervalos de elevada intensidad, en combinación con una ingesta restringida a una franja horaria. El ensayo incluyó más de 130 mujeres con sobrepeso u obesidad y factores de ...
Un nuevo estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología pone de manifiesto el beneficio metabólico ofrecido por el ejercicio a intervalos de elevada intensidad, en combinación con una ingesta restringida a una franja horaria. El ensayo incluyó más de 130 mujeres con sobrepeso u obesidad y factores de riesgo de diabetes o de enfermedades cardiocirculatorias, a las que se permitió la libre ingesta durante un periodo máximo de 10 horas diarias durante 7 semanas. A lo largo de este periodo las participantes se ejercitaron durante una hora, tres veces por semana, alternando en la misma sesión actividad ligera con ejercicio al 90% de la capacidad cardíaca. En comparación con los grupos sometidos a sólo una de las dos intervenciones, la combinación de ambas redujo significativamente los niveles de hemoglobina glucosilada circulante. Aunque todas las intervenciones ocasionaron pérdida de peso corporal, masa grasa y grasa abdominal, las mayor reducción de peso tuvo lugar en el grupo de combinación, que fue el doble que en el resto, alcanzando una media de 3.6 kg.
Kamilla Haganes, directora del estudio, afirma que éste es el primero en evaluar esta combinación en mujeres sedentarias en edad reproductiva. Investigaciones preclínicas previas ya habían demostrado que la combinación de ejercicio aeróbico e ingesta restringida en el tiempo atenúa las anormalidades metabólicas asociadas a la dieta rica en grasas. Sin embargo, la mayor parte de los estudios en humanos habían sido realizados en individuos con entrenamiento previo, en los que sólo fue examinado el impacto sobre la resistencia física y la composición corporal.