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Preocupa el impacto ambiental que está produciendo la proliferación de kits de pruebas diagnósticas desechables

Los dispositivos, generalmente hechos de plásticos no sostenibles, a menudo deben incinerarse para reducir el riesgo de infección, lo que genera una liberación adicional de gases de efecto invernadero y, potencialmente, otros contaminantes.

23/11/2022

El uso creciente de kits de pruebas médicas desechables está generando tal impacto ambiental que genera gran preocupación hasta el punto de que expertos han alzado la voz para abordarse con urgencia. Los dispositivos, generalmente hechos de plásticos no sostenibles, a menudo deben incinerarse para reducir el riesgo de infección, ...

El uso creciente de kits de pruebas médicas desechables está generando tal impacto ambiental que genera gran preocupación hasta el punto de que expertos han alzado la voz para abordarse con urgencia. Los dispositivos, generalmente hechos de plásticos no sostenibles, a menudo deben incinerarse para reducir el riesgo de infección, lo que genera una liberación adicional de gases de efecto invernadero y, potencialmente, otros contaminantes. Algunos contienen, además, sustancias químicas tóxicas, como derivados del cianuro, que son perjudiciales si no se eliminan adecuadamente.

Precisamente, en el transcurso de la pandemia de COVID-19, se han empleado miles de millones de estos kits desechables cada año, además de 412 millones de pruebas de malaria, 3 millones de pruebas de tuberculosis y 2,4 millones de pruebas de VIH.

Así, investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han comenzado una toma de contacto con fabricantes y agencias médicas para que los llamados ´diagnósticos de un solo uso´ se pueden fabricar de manera más sostenible.

Una de las investigadoras, Maïwenn Kersaudy-Kerhoas, integrante de un equipo internacional de científicos, fabricantes y usuarios finales de España, Francia, Etiopía y Sudáfrica, reconoce que ya se están produciendo algunas innovaciones en el campo, pero, en su opinión, "se necesita más". "Si bien este tipo de dispositivos son prometedores para la salud, sin embargo, la pandemia puso de manifiesto la cantidad de desechos médicos que se producen y las consecuencias tanto para la salud humana como ambiental".

De acuerdo con otra de estas investigadoras, Alice Street, algunas de estas pruebas deben incinerarse a más de 800 grados centígrados. "No están diseñados para sistemas o países con recursos insuficientes donde, por lo general, pueden ser más útiles. En algunas áreas, se colocarán en basureros municipales o se quemarán, pero las sustancias tóxicas que contienen podrían filtrarse al suelo o ser transportadas en vapores que son inhalados por la población local".

Por tanto, "existe una necesidad urgente de encontrar soluciones que reduzcan la huella de carbono de estos dispositivos. Depende de los ingenieros, fabricantes y médicos trabajar juntos para hacer de esto una prioridad", concluye Kersaudy-Kerhoas

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