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Los profesionales, las escuelas y las propias familias deben reconocer grados menores de angustia

El XXV Congreso Nacional de Psiquiatría aborda la prevención universal del suicidio en adolescentes. Hay programas de sensibilización y capacitación. La idea es poder detectar casos sospechosos y facilitar los comportamientos de búsqueda de ayuda.

17/11/2022

Cualquier suicidio tiene un efecto tremendo en sus familias. Prevención universal del suicidio en adolescentes ahora o nunca. Este simposio, en el XXV Congreso Nacional de Psiquiatría, lo moderó este jueves Manuel Gurpegui Fernández de Legaria. Abordó además los factores asociados a la muerte por suicidio, con particular atención a ...

Cualquier suicidio tiene un efecto tremendo en sus familias. Prevención universal del suicidio en adolescentes ahora o nunca. Este simposio, en el XXV Congreso Nacional de Psiquiatría, lo moderó este jueves Manuel Gurpegui Fernández de Legaria. Abordó además los factores asociados a la muerte por suicidio, con particular atención a la población infanto-juvenil. La muerte por suicidio ocupa el tercer lugar entre las causas de muerte. El daño a sí mismo ocurre en una tasa de 1,4 por 100.000 habitantes. De cada 1.000 muertes en el mundo, 14 se deben a suicidio. Afecta a cada tres o cuatro varones por cada mujer. La edad tardía (61 años o más) tiene la proporción más baja de muertes por suicidio.

Como en cualquier hecho infrecuente, es difícil de predecir los factores de riesgo. Hay estudios escandinavos que demuestran que los antiguos pacientes de psiquiatría tienen tasas más altas. La ansiedad, comportamientos depresivos, abuso de sustancias, rupturas sentimentales pueden llegar a estar relacionados.

Anticipar y prevenir un fatal desenlace. Hay características asociadas como depresión o ansiedad. Los síntomas emocionales tienen una relación inversa de estar en el grupo de alto riesgo. Mientras que los problemas de conducta aumentan la posibilidad. Antecedentes de maltrato igualmente la aumentaría.

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Después, se centró en prevención en el ámbito escolar: una necesidad no adecuadamente cubierta. Hay factores internos como la psicopatología, la madurez cognitiva y que es una etapa esencial. En países con mayor acceso a las armas de fuego, hay más suicidios con armas de fuego. El acoso escolar puede influir. Los profesionales, las escuelas y las propias familias deben reconocer grados menores de angustia. Los servicios de crisis deben estar ampliamente disponibles. Hay que educar e identificar. Los guardianes o centinelas podrían detectar dónde está el riesgo. Desde los medios, hay formas de comunicación para que no se induzcan a suicidios. Hay programas de sensibilización y capacitación. La idea es poder detectar casos sospechosos y facilitar los comportamientos de búsqueda de ayuda. Además, promover capacidades en habilidades dirigidas a fortalecer los factores de protección, con resolución de problemas. El pertenecer a un grupo de amigos tiene un efecto protector. También la lectura y el visionado de películas. La sociedad en su conjunto debe adoptar una predisposición de cuidado a sus menores.

Marisa Barrigón expuso la parte de protocolos de riesgo suicida en adolescentes: ¿tienen impacto? Advirtió de que la mortalidad asociada al suicidio no ha disminuido en los últimos años. Todavía para el tratamiento y el acceso para mejorar el abordaje del suicidio, hay barreras. Hay problemas para pedir ayuda. Los instrumentos que se tienen no terminan de funcionar, no predicen conductas suicidas. Estamos ante un problema poco frecuenta y el 80-90% de muertes por suicidio se da en personas que los psiquiatras han catalogado como bajo riesgo suicida. Por ello, hay que hacer una prevención más universal y no centrarse sólo en los de alto riesgo. Poner barreras físicas en lugares altos ayuda a reducir el número de suicidios, al igual que hacer las cajas de paracetamol más pequeñas. Desde el punto de vista sanitario, lo que se puede hacer es que caigan las barreras de alguna forma, facilitar la accesibilidad. Una detección precoz y elaboración de censos de conducta suicida. El protocolo que han marcado en Sevilla establece cinco niveles de riesgo: sin riesgo, leve, moderado, grave y severo. Sevilla se ha unido a la alianza europea contra la depresión y el suicidio, que promueve trabajar a nivel comunitario, no sólo a nivel de Atención Primaria. Concluyó que "hacer protocolos de prevención de suicidio es una necesidad".

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