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Una investigación dirigida por la Universidad de Queensland (Australia) defiende que la COVID-19 activa la misma respuesta inflamatoria en el cerebro que la enfermedad de Parkinson. El hallazgo, publicado en la revista ´Nature´s Molecular Psychiatry´ advierte de un posible riesgo futuro de afecciones neurodegenerativas en personas que han padecido la ...
Una investigación dirigida por la Universidad de Queensland (Australia) defiende que la COVID-19 activa la misma respuesta inflamatoria en el cerebro que la enfermedad de Parkinson. El hallazgo, publicado en la revista ´Nature´s Molecular Psychiatry´ advierte de un posible riesgo futuro de afecciones neurodegenerativas en personas que han padecido la COVID-19, pero también dan pistas sobre un posible tratamiento.
"Estudiamos el efecto del virus en las células inmunitarias del cerebro, la ´microglía´, que son las células clave involucradas en la progresión de enfermedades neurológicas como el Parkinson y el Alzheimer", explicó el profesor Trent Woodruff, responsable del estudio junto al Dr. Eduardo Albornoz Balmaceda, de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la UQ , y virólogos de la Facultad de Química y Biociencias Moleculares.
"En caso de que alguien ya está predispuesto a la enfermedad de Parkinson,haber padecido la COVID-19 podría ser como verter más combustible en el cerebro", indicó el prof. Woodruff. "Lo mismo se aplicaría a la predisposición al Alzheimer y otras demencias que se han relacionado con los inflamasomas".
"Es una especie de asesino silencioso, porque no se aprecia ningún síntoma externo durante muchos años", según el Dr. Albornoz Balmaceda. "La activación de la vía del inflamasoma provocó un ´incendio´ en el cerebro que da lugar a un proceso crónico y sostenido de destrucción de neuronas".
En concreto, los investigadores encontraron que la proteína de pico del virus fue suficiente para iniciar el proceso y se exacerbó aún más cuando ya había proteínas en el cerebro relacionadas con el parkinson.
Pero el estudio también encontró un tratamiento potencial. "Si bien la similitud entre la forma en que COVID-19 y algunas enfermedades neuronales afectan el cerebro era preocupante, ello también significó el hallazgo de un posible tratamiento", indicó el prof. Woodruff.
Los investigadores administraron una clase de fármacos inhibidores desarrollados en dicha Universidad que actualmente se encuentran en ensayos clínicos con pacientes de parkinson. "Descubrimos que bloqueó con éxito la vía inflamatoria activada por COVID-19", según el Dr. Albornoz Balmaceda.
"El fármaco redujo la inflamación tanto en ratones infectados con COVID-19 como en las células de microglía de humanos, lo que sugiere un posible enfoque de tratamiento para prevenir la neurodegeneración en el futuro. No obstante, se necesita más investigación, pero este es potencialmente un nuevo enfoque para tratar un virus que de otro modo podría tener ramificaciones de salud a largo plazo incalculables", concluyó el prof. Woodruff