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Un enfoque multidisciplinar es la clave para lograr la equidad en materia de VIH en las poblaciones más vulnerables

Una de las principales necesidades es continuar trabajando en la eliminación del estigma y la discriminación que todavía acompañan al VIH.

13/10/2022

Cada día 4.000 personas se infectan con el VIH en el mundo. Además, tal y como se señala en el informe "En peligro" de ONUSIDA, en los últimos dos años y medio, el choque de las pandemias del VIH/sida y Covid-19 han situado la respuesta mundial al VIH bajo una ...

Cada día 4.000 personas se infectan con el VIH en el mundo. Además, tal y como se señala en el informe "En peligro" de ONUSIDA, en los últimos dos años y medio, el choque de las pandemias del VIH/sida y Covid-19 han situado la respuesta mundial al VIH bajo una amenaza cada vez mayor. Aún existen grandes retos por superar a nivel político, clínico y social; especialmente para lograr una mayor equidad, sobre todo respecto a las comunidades más vulnerables. Con este foco se ha celebrado el simposio "Refocusing on HIV in Europe: addressing challenges to equitable HIV outcomes for communities of greatest need" el 12 de octubre en Sevilla. Esta sesión, impulsada por MSD, ha tenido lugar durante la conferencia Fast-Track Cities 2022, organizada por IAPAC (International Association of Providers of AIDS Care), Joint United Nations Programme on HIV/AIDS, Fast-Track Cities Institute, Stop TB Partnership y World Hepatitis Alliance y que en esta edición se ha llevado a cabo del 11 al 13 de octubre.

"Desde MSD consideramos totalmente prioritario trabajar para lograr una mayor equidad en materia de VIH; y eso pasa por el abordaje de las necesidades no cubiertas de las personas que viven con este virus. Y con especial atención a aquellas poblaciones más vulnerables, sus necesidades y los obstáculos con los que se encuentran, para lo que es fundamental el esfuerzo que ya se hace desde la Administración, las ONG y los profesionales sanitarios, entre otros", señala el doctor Joaquín Mateos, director médico ejecutivo España & Portugal de MSD. "Al trabajar en esta línea estamos contribuyendo a la consecución de la Estrategia mundial contra el VIH de ONUSIDA, que tiene entre sus objetivos encaminar a todos los países y comunidades hacia el fin de la epidemia de VIH/sida como amenaza para la salud pública antes de 2030", añade el doctor Mateos.

El simposio ha sido moderado por el profesor Jeffrey Lazarus, jefe del Grupo de Investigación de Sistemas de Salud del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y profesor asociado de la Universidad de Barcelona, quien a su vez ha realizado la ponencia "Refocusing on HIV in Europe: working together to achieve a common goal". En este simposio han participado como ponentes la doctora Eugenia Negredo, jefa de la Unidad de VIH del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol; la doctora Julia del Amo, directora de la División de Control de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis del Ministerio de Sanidad y Diego García, director de la ONG Adhara Sevilla.

Así, la doctora Negredo, que ha ofrecido el punto de vista clínico, destaca que "la esperanza de vida de nuestros pacientes ha ido mejorando, pero la calidad de vida incluye muchos aspectos como son el estigma, aspectos sociales, funcionales, psicológicos, etc. que debemos abordar, y que a menudo en la consulta médica no se están evaluando, principalmente por falta de tiempo y recursos".

En cuanto a las necesidades aún sin cubrir en personas que viven con VIH, la doctora explica que, "más allá del tratamiento del VIH y de las comorbilidades que van apareciendo (cardiovascular, osteoporosis, alteraciones renales, etc.), cuyo manejo es el adecuado, en muchas de las unidades VIH no se está abordando al paciente de forma global. En la mayoría de las unidades faltan recursos para poder evaluar de forma multidisciplinar, integral a nuestros pacientes, es decir, considerando, además de la salud mental, aspectos que conciernen a otras esferas, como la social, la funcional o los síndromes geriátricos como el sueño, el dolor crónico, los problemas sexuales, el estigma, etc.", subrayando la importancia de escuchar al paciente.

Para la doctora Negredo el futuro del VIH debe pasar por escuchar al paciente, ofreciéndole soluciones a sus problemas para conseguir un abordaje global que podría suponer un verdadero éxito para los que sufren la enfermedad.

Desde la perspectiva política en España, además de otros logros importantes como la inclusión de la profilaxis pre-exposición (PrEP) en la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud en 2019, el Ministerio de Sanidad impulsó en 2018 el Pacto Social por la no discriminación y la igualdad de trato asociada al VIH, con el objetivo de eliminar el estigma y la discriminación asociados al VIH y al sida, garantizando la igualdad de trato y de oportunidades, la no discriminación, el respeto de los derechos humanos y la diversidad de las personas afectadas. Desde su puesta en marcha se han realizado avances importantes en la respuesta frente al estigma y la discriminación asociados al VIH. Se han adoptado medidas como la eliminación del diagnóstico de VIH como causa genérica de exclusión en las convocatorias de empleo público; se ha aprobado el compromiso de los Consejos Interterritoriales de Sanidad y de Servicios Sociales de eliminar cualquier tipo de discriminación hacia las personas con el VIH en el acceso a centros residenciales y se ha firmado un Convenio de colaboración entre el Ministerio de Sanidad, la Coordinadora Estatal de VIH y SIDA y la Universidad de Alcalá para el desarrollo de acciones en el marco del pacto social por la no discriminación y la igualdad de trato asociada al VIH.

Pero pese a los avances aún quedan importantes retos que se reflejan en el Plan de Prevención y Control de la Infección por el VIH y las ITS 2021-2030 en España, en el que se establecen cuatro objetivos estratégicos basados en la prevención, el diagnóstico precoz, el inicio temprano de los antirretrovirales y el manejo de la cronicidad, y la mejora de la calidad de vida de las personas afectadas. Y se acompaña de un bloque de elementos transversales: la igualdad de derechos, de trato y de oportunidades, la no discriminación y el pleno ejercicio de los derechos fundamentales sobre la base del Pacto Social, la mejora de los sistemas de información sanitaria y la mejora de la gobernanza.

En el plan se menciona aquellas poblaciones especialmente vulnerables al VIH (y a quienes, entre otros públicos como población general, van dirigidas sus acciones) que incluye a hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH), personas que ejercen la prostitución, personas trans, personas que consumen y que se inyectan drogas, personas migrantes, incluyendo menores extranjeros no acompañados, y personas que se encuentran en prisión, y adicionalmente a las personas que usan drogas en las relaciones sexuales.

Sus acciones están orientadas a la reducción de las inequidades en salud, a la creación de un entorno seguro y saludable y a la promoción de la calidad de vida de las personas con infección por el VIH y otras ITS. Incorpora la mirada de los determinantes sociales de la salud y cómo estos influyen en el acceso, disponibilidad, aceptabilidad y calidad de las acciones de prevención y promoción, detección del VIH y otras ITS, atención y tratamiento y mejora de la calidad de vida. Alineados con la Estrategia de ONUSIDA 2021-2026 para poner fin al VIH y reducir la incidencia de las ITS, este Plan propone incorporar la equidad con el fin de orientar las acciones a las necesidades de cada colectivo, su acceso y control de los recursos y servicios y su situación de partida y promover las capacidades y habilidades de las personas para propiciar una vivencia de la sexualidad positiva, libre y responsable para, como promueve la Agenda 2030, no dejar a nadie atrás.

Desde el punto de vista comunitario y social, Diego García incide en la discriminación como una de las principales barreras. "Una de las principales necesidades es continuar trabajando en la eliminación del estigma y la discriminación que todavía acompañan al VIH y a la salud sexual en general, y en este sentido creemos que el Ministerio de Sanidad ha dado un paso enorme y muy bienvenido por la sociedad civil en impulsar el pacto social por la no discriminación", subraya Diego García, destacando la importancia de que ONG y los dispositivos de salud tradicionales trabajen de forma conjunta.

En cuanto a la evolución en los últimos años de estas necesidades, García explica que "el cambio radical que los nuevos tratamientos trajeron a la evolución natural de esta enfermedad ha hecho que la población que cumple años con VIH aumente sin cesar. Esta realidad hace que las personas con VIH deban convivir en muchas ocasiones con otras patologías, salud mental o de origen metabólico, que plantean retos para un seguimiento correcto donde el paciente esté verdaderamente en el centro". En España el 40% de las personas diagnosticadas en el primer semestre del 2021 tenía 50 años o más.

"Aunque existen necesidades y circunstancias globales a las que es fundamental dar respuesta, es importante no perder de vista el hecho de que cada persona que vive con VIH, y especialmente las poblaciones más vulnerables, tienen necesidades concretas en función de sus circunstancias y que, además, son diferentes en cada etapa de la vida. Esto pone de manifiesto la relevancia de utilizar todas las herramientas disponibles para poder atender estas necesidades de forma correcta", concluye el doctor Joaquín Mateos.

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