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¿Qué indican los últimos datos de olaparib ante el cáncer de ovario?

Olaparib demostró una supervivencia a largo plazo clínicamente significativa en determinadas pacientes con cáncer de ovario avanzado en primera línea en los análisis exploratorios de 2 ensayos de fase III.

15/09/2022

La Alianza MSD-AstraZeneca ha anunciado los resultados de seguimiento a largo plazo de los ensayos de fase III PAOLA-1 y SOLO-1 en cáncer de ovario avanzado en primera línea, que representan los datos a largo plazo de un inhibidor de PARP en este contexto. Estos resultados se presentaron en el ...

La Alianza MSD-AstraZeneca ha anunciado los resultados de seguimiento a largo plazo de los ensayos de fase III PAOLA-1 y SOLO-1 en cáncer de ovario avanzado en primera línea, que representan los datos a largo plazo de un inhibidor de PARP en este contexto. Estos resultados se presentaron en el Congreso de 2022 de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y los resultados del ensayo SOLO-1 se publicaron en el Journal of Clinical Oncology.

El cáncer de ovario es uno de los tumores ginecológicos más frecuentes y tiene el peor pronóstico y la mayor tasa de mortalidad. Más de dos tercios de las pacientes con cáncer de ovario son diagnosticadas con enfermedad avanzada y aproximadamente el 50-70% de estas pacientes fallecen antes de los cinco años. Aproximadamente, la mitad de las pacientes con cáncer de ovario avanzado tienen tumores positivos para déficit de recombinación homóloga (homologous recombination deficiency, HRD por sus siglas en inglés), incluidos los que tienen una mutación de BRCA y una de cada cuatro mujeres tiene una mutación BRCA, según el seguimiento a 5 años y resultados finales de supervivencia global (SG) del ensayo de fase III PAOLA-1.

En España se estima que en 2022 se realicen 3.600 nuevos diagnósticos de cáncer de ovario según el informe `Las cifras del cáncer 2022´ elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). En 2020, la cifra de nuevos diagnósticos para esta patología ascendió a 3.543, tal y como refleja el Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) 2020; según este mismo documento, en 2020 fallecieron 1.993 mujeres por cáncer de ovario en nuestro país.

En el ensayo de fase III PAOLA-1 se evaluó este fármaco en combinación con bevacizumab como terapia de mantenimiento en primera línea en pacientes con cáncer de ovario avanzado, que no tenían pruebas de enfermedad después de la cirugía o después de respuesta a quimioterapia basada en platino. La supervivencia global final, un criterio de valoración secundario clave, fue de 56,5 meses en las pacientes que recibieron la molécula más bevacizumab, frente a 51,6 meses con bevacizumab en monoterapia (HR=0,92 [IC del 95%, 0,76-1,12]; p=0,4118) en pacientes con cáncer de ovario avanzado recién diagnosticado. Estos resultados de SG no fueron estadísticamente significativos.

En un análisis exploratorio de subgrupos de pacientes con HRD positiva, el fármaco más bevacizumab aportó una mejora clínicamente significativa de la SG, reduciendo el riesgo de muerte en un 38% (HR=0,62 [ic del 95%, 0,45-0,85]) frente a bevacizumab en monoterapia. La supervivencia a cinco años de las pacientes que recibieron la combinación fue del 65,5% frente al 48,4% de las que recibieron bevacizumab en monoterapia.

La combinación también mejoró la mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) a casi 4 años (46,8 meses), frente a 17,6 meses con bevacizumab más placebo y el 46,1% de las pacientes que recibieron la combinación seguían sin progresión frente al 19,2% de las pacientes que recibieron bevacizumab en monoterapia. El perfil de seguridad y tolerabilidad del fármaco en este ensayo estuvo en línea con el observado en ensayos clínicos previos, sin nuevas señales de seguridad. Los acontecimientos adversos de interés especial con el fármaco en combinación con bevacizumab frente a bevacizumab en monoterapia incluyeron síndrome mielodisplásico/leucemia mieloide aguda/anemia aplásica (1,7% frente a 2,2%), nuevas neoplasias malignas primarias (4,1% frente a 3,0%) y neumonitis/enfermedad pulmonar intersticial/bronquiolitis (1,3% frente a 0,7%) en el seguimiento a los siete años del ensayo de fase III SOLO-1.

En el ensayo de fase III SOLO-1 se evaluó el fármaco en monoterapia como tratamiento de mantenimiento en primera línea en pacientes con cáncer de ovario avanzado, que no tenían pruebas de enfermedad después de la cirugía o después de la respuesta a quimioterapia basada en platino. En este ensayo, el fármaco mostró una mejora clínicamente significativa de la SG frente a placebo en pacientes con cáncer de ovario avanzado recién diagnosticado, con mutación de BRCA en la línea germinal (gBRCAm), reduciendo el riesgo de muerte en un 45% (HR=0,55 [IC del 95%, 0,40-0,76]; p=0,0004) frente a placebo (diferencia no estadísticamente significativa). No se alcanzó la mediana de SG con el fármaco, mientras que fue de 75,2 meses con placebo. En el análisis descriptivo de la SG a los 7 años, esta supervivencia fue del 67% en las pacientes con el fármaco frente al 47% de las pacientes con placebo (el 44% de las cuales recibieron un inhibidor de PARP posterior) y del 45% de las pacientes con el fármaco frente al 21% en aquellas que no habían recibido un primer tratamiento posterior.

Datos adicionales demostraron que la mediana de tiempo hasta el primer tratamiento posterior (TPTP) fue de 64,0 meses con el fármaco frente a 15,1 meses con placebo. El perfil de seguridad y tolerabilidad del fármaco en este ensayo estuvo en línea con lo observado en ensayos clínicos previos, sin nuevas señales de seguridad. Los acontecimientos adversos más frecuentes surgidos durante el tratamiento (≥20%) fueron náuseas (78%), cansancio (64%), vómitos (40%), anemia (40%), diarrea (35%), artralgias (29%), estreñimiento (28%), dolor abdominal (26%), dolor de cabeza (23%), neutropenia (23%), disgeusia (22%), mareos (20%) y disminución del apetito (20%).

La profesora Isabelle Ray-Coquard, investigadora principal del ensayo PAOLA-1 y presidenta del grupo GINECO indicó, "En mujeres que se enfrentan a un diagnóstico de cáncer de ovario avanzado que es positivo para HRD, un tratamiento dirigido en el contexto de mantenimiento en primera línea puede ser importante para ayudarlas a vivir más tiempo. Estos últimos resultados en la referencia de los 5 años demuestran que esta combinación redujo el riesgo de muerte en un 38% en pacientes positivas para HRD en comparación con bevacizumab, lo que refuerza aún más el beneficio clínicamente significativo en supervivencia a largo plazo de esta combinación. Esto deberían ser noticias prometedoras tanto para los clínicos como para las pacientes, ya que vemos que estos datos adicionales demuestran que esta combinación podría ayudar a dar a determinadas pacientes más tiempo con sus familias y sus seres queridos. Estos resultados también destacan la importancia de los análisis de biomarcadores como parte de una estrategia de Medicina de Precisión para orientar las decisiones de tratamiento en pacientes con cáncer de ovario".

El profesor Paul Di Silvestro, investigador del ensayo SOLO-1 y director del programa de Oncología de la Mujer en el Women and Infants Hospital de Providence, Rhode Island, señaló, "Los resultados a largo plazo del ensayo SOLO-1 confirman que el fármaco generó una mejora clínicamente significativa de la supervivencia global en el contexto de mantenimiento en primera línea durante más de 7 años. Alcanzar una supervivencia a largo plazo en pacientes con cáncer de ovario avanzado recién diagnosticado es fundamental porque el contexto de primera línea ofrece el mayor potencial para afectar a la supervivencia de la paciente".

Susan Galbraith, vicepresidenta ejecutiva de I+D en Oncología de AstraZeneca, dijo, "Históricamente, la tasa de supervivencia a los 5 años de las pacientes recién diagnosticadas de cáncer de ovario avanzado es de 30-50%. En ese contexto, es maravilloso compartir los datos de supervivencia global a largo plazo de los ensayos PAOLA-1 y SOLO-1, con 2 de cada 3 pacientes todavía vivas en estos ensayos. Seguimos creyendo en la capacidad del fármaco para ayudar a las pacientes con cáncer de ovario avanzado seleccionadas mediante biomarcadores y conseguir mejores resultados".

El Dr. Eliav Barr, vicepresidente senior, director de desarrollo clínico global y principal responsable médico de MSD, indicó, "Estos últimos datos de los ensayos PAOLA-1 y SOLO-1 resaltan aún más la importancia de los análisis de HRD, incluidos los de mutaciones de BRCA1/2 en todas las pacientes recién diagnosticadas de cáncer de ovario avanzado en el momento del diagnóstico. La terapia de mantenimiento con el fármaco podría aportar a determinadas pacientes con cáncer de ovario avanzado positivo para HRD o con mutación de BRCA, la posibilidad de vivir más tiempo".

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