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El riesgo de padecer Alzheimer podría incrementarse más de un 50% en personas mayores afectadas por la COVID-19

Los factores que intervienen en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer no se conocen bien, pero dos de ellos que se consideran importantes son las infecciones previas, especialmente las virales y la inflamación

14/09/2022

Personas mayores que se infectaron con COVID-19 podrían tener entre un 50 y 80% más de riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, según se desprende de un estudio promovido por la Universidad Case Western Reserve de Cleveland (EEUU). Los hallazgos, difundidosa través del ´Journal of Alzheimer´s Disease´ mostraron que el ...

Personas mayores que se infectaron con COVID-19 podrían tener entre un 50 y 80% más de riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, según se desprende de un estudio promovido por la Universidad Case Western Reserve de Cleveland (EEUU).

Los hallazgos, difundidosa través del ´Journal of Alzheimer´s Disease´ mostraron que el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en personas mayores casi se duplicó (0,35 % a 0,68 %) durante un período de un año después de la infección con COVID. Los investigadores aseguran, no obstante, no haber evidencia si COVID-19 desencadena la posibilidad de la enfermedad de Alzheimer o acelera su aparición en personas previamente en riesgo.

"Los factores que intervienen en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer no se conocen bien, pero dos de ellos que se consideran importantes son las infecciones previas, especialmente las infecciones virales, y la inflamación", expuso Pamela Davis, profesora universitaria en la Facultad de Medicina de Case Western Reserve.

El equipo de investigación analizó los registros de salud electrónicos anónimos de 6,2 millones de adultos mayores de 65 años en los Estados Unidos que recibieron tratamiento médico entre febrero de 2020 y mayo de 2021 y no tenían un diagnóstico previo de la enfermedad de Alzheimer.

Luego dividieron a esta población en dos grupos: uno compuesto por personas que contrajeron COVID-19 durante ese período y otro con personas que no tenían casos documentados de dicha patología. Más de 400.000 personas se inscribieron en el grupo de estudio de COVID, mientras que 5,8 millones estaban en el grupo de no infectados.

"Si se mantiene este aumento en los nuevos diagnósticos de la enfermedad de Alzheimer, la ola de pacientes con una enfermedad que actualmente no tiene cura será sustancial y podría agotar aún más nuestros recursos de atención a largo plazo", según Davis.

El equipo planea continuar estudiando los efectos del COVID-19 en la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos, especialmente qué subpoblaciones pueden ser más vulnerables y el potencial para reutilizar medicamentos aprobados por la FDA para tratar los efectos a largo plazo de la enfermedad pandémica.

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